En la estirpe de las grandes películas sobre investigaciones periodísticas, Ella dijo, dirigida por la actriz, guionista y directora alemana Maria Schrader (Poco ortodoxa), reconstruye el caso del “depredador sexual” y ex productor cinematográfico Harvey Weinstein, actualmente condenado a más de veinte años de prisión por las denuncias de abuso sexual y conducta inapropiada de actrices y asistentes. 

Basada en el libro de las dos protagonistas de la historia –las periodistas del New York Times y ganadoras del Premio Pulitzer Jodi Kantor (Zoe Kazan) y Megan Twohey (Carey Mulligan)– , la película le concede escasa presencia al acusado y dedica tiempo y atención a los relatos de las víctimas, que deben decidirse a pasar de la denuncia anónima (en parte porque se las obligó a firmar contratos de confidencialidad) al testimonio público con nombre y apellido. La expresión “ella dijo” del título enfatiza esta búsqueda de las fuentes por parte de las periodistas, un recurso elemental y a la vez no tan sencillo de obtener en denuncias que se remontaban, en algunos casos, a decenas de años atrás.

Weinstein aparece en la película como una voz gruñona y a la vez preocupada por la investigación de las periodistas, que cuenta con pleno apoyo de los editores del diario (Rebecca Corbett, interpretada por la siempre increíble Patricia Clarkson, y Dean Baquet, encarnado por André Braugher, que tiene escasa paciencia con los lloriqueos telefónicos de Weinstein). En una sola escena se ve a un hombrón de espaldas reunido con sus abogados y con Twohey, que escucha de manera impávida y quizás un poco consternada los argumentos del acusado. La investigación del New York Times determinó el inicio de un cambio cultural en la sociedad estadounidense, impulsado por la fuerza del movimiento #MeToo.

Si bien el dúo de periodistas casi no emite juicios morales sobre la inconducta de Weinstein (la directora y la guionista, Rebecca Lenkiewicz, parecen confiar en la fuerza de lo que las mujeres, con valentía, dijeron en su momento), se le reserva al “villano” escenas de humor patético, cuando en sus insistentes llamadas a los editores del diario se lo oye preguntar con un dejo de desesperación si la actriz Gwyneth Paltrow es una de las denunciantes. En 1995, Paltrow le había contado a su pareja de entonces, el actor Brad Pitt, que Weinstein la había acosado. En el estreno de Hamlet en Broadway, Pitt arrinconó al productor y lo amenazó con matarlo si volvía a acosar a su novia, en ese momento una joven actriz. El acoso cesó de inmediato. Pitt es uno de los productores de Ella dijo y la voz de Paltrow se escucha en la película, igual que la de una de las primeras denunciantes de Weinstein, la actriz Rose McGowan, una de las “silence breakers” del decisivo 2017.

Un acierto de la película consiste en mostrar que las periodistas cuentan con el apoyo irrestricto de sus editores y de sus parejas. Ambas son madres de niñas pequeñas (la de Kantor le pregunta a su madre cuál es el significado de la palabra “violación”) y están preocupadas no solo por el futuro de sus hijas sino también por el presente de un gran número de mujeres expuestas en empresas grandes, medianas y pequeñas a circunstancias similares a las padecidas por Laura Madden (Jennifer Ehle), Zelda Perkins (Samantha Morton), Rowena Chiu (Angela Yeoh) o Ashley Judd, que en la película se interpreta a sí misma y accede a que aparezca su nombre en el artículo periodístico. En su juventud, Judd se había negado a acostarse con Weinstein y este decidió arruinarle la carrera, bloqueándole contratos y contactos en la industria del cine. A medida que Kantor y Twohey avanzan en su pesquisa, esta adquiere un sentido ético.

En el contexto actual, cuando en distintas sociedades el movimiento feminista hace un balance de las conquistas en la esfera pública durante los últimos años, Ella dijo destaca virtudes clásicas, como la perseverancia, la honestidad y el discernimiento a la hora de exponer un caso de fronteras inciertas en un momento de transición. En sus conversaciones con las periodistas, las víctimas de Weinstein recuerdan haberse quedado sin voz cuando este abusó de ellas de las maneras más sórdidas. “Me dijo que era habitual que sus asistentes le dieran un masaje y que él las recibiera en bata en su cuarto de hotel”, dice Madden.

Aunque hasta ahora la película no suscitó en la sociedad argentina ningún debate (ni siquiera se destacó que la directora de fotografía es la compatriota Natasha Braier), es válido preguntarse por la situación de las denuncias de abuso en contra de hombres poderosos en el país (del mundo del espectáculo, el deporte y la política) y la vulnerabilidad de las investigaciones periodísticas en la Argentina, determinada no solo por las crisis (económica, de audiencia y de gestión) de los medios de comunicación sino además por algo que la película de Schrader señala de modo lacónico: en lugar de competir en el espectáculo exitista de la primicia, Kantor y Twohey piden reiteradamente más y más tiempo para que las víctimas de Weinstein, por fin, tengan la oportunidad de decir y de ser escuchadas.

Ella dijo

Dirigida por Maria Schrader y con guion de Rebecca Lenkiewicz. Con Carey Mulligan, Zoe Kazan, Patricia Clarkson, André Braugher, Jennifer Ehle, Samantha Morton y Ashley Judd.