La semana pasada abrió la inscripción para el tercer curso de posgrado "Abordaje integral de la planta de Cannabis para la Salud", dirigido a todo el equipo de salud y promovido en conjunto por la Asociación de Usuarios y Profesionales para el Abordaje del Cannabis y otras drogas (Aupac) y la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El objetivo general del posgrado, que comenzará el 1ª de abril del año próximo y que en sus primeras dos ediciones convocó a más de 300 personas, es el de capacitar a profesionales de la salud para el abordaje clínico integral -teórico y práctico- del uso terapéutico de la planta de Cannabis sativa L. en el contexto socio-histórico actual, promoviendo el análisis crítico de la evidencia científica. "Los profesionales de la salud tenemos un rol central en el acceso a la planta de cannabis, pero la principal barrera es el desconocimiento y el no asumir que muchas veces el paciente tiene más respuestas de las que uno puede tener", señaló Sofía Maiorana, una de las docentes responsables del curso. "Por eso intentamos generar una conciencia, construir saberes, sin dejar de lado el abordaje clínico específico que se puede hacer a partir de la planta de cannabis, sabemos que tiene muchas bondades y muchas personas se pueden beneficiar por sus cualidades", agregó.

Al comienzo de la fundamentación del curso de posgrado, que se hace de manera virtual, refieren que en la última década la emergencia del cannabis como posibilidad terapéutica ha sido un fenómeno visible en nuestro país. El redescubrimiento de la planta para tratar diversas dolencias y afecciones condujo a una creciente demanda de información clara y certera, y a su vez, a la necesidad de delinear políticas públicas en materia de salud. "Como profesionales de la salud se torna complejo trabajar su potencial medicinal en un escenario de resistencias, incertidumbre legal y difícil acceso, aún cuando la evidencia científica y un objetivo terapéutico claro, hacen de su uso una opción segura y eficaz en la práctica clínica", plantearon. 

El marco legal cobró impulso en el 2017 con la sanción de la Ley Nacional 27.350, “Ley de Investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados”. Su reciente re-reglamentación en noviembre de 2020, abre distintos caminos que favorecen el acceso a una terapéutica posible. Por tal motivo, se propuso generar un espacio donde recuperar, construir y transmitir saberes, con una perspectiva interdisciplinaria, que favorezcan los procesos de salud-enfermedad-atención donde participe la planta de Cannabis sativa L.

Por estos días, unas 200 personas están terminando la segunda cohorte del posgrado que en su primera edición formó a 116 profesionales de la salud, la mayoría hacía tiempo que estaban interesadas en realizar un curso vinculado al cannabis y la salud que pudiera abordar varios temas con una mayor profundidad. En el segundo posgrado cambió un poco el perfil de los inscriptos, muchos no tenían tantos conocimientos, lo que aumentaba el desafío para los responsables de coordinar el curso, pero las devoluciones que recibieron superaron todas las expectativas (ver aparte).

"Es muy interesante encontrar colegas, no sólo de la medicina si no de todo el equipo de salud, que a partir del abordaje de la planta de cannabis reafirman que los procesos de salud-enfermedad-atención-cuidado pueden desenvolverse de otra manera y con otros valores", dijo Maiorana, una de las docentes responsables del curso junto a Sabrina Pimpinella y María Soledad Pedrana. "En definitiva la planta de cannabis emerge como una excusa para poder replantearse cómo se trabaja en salud", agregó. 

Por otro lado, Maiorana subrayó que un problema aún no resuelto es el del acceso. El país cuenta con una regulación, y aunque tenga muchos defectos, se abrió una ventana y por eso hay que valorarlo. 

Entre los objetivos específicos del posgrado, cuya duración es de 10 meses, se apunta a brindar herramientas a profesionales de la salud para el acompañamiento adecuado de los procesos terapéuticos de acuerdo a sus competencias específicas. También capacitar a médicos y médicas de personas y animales no humanos para la prescripción pertinente de la planta de Cannabis sativa L. y sus derivados en Argentina en el marco regulatorio actual. 

Otro aspecto es desarrollar las dimensiones histórica, social, legal, botánica, biológica, clínica que constituyen la relación con la planta desde sus orígenes a la actualidad, y aportar información fidedigna para sostener posiciones críticas en los debates venideros alrededor de la planta, usos y legalidad. En la modalidad de cursado se plantean 34 clases sincrónicas sobre 5 módulos temáticos principales: dos clases de 3 horas los sábados cada 14 días, de 9 a 12 y de 13 16. Además, habrá 15 clases grabadas para ser vistas de forma asincrónica. Para contacto y consultas: [email protected]

Nuevos horizontes

El último módulo de la segunda cohorte realizada durante este año proponía realizar devoluciones. Además de los agradecimientos por la formación, la mayoría planteó que el horizonte es inmenso. "Creo en la salud publica y de calidad. Y por eso vamos. Para que el cannabis le pueda llegar a todas las personas que deseen usarlo, sea accesible para todxs. No importa donde estemos. La sabiduría de la comunidad al alcance de todxs", escribió una de las inscriptas en el posgrado que está finalizando por estos días. En otra devolución se lee: "Pude acceder a un espacio de formación donde el conocimiento está en construcción constante, colectiva, basado en evidencia y también en experiencias. No he prescripto tratamiento con cannabis, me daba temor equivocarme y que ese error fuera tomado peor que otros errores por asociarse a la planta. Este posgrado me permitió ver que lo que uno haga como profesional con respeto y consciencia, junto al paciente en un espacio más horizontal que vertical y con buena fe, es medicina al igual o más que otros actos médicos que hago a diario".