El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, cuestionó por la 750 la persecución judicial contra dirigentes y militantes peronistas —con el caso de Eva Mieri y Alexia Abaigar en el centro— con una jueza como Sandra Arroyo Salgado comparando la militancia con el nazismo y aseguró que es todo parte de un intento de demonizar al peronismo para, luego, imponer a personajes “de una imbecilidad que atraganta la risa con el llanto”.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Eva Mieri, la concejala detenida por el escrache a Espert, dice que ser militante feminista, peronista, kirchnerista es una palabra asociada al terrorismo. Lo han conseguido. Y lo usan para tapar el desastre económico. Lo cual es verdad.

Pero el juego de crear un fantasma y asociarlo al mal es una práctica habitual, acaso más desarrollada en los últimos tiempos. Es de visión imprescindible en ese sentido la película Apocalipsis en los trópicos. Narra al Brasil de los últimos años, desde la aparición muy fuerte de los evangelistas hasta la creación del inaudito personaje que es Bolsonaro.

Como Billy Graham que se tomaba de la mano con presidentes como Kennedy para imponer a Jesús confrontando con Marx, a estos irrisorios, crueles y diabólicos personajes de Brasil que ungieron a Bolsonaro, todo pasa por la misma creación local de los medios. De nuestros medios.

Crear un monstruo, alimentarlo día por día —el peronismo, por ejemplo—, y sobre esa base imponer personajes demenciales, crueles, de una imbecilidad que atraganta la risa con el llanto.

La jueza Arroyo Salgado, personaje ideal para películas de la Guerra Fría, en yunta con Espert, ataca a sus víctimas llamándolas nazis. Esto es lo que dijo de Mieri, por ejemplo.

Milei habla de Kicillof como lo personificó Clarín. Lo llama "el soviético". Usa la patraña de lo Magnetto del sistema para perseguir al enemigo sin declarar que su propósito es el exterminio de los que piensan en el pueblo. Esa palabra que tanto detestan.

La tendencia autoritaria de las derechas está reflejada una vez más en la tapa de la mafia de Clarín. Los personajes de Lago Escondido, las tierras de Joe Lewis, ponen hoy a los mapuches en sus tapas. Una vez más las víctimas históricas, arrojadas a la hoguera de la persecución interminable.

Estoy influido por el libro Quién mató a Arturo Córdoba, de Alberto Mahr. El despojo, el asesinato y el engaño fueron las herramientas de quienes convirtieron al indígena en víctimas perpetuas.

Steven Levitsky y Daniel Ziblatt escribieron Cómo mueren las democracias. Explican cómo las democracias se han derrumbado a través del gradualismo con el que el autoritarismo logró la hegemonía atroz de la que goza en este momento.

La fragilidad de la democracia argentina, esa debilidad que hace posible el hostigamiento y el crimen de las derechas, recibió el tiro de gracia en 2015. El año de la infamia habita cada día del futuro en el que estamos.

Seguí leyendo