En el marco de las reuniones multipartidarias para relanzar el proceso constituyente de Chile, el presidente Gabriel Boric pidió "no dilatar eternamente" la decisión sobre los aspectos técnicos para encarar una nueva Carta Magna. Lo dijo luego de participar en la Cuenta Pública de Participación Ciudadana del Gobierno.

Los partidos políticos chilenos negocian una fórmula para impulsar un nuevo proceso luego de que en septiembre pasado el proyecto de Constitución elaborado por la Convención Constitucional fuera rechazado en plebiscito.

Una de las diferencias presentes en las negociaciones y que impide arribar a un consenso es la decisión de si la composición del órgano será mixta o si tendrá un 100% de miembros electos.

"Para lograr un acuerdo, todos tienen que ceder", declaró Boric, que agregó que las posturas no pueden ser inflexibles. "Desde la oposición han estado con diferentes posiciones", pero "lo importante es que se llegue a un acuerdo", enfatizó.

Qué pide la oposición

La oposición propuso un denominado “consejo constitucional”, compuesto por 50 integrantes electos y 50 expertos designados por el Congreso.

Pero hasta ahora, Boric señaló que "es importante que el proceso tenga legitimidad ciudadana y eso requiere que los constituyentes sean electos".

"La participación ciudadana no es un favor que les estamos haciendo nosotros desde el Estado a ustedes, es un derecho que el pueblo realizado se ha ganado", reiteró en declaraciones a la prensa.

El fracaso del plebiscito

El 4 de septiembre, la propuesta comandada por la Convención Constitucional, órgano compuesto por 155 miembros elegidos por votación popular, fue rechazada en el plebiscito de salida con el 61% de los votos.

El inédito proceso constitucional, democrático, paritario y con la participación de los pueblos originarios, fue posible tras las masivas manifestaciones del denominado estallido social de octubre de 2019, que llevaron a un acuerdo con la mayoría de los partidos del oficialismo y oposición para redactar una nueva Carta Magna.

Las multitudes que tomaron las calles chilenas entonces señalaban a la actual Constitución como origen de la desigualdad y reivindicaban un nuevo modelo de Estado que garantizase la salud pública, la educación universal de calidad o una mejora de las pensiones.

El 25 de octubre de 2020, mediante un plebiscito nacional, se aprobó por casi el 80% la redacción de la nueva Constitución y unos meses después, en mayo de 2021, se eligieron los 155 convencionales que redactaron el texto que finalmente no prosperó.