El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mantendrá en su cargo a su ministro de Seguridad, Marcelo D'Alessandro, luego de que participara de un viaje con jueces federales, ex funcionarios de la AFI y empresarios de medios a la estancia de Joe Lewis, y de que aparecieran unos chats hackeados de su celular donde conspiran para ocultar la información, luego de que fue publicada por Página/12. Larreta no le pedirá explicaciones ni por los chats -donde aparece diciendo que va a "hacer cagar" al jefe de la PSA-, ni por el viaje, ni le pedirá la renuncia, ni ordenará una investigación. "Hablé con D'Alessandro y confío en sus palabras. Como hemos hecho siempre, él y todos los funcionarios de la Ciudad están a disposición de la Justicia para lo que disponga", sostuvo Larreta, quien aseguró que se trata de una "operación del kirchnerismo". D'Alessandro salió a mostrarse ofendido por la difusión de los mensajes, amenazó con denuncias penales y no dio ninguna explicación. Tampoco negó los hechos.

Según confirmaron a este diario, Larreta no tiene previsto pedirle la renuncia a su ministro. Idéntica protección tendrá el jefe de los fiscales, Juan Mahiques, nombrado a instancias de Larreta, ante los sendos proyectos de juicio político que presentará en la Legislatura el Frente de Todos para ambos por haber recibido dádivas de grupos empresarios. De hecho, el FdT sacó un comunicado con el título: "La mafia está en el gobierno de Larreta".

"Hace más de 15 años le inventaron cuentas en Suiza a Enrique Olivera. Después lo acusaron de narco a De Narváez", dijo, enumerando situaciones distantes a la suya.  "Hoy fabrican un gran montaje con lo que se fueron robando por ahí y levantan la mano para que no queden dudas de que fueron ellos los que cometieron el delito", afirmó. Conciente o inconcientemente, con la frase "lo que se fueron robando por ahí" admitió que los chats surgen de un hackeo a su celular.

"Por supuesto, voy a hacer la denuncia penal para que los responsables de esta canallada reciban la condena que merecen delincuentes de su calibre. Se les acabó la impunidad", señaló en un tono que compite con el que tenía en los chats, donde decía que "tenía una alcaidía para que le den la bienvenida" a quien culpaba de las filtraciones de los mensajes o amenazaba con "hacerlo cagar".

En su única intervención pública, el ministro no explicó en qué consistió el viaje, si fue financiado por empresarios extranjeros o por grupos de medios locales, por qué participó con jueces federales y ex integrantes de la AFI, cuál era el objetivo del viaje, y por qué no denunció los presuntos delitos que surgen del chat, que incluyen fraguar facturas apócrifas, hacer denuncias mediante terceros, conspirar con la fiscal que tiene la causa para que la cierre, y un largo etcétera.

A las declaraciones altisonantes de D'Alessandro se fueron sumando otros ministros de Larreta, que le dieron su apoyo y cerraron filas, con lo que quedó en claro que Larreta no pensaba echarlo. "Otro apriete mafioso del kirchnerismo. Otra cortina de humo para cuidar sus privilegios. Son de manual. Conozco a Marcelo hace años y sé de la enorme responsabilidad con la que ejerce su función. Todo mi apoyo y solidaridad", sostuvo la ministra de Educación, Soledad Acuña.

"Repudio totalmente esta maniobra distractiva, el espionaje ilegal nunca es el camino. Toda mi solidaridad con D'Alessandro", afirmó el ministro de Salud, Fernán Quirós. El vicepresidente primero de la Legislatura, Emmanuel Ferrario, dijo: "Todo mi apoyo a D'Alessandro que ejerce su función en la Ciudad con honestidad, convicción y firmeza. Basta de operaciones mediáticas para extorsionarnos. Los argentinos nos merecemos paz y justicia".

Así se pronunciaron los tres precandidatos larretistas a jefe de gobierno porteño. Se sumó el ministro de Gobierno, Jorge Macri, quien dijo: "Otra operación penosa del kirchnerismo para embarrar la cancha y esquivar sus reponsabilidades judiciales. Todo mi apoyo a D'Alessandro, un extraordinario funcionario público con una enorme capacidad de gestión".

La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, eludió los apoyos al funcionario larretista y eligió pelearse directamente con Alberto Fernández tras la cadena nacional: "Presidente, está claro que usted es testaferro de la presidenta en funciones. Las intentaron todas: lawfare, operaciones de inteligencia y mentiras. Pero el que robó el dinero del pueblo las paga. Ahora, la plata del pueblo debe volver al pueblo", escribió con profusión de mayúsculas.

Ya bien entrada la tarde, Larreta salió a respaldar a su ministro: "Estamos frente a una nueva operación del kirchnerismo que recurre a la manipulación de la información y al espionaje ilegal. Intentan distraer la atención de los temas importantes y generar la sensación de que somos todos lo mismo". También dijo que confiaba en D'Alessandro y que estará a disposición del Poder Judicial. El mismo con el que organiza viajes al sur.