En manos de un buen guionista, la historia de Fantastic Negrito podría ser una biopic como para que Hollywood deje de regurgitar Nace una estrella cada cierto período de tiempo. Es que Xavier Dphrepaulezz nació en una familia de 14 hermanos, vivió en la calle desde los 12, vendió drogas, firmó un contrato con el manager de Prince pero un accidente automovilísitico lo sacó de carrera, abandonó la música y se dedicó a cuidar una plantación de marihuana, y volvió inspirarse cuando vio la reacción que su bebé tenía cuando él tocaba la guitarra. Como para que la épica de redención se complete, el tipo grabó un disco, The Last Days of Oakland (2016), que ganó el Grammy en la categoría de Blues Contemporáneo. Para entonces tenía casi 50 años.

Entonces el guionista pondrá la palabra "Fin", los créditos correrán y uno saldrá de la sala motivado por esa historia. Pero, claro, habrá un detalle: la cosa continuó. Fantastic Negrito publicó otros dos discos, Please Dont' Be Dead (2019) y Have You Lost Your Mind Yet? (2020), volvió a llevarse sendos Grammy en la misma categoría y anduvo de gira por todo el mundo, con paradas en las Buenos Aires y Córdoba prepandémicas incluidas. Ahora regresa: el sábado 10 se presentará a las 21 en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131). Y trae las canciones de su cuarto álbum, White Jesus, Black Problems, donde amplía su paleta sonora y se desmarca de cualquier etiqueta que pueda ponerle la industria.

Ah, hay un detalle que el guionista de la biopic debería tener en cuenta: si la historia de Fantastic Negrito es atractiva, su música es... fantástica. Sí, parte del blues, pero no se encierra en los famosos doce compases sino que se abre al rock, el hip hop, el R&B, y ahora a la psicodelia y el soul. "Lo hermoso de ser un artista independiente es que no tengo la misma presión que los artistas mainstream", dice el cantante, compositor y guitarrista a través del Zoom. "Puedo hacer lo que tengo ganas mientras sea bien auténtico. Es una hermosa forma de vivir. Ser artista es ser libre, entonces sentí que tenía la obligación de contar una historia muy importante sobre seres humanos en Estados Unidos".

La génesis de White Jesus, Black Problems tuvo que ver con un email que le llegó un día, donde alguien le decía que conocía un secreto profundo sobre su familia. Cuando se puso a indagar, descubrió que descendía de una mujer escocesa llamada Betty que en la Virginia de hace 270 años se enamoró de un esclavo africano. Y en una época en la que las relaciones interraciales estaban prohibidas, no sólo salieron adelante sino que sus tres hijos nacieron libres. "Cuando me enteré de eso, lo primero que pensé fue 'Guau, esto es lo más punk rock que escuché en mi vida'", confiesa Fantastic Negrito entre risas. "Y después sentí que me entendía mejor a mí mismo. Pensé 'Quizá por esto soy la persona que soy', porque desciendo de personas muy valientes a las que realmente les importaba un bledo lo que pensaba el resto y hacían aquello en lo que creían. Pensé que eso explicaba mi energía, quién soy en esta vida, por qué tomo las decisiones que tomo. Bueno, soy el descendiente de esta gente que también tomó decisiones muy extrañas".

"Esta era una historia que no era sobre mí o sobre vos, era sobre nosotros", continúa el músico. "Personas que viven juntas. Mucha gente estuvo antes que nosotros y se enfrentó a desafíos, y sobrevivimos y estamos aquí. Esa es la parte linda de la historia: vengo de gente sobrevivió, que no pidió permiso, que se negó a ser víctima. Es muy interesante la mentalidad de esta gente". Y más allá de que mencionó haber sentido la obligación de contar la historia, cree que hacer el disco no fue su decisión: "Creo que la historia lo decidió por mí -confiesa-. Sentí que era como un tren al que tenía que subirme porque venía a mucha velocidad y dejar que me llevara a todos los lugares a los que fuera, ¿se entiende? No sentí que tenía que hacerlo, sencillamente sucedió. Y cuando pasó el tren a 150 kilómetros por hora, tuve que subirme rápido. El tren me llevó a distintos lugares en lo sonoro, en lo melódico... Es un disco muy diferente a los que había hecho antes porque yo no era el que manejaba el tren. Por lo general, yo estoy al comando, tengo un propósito, pero en este caso yo no era el que tomaba las decisiones, era algo que se daba solo".

-¿Se sentía así mientras lo hacías?

-Absolutamente. Me sorprendía por todo. ¡Hice una película! Conozco a un tipo que tiene una cámara y le dije "Hagámoslo, filmemos". No sabíamos quién iba a hacer qué papel, nada. No teníamos guión. Si veía a alguien que me llamaba la atención por algo, le decía "Ey, ¿querés estar en mi película?". Mi baterista aparece ahí, su novia también, es algo muy orgánico lo que pasó. Medio que se fue haciendo solo... Y también me sorprendí con la composición: una canción como "Venomous Dogma" es algo muy extraño (se ríe). Y yo seguí adelante con eso, pero me sorprendían algunas de mis elecciones.

-No todas las canciones del disco son sobre tus ancestros. Pero igual hay una conexión entre "Man with No Name" (sobre su tatarata tataraabuelo esclavo) y "You Better Have a Gun" (en la que habla de "soldaditos matando por una laptop"), porque en definitiva se refieren a la misma sociedad.

-Están absolutamente conectadas. No hay armas sin Estados Unidos y no hay Estados Unidos sin armas. No existiría. Tuvieron que venir acá con armas y empezar este país violento, progresista, libre, pacífico... Es todas esas cosas juntas. La libertad para la gente que vino significó la muerte para la gente que ya vivía acá. Creo que "You Better Have a Gun" es probablemente una de las partes más importantes de la historia: sin armas no había existido la esclavitud. Necesitás armas para intimidar a la gente, para hacerla sentir temor, para conquistarla. Y puede tratarse de una laptop o de una paca de algodón: estamos dispuestos a vender nuestra alma por estas mercancías. ¿Cuántas vidas van a ser necesarias antes de que la gente entienda que necesitamos una reforma legal sobre las armas? ¿No es suficiente con que un tipo entre a una escuela y mate a todos los chicos? Creo que todo eso es parte del país que somos y yo escribí sobre los orígenes de eso. De alguna manera, cada uno de mis discos es como un capítulo de la misma historia y creo que las canciones están muy conectadas. Esos soldaditos dispuestos a matar por una laptop son el resultado de Estados Unidos, igual que la unión de mis ancestros. Pero a menudo pinto con un pincel ancho, supongo que es mi estilo...

-Aunque sea un tema que ya habías tratado en varias canciones, ¿cambió tu forma de pensar sobre la libertad cuando conociste la historia de amor de Betty y Courage (el nombre que le asignó a su ancestro esclavo)?

-Creo que sí, porque es algo que siempre está evolucionando. ¿Qué es la libertad? ¿Libertad de elección? Creo que tiene que ver con cuánto estás dispuesto a pagar, a fin de cuentas. Nunca sabré cuánto tuvieron que pagar mis ancestros, ella blanca y él negro, para tener la libertad de tomar las decisiones que tomaron. Sí, creo que mi idea de libertad está evolucionando constantemente.

-El título del disco es muy llamativo, entre otras cosas porque Jesús no pudo haber sido "blanco".

-El título del disco me ha llevado a muchas... conversaciones. Creo que es un título muy interesante. Y no es algo en lo que haya pensado de modo consciente. No es que pensé "Voy a ponerle 'Jesús marrón, problemas rojos'. No, 'Jesús rojo'..." No sucedió así. Otra vez: fue el tren el que me llevó ahí. Un título así viene a vos. Y yo creo que me vino de mis ancestros como un mensaje que necesitaba decirse y ser escuchado. Es muy importante. Probablemente no tenga nada que ver con Jesús, no sé. Honestamente, me ha metido en muchos problemas. La supremacía blanca es un problema para todos, incluida la gente blanca. Creo que eso es lo que estaba diciendo con esa declaración: tenía una historia muy poderosa y necesitaba un título igualmente poderoso. Pero sí creo en mi corazón lo de Jesús blanco, problemas negros. Sí, Jesús blanco, problemas blancos. O problemas marrones. No queremos hacer que nuestros hermanos y hermanas blancos se sientan mal. No sé, yo no inventé todo esto, son cosas que a veces ves y como artista querés decirlas. Hay muchas cosas que son un problema, podríamos hacer una lista. Tiene que ver con quién y qué querés ser.

-¿Y quién querés ser vos?

-Siempre pienso en quién quiero ser en este mundo. Como ser humano que crece en esta sociedad, veo lo que veo. Quizá no sea lo suficientemente claro ni elocuente como para hablar sobre Jesús blanco, problemas negros, pero definitivamente puedo cantar y hacer una película sobre eso. No creo que sea una condena a la gente blanca, para nada. Hubo gente que se enojó y pensó que condenaba a los blancos, pero nada que ver. No es sobre ellos. Incluso, creo que se trata sobre los negros: somos nosotros los que tenemos que hacer algo. No es enojo ni un ataque, es darnos cuenta de quiénes somos y qué queremos ser. Es importante saber qué querés ser, porque si querés ser una víctima, hay todo un mundo ahí afuera en el que podés acomodarte para serlo. Pero si querés hacer cosas fabulosas, también es muy posible. Espero no sonar ambiguo.

-Pero la supremacía blanca ni siquiera se cuestiona estos temas, simplemente se siente superior.

-No creo que la gente blanca se despierte y diga "somos mejores" sino que hay una institución, una máquina que te dice eso. Porque, ya sabés, conquistás a todos, armás un país y hablás el idioma, debe haber algo mejor en eso. El 90 por ciento de las películas se ven como una sola persona, esa persona debe ser mejor. Es algo así, es muy simple. Por eso pensé en la perspectiva de mi abuela, que era blanca y escocesa: ¿qué pensaría ella de la supremacía blanca? Ella no pensó demasiado en eso. Pero, al final, es todo una construcción. Yo ni siquiera creo en blanco o negro. Es algo con lo que tenemos que lidiar, pero ni siquiera es algo muy real. ¿Qué es blanco o qué es negro? Alguien lo inventó porque era conveniente, era un modelo de negocios que funcionaba. Es bastante ridículo, en realidad. Todo esto es algo sobre lo que se puede hablar mucho. Y yo quiero hacer algo bueno con esto: quiero construir, no destruir.

-Antes de tu visita anterior vos resaltaste que querías hacer una contribución a la sociedad a través de tu música. ¿Creés que con este disco ya lo lograste?

-No, es algo que no termina, tenés que seguir aportando durante tu vida. Y ese aporte puede ser cualquier cosa: creo que lo primero es cómo tratás a las personas. Ahí está, ahí tenés un montón de poder a través de personas que son amables y respetuosas. Es lo primero que podés hacer cada día. Después, fijate si hay algo que podés compartir, ya sea música, baile, una historia, periodismo, cocina... Sí, son hermosas contribuciones para la sociedad. Pero creo que lo primero es ser una persona amable. ¡Y es algo fácil! Yo empiezo con eso cada día, creo que ayuda.

-Vos te hiciste famoso casi a los 50, debe haber sido un flash, pero ahora tenés varios discos y una carrera establecida. ¿Es la vida del músico lo que esperabas?

-Ehhhh... Trato de no esperar nada, creo que eso es lo mejor. Y trato de ser agradecido siempre: podés ser famoso o no, pero lo que importa es cómo te sentís por dentro. Lo que hago es mirarme a mí mismo y a lo que hago: esa es la persona a la que tengo que mirar. Y no espero nada, sólo ser gentil y agradecido. Ya si me despierto... ¡es algo increíble! ¡Mierda, es algo fabuloso! Estoy otra vez acá, en este lugar, tengo que estar agradecido.

-Antes de tu visita anterior dijiste que estabas empezando a trabajar en un disco de duetos y después contaste que habías grabado con Sting. ¿Es un proyecto que pensás continuar?

-Sí, grabamos algo con Sting. No sé si seguirá siendo un proyecto, pero quiero seguir grabando y compartiendo. Uno se siente inspirado por cosas así, es hermoso. Fue grandioso trabajar con Sting y tenemos esa grabación; podemos publicar eso, podemos grabar más...

-Y también grabaste una versión acústica de todo el disco.

-Sí, vamos a sacarlo pronto, se llama Grandfather Courage. Simplemente instalé unos micrófonos en una habitación y lo grabé con mi banda de gira, cosa que nunca hago. Por lo general grabo con los mismos tipos desde hace años, pero esta vez pensé "¿Sabés qué? Quiero hacer las cosas así y que sea bien, bien distinto." Y así es el resultado: muy diferente. ¡Estén listos para eso!