El ex presidente Mauricio Macri retornó el lunes por la tarde a la Argentina luego de ver el Mundial en Qatar, abrazarse con el emir y tuitear sobre Sudamérica. Macri, todo indica, llega recargado, pero no hay indicios de que vaya a alterar su estrategia: de momento, sigue sin anunciar ninguna candidatura y observando cómo cambia el panorama nacional tras el anuncio de Cristina Fernández de Kirchner de que no estará entre los candidatos. Mientras, Horacio Rodríguez Larreta espera que la exclusión de la vicepresidenta impacte negativamente sobre la posibilidad de que Macri se pueda candidatear. Pero no espera a ver qué hacen los demás, como demostró hace pocos días cuando reunió a cientos de dirigentes del PRO para un brindis de fin de año. La apuesta de Larreta es quedar como el candidato excluyente del PRO. Cada vez más golpeada por las denuncias sobre Gerardo Milman, su ex mano derecha, Patricia Bullrich responde con agresividad creciente: "Hay que tener huevos para cambiar la vida de la gente", fue uno de sus últimos mensajes para Larreta.

Vuelta triunfal

Macri vio todos los partidos del Mundial de Qatar in situ y se dedicó a una extraña batalla contra aquellos que decían que era mufa: mandó a otros dirigentes del PRO a responder, promocionó fotos en los partidos para "probar" que su presencia no tenía ningún efecto negativo sobre el resultado y al final se desató y dijo que quienes le dicen mufa "están mal de la cabeza". Macri estuvo presente no solo como ex presidente argentino sino también como autoridad de la FIFA. Tras la victoria argentina, hubo rumores de que podría ir por el trono de Gianni Infantino. No obstante, en el entorno de Macri desmintieron rotundamente que esté intentando destronar al italosuizo. "Son pavadas que se dicen", descartaron.

El ex presidente no sólo intentó ocupar el lugar que dejó vacante Alberto Fernández al no viajar -sus dirigentes difundieron imágenes donde se lo ve emocionado siendo abrazado por el emir qatarí Tamim bin Hamad Al Thani-, sino que también recordó que forma parte de Sudamérica. "Nos infartamos, volvimos a vivir, volvimos a morir y finalmente lloramos como niños de emoción. Gracias muchachos, gracias cuerpo técnico, esto es maravilloso! Vamos Argentina, vamos Sudamérica!", fue el mensaje de Macri en Twitter. Durante su presidencia, se dedicó a destruir el Unasur, desarmar el Mercosur y promover tratados de libre comercio con Estados Unidos, tal vez por eso a algunos les llamó la atención su súbita alusión a la Patria Grande.

Más allá de que hace una llegada triunfal desde Qatar, Macri en lo sustancial no parece que vaya a modificar su conducta actual, que consiste en comportarse como candidato mientras niega que vaya a serlo. Nada ha cambiado en ese punto, según confirmaban cerca del ex presidente. La realidad es que Macri resolverá qué hacer encuestas en mano, bien entrado el 2023. Nada lo apura a definirse ahora. Y los contextos pueden cambiar y mucho.

La foto de Larreta

Larreta no esperaba el regreso de Macri, ni en general ninguna acción que planee el ex presidente. El jefe de gobierno porteño intenta que su suerte sea definida solo por sus acciones. No obstante, en su entorno no dejaban de analizar que una renuncia de CFK a ser candidata a la Presidencia impacta negativamente sobre las posibilidades de Macri de postularse. Creen que el ex presidente necesitaba polarizar con ella para justificar su regreso como candidato y que con otras opciones oficialistas -como Sergio Massa, por ejemplo- las posibilidades de Macri languidecen. El problema es que mayormente en Juntos por el Cambio no le creyeron a CFK cuando dijo que no iba a postularse. Eso explica, al menos en parte, por qué sus palabras no generaron más reacomodamientos ni nuevas estrategias en la alianza opositora.

Se dijo: la estrategia de Larreta no es esperar, sino generar jugadas de impacto que corran de la cancha a sus adversarios internos. Una de ellas fue la foto que se sacó con dirigentes del PRO en un brindis de fin de año. Se trató de un nuevo intento de instalar que Larreta es quien suma más adhesiones dentro del partido. En el juego de tronos que se plantean los candidatos amarillos, la foto no sólo fue una advertencia a Macri sino la búsqueda de que Patricia Bullrich desista de sus intentos de pelearle a Larreta en las PASO.

Bullrich y los huevos

Bullrich, en tanto, como contó este diario, tomó medidas para alejar a su ex mano derecha Gerardo Milman de su campaña y de su representación en el bloque partidario de la Cámara de Diputados. Ahora la presidenta del PRO está evaluando cuánto la dañan a ellas las sucesivas denuncias que caen sobre quien fue hasta hace poco su dirigente de confianza y uno de los mimados cuando ella era ministra de Seguridad. Hasta ahora, no parece haber evaluado que el daño sea tal como para soltarle la mano en público (como ya hizo en privado).

Mientras hace ese control de daños, crece la agresividad con la que encara la campaña hacia Larreta. "Larreta dice 'yo tuve huevos para dialogar', pero no sé, para dialogar con Massa más que huevos hay que tener estómago. Acá los huevos tienen que estar para cambiar la vida de los argentinos, que cada vez pierden más", le soltó por estos días. Cuando más busca acorralarla el jefe del gobierno porteño, con más virulencia responde la presidenta del PRO.