Marina O'Neill, hija del exfutbolista Fabián O'Neill, compartió en sus redes sociales una carta de despedida a su padre, luego de que se informara su muerte durante este domingo, a los 49 años.
"Lo más importante: te perdono pa, te juro que te perdono. Ojalá lo hayas podido sentir en mi despedida, cuando con mamá te agarramos la mano (...) espero que hayas sentido la calma que quise transmitirte entre tanto caos de emociones", reflexionó la joven influencer en una publicación de Instagram.
En esta línea, la hija más grande del exjugador del Nacional manifestó que "siempre" quiso entender qué era aquello que su padre sentía y "con lo que no podía lidiar", en relación a su alcoholismo.
"Lamento mucho ese dolor pa, lo lamento en el alma desde siempre, ojalá no te hubiese tocado, pero todos vinimos a esta tierra con nuestras luchas y se ve que tu sensibilidad no soporto tanto", sostuvo Marina.
Por otro lado, repasó cómo fueron los últimos años con las complicaciones de salud de su padre. “Hace más de 10 años que los médicos nos dan informes negativos y nos contabilizan tus meses de vida”.
"Te vamos a recordar toda la vida con tu bondad, tu generosidad al mango, la humildad que te sale de los poros, tu desapego con la plata, tu luz, tu mirada pilla y tus talentos", cerró.
La muerte de Fabián O'Neill
El exmediocampista uruguayo, que jugó en el Cagliari, Juventus, Perugia y Nacional a nivel clubes, murió a los 49 años durante el domingo pasado, informó la Federación Uruguaya de Fútbol (AUF).
Según trascendió, O'Neill ingresó el sábado en un hospital en coma con hemorragias debido a una enfermedad hepática crónica y falleció tras permanecer 24 horas internado.
"Lamentamos con profunda tristeza y conmoción el fallecimiento del exjugador de la Selección Uruguaya, Fabián O'Neill. Nuestras condolencias a sus familiares y amigos", publicó la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) en su cuenta de la red social Twitter.
El exfutbolista disputó 19 partidos con Uruguay y formó parte de la selección en el Mundial de Corea del Sur y Japón 2002, aunque no jugó.
O'Neill, también conocido como "el Mago", inició su carrera en Nacional (1992-1995) y la continuó en Italia: en Cagliari (1996-2000 y 2002), Juventus (2000-2001) y Perugia (2002), mientras que regresó al "Bolso" para retirarse en 2003.
La carta completa
Que estés en paz papá. Hace tiempo ya habías perdido la chispa, la alegría y tu esencia única.
Cada vez te veía más triste, más enfermo, con los ojitos perdidos, la mirada caída, tu físico que siempre fue tan fuerte, cada vez más débil y deteriorado. Me dolió escucharte decir alguna vez “no quiero vivir más” en tus pocas horas de sobriedad.
Deseo también que tu recorrido en esta tierra sirva para entender más sobre el alcoholismo, esta enfermedad que te sedujo a vos y a todo tu dolor desde chiquito, que se llevó todo.
Siempre quise entender que era eso tan fuerte que sentías y no podías lidiar, que era eso que necesitabas ahogar literalmente cada día de tu vida en vasos de alcohol. Lamento mucho ese dolor pa, lo lamento en el alma desde siempre, ojalá no te hubiese tocado, pero todos vinimos a esta tierra con nuestras luchas y se ve que tu sensibilidad no soporto tanto.
Hace más de 10 años que los médicos nos dan informes negativos y nos contabilizan tus meses de vida. Hace ya 10 años que perdí la esperanza, pero nadie NUNCA se prepara para este duelo. Y no podía ser de otra forma, el día menos esperado, pero a la vez poco me sorprende, siempre llamaste la atención y cada vez que aparecías se hablaba de vos así que digno de un 25 de diciembre loquito.
Lo más importante: te perdono pa, te juro que te perdono. Ojalá lo hayas podido sentir en mi despedida, cuando con mamá te agarramos la mano (qué regalo más lindo tenerlos a los dos ahí una vez más) espero que hayas sentido la calma que quise transmitirte entre tanto caos de emociones.
Gracias por darme la vida, por dejar dentro de mi tanto, tanto, tanto de vos, porque me siento muy identificada y tocas cada parte de mi personalidad. Hay mucho de Fabián dentro de esta Marina y puedo prometerte que todas cosas que amo de mí, y que me reconocen como cualidades o virtudes. Me enorgullece lo querido que sos, lo amado por todos. Te vamos a recordar toda la vida con tu bondad, tu generosidad al mango, la humildad que te sale de los poros, tu desapego con la plata, tu luz, tu mirada pilla y tus talentos. Te amo para siempre y ahora sé que no solo “hasta la muerte” cómo me decías, sino que mucho más.


