El papa Francisco convocó este miércoles a los fieles de la Iglesia Católica a rezar por la salud de Benedicto XVI, el ex sumo Pontífice de 95 años, quien se encuentra "muy enfermo". Desde el Vaticano confirmaron que la salud del Papa emérito se agravó en las últimas horas, pero resaltaron que se encuentra "bajo vigilancia médica" permanente.

"Me gustaría pedir a todos ustedes una oración especial por el papa emérito Benedicto, que en el silencio está sosteniendo a la Iglesia", pidió Jorge Bergoglio durante la Audiencia General de este miércoles. "Recordémoslo: está muy enfermo. Pidámosle al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor hasta el final", agregó.

Por su parte, el vocero del Vaticano, Matteo Bruni, precisó que "en el curso de las últimas horas, ha habido un agravamiento, debido a su avanzada edad".

El alemán Joseph Ratzinger -conocido como Benedicto XVI- asumió en 2005 y renunció a su cargo en febrero de 2013, un hecho sin antecedentes en 600 años en la Iglesia Católica. El cónclave de marzo siguiente entronizó al argentino Jorge Bergoglio como Francisco.

Ratzinger juró obediencia a sus sucesor y desde su renuncia reside en el monasterio Mater Ecclesiae, dentro del Vaticano, junto a su secretario personal, Georg Gaenswein. Sus apariciones públicas son cada vez más esporádicas, y eso alimentó rumores sobre su estado de salud.

La continuidad del papa Francisco

El papa Francisco negó que piense renunciar en un futuro cercano pese a los dolores que tiene en una de sus rodillas. En la noche del 24, Francisco celebró la misa de Nochebuena en la basílica de San Pedro. Entró a la basílica en silla de ruedas, mientras que unas 7.000 personas siguieron la misa dentro de la inglesia y otras 3.000 desde las dos pantallas gigantes colocadas en la plaza.

En la homilía, Francisco se concentró una vez más a favor de la paz y habló de los miles de niños que en el mundo están siendo “devorados por las guerras, la pobreza y la injusticia”. "¡Cuántas guerras! Y en cuántos lugares, todavía hoy, la dignidad y la libertad son maltratadas. Y siempre las principales víctimas de la voracidad humana son los frágiles, los débiles” (…) Hombres siempre hambrientos de poder consumen incluso a sus propios vecinos, sus hermanos", cerró.

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