Marco Lautaro Teruel volvió al penal de Villa Las Rosas a seguir cumpliendo la condena a 12 años de prisión que le fue impuesta por abusos sexuales en perjuicio de una niña y de una joven. El joven estuvo seis meses internado en el hospital privado Santa Clara de Asís de la ciudad de Salta por un tratamiento en el pie. 

El Poder Judicial de la provincia informó a Salta/12 que Teruel está en el penal desde la semana pasada, a partir del momento en que le dieron el alta.

Su defensor, el abogado Juan Casabella Dávalos, había comunicado antes que Teruel fue hospitalizado porque contrajo el germen pseudomonas aeruginosa cuando se encontraba en la Unidad Carcelaria Nº 1, más conocida como la cárcel de Villa Las Rosas. 

La internación se mantuvo desde el 23 de junio y había sido indicada en principio por 24 horas, pero se prolongó de manera "indefinida". En los primeros días de internación Teruel fue sometido a una intervención quirúrgica para la toma de muestras para estudios de cultivo. Los resultados arrojaron que tenía el germen pseudomonas aeruginosa. 

Durante su internación hubo una presentación judicial y luego una denuncia en la que se aseguraba que el Servicio Penitenciario provincial lo mantuvo encadenado. 

Teruel fue condenado en octubre de 2021 por la Sala III del Tribunal de Juicio, a 12 años de prisión efectiva por delitos de abuso sexual en perjuicio de una niña y una joven. En ese momento se le revocó la prisión domiciliaria y se dispuso su traslado al penal de Villa Las Rosas.

La condena fue por "abuso sexual gravemente ultrajante y en concurso ideal con corrupción de menores agravada", en perjuicio de una niña que tenía menos de 13 años. También fue sentenciado por abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de una joven de 19 años.

En su momento Casabella Dávalos presentó un recurso de casación ante el Tribunal de Impugnación, pero éste confirmó la condena. Luego siguió con un recurso de inconstitucionalidad ante la Corte de Justicia de Salta y aún se espera la resolución.

El abogado de Teruel denunció que durante la internación el Servicio Penitenciario mantuvo a Teruel "atado con una cadena en el tobillo", y con candado amarrado a la cama. La jueza Mónica Faber ordenó que le retiraran las medidas de sujeción, poco después el defensor realizó otra denuncia por desobediencia judicial al director de la Unidad Carcelaria 1, Lisandro Vilte; al jefe del Servicio Penitenciario, Ramiro Gutiérrez, y al mayor Cristian Martínez, y los acusó de negarse a acatar la orden. Finalmente le sacaron la cadena.