El embajador argentino ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi, anunció que esta semana habrá una reunión en ese organismo para analizar el intento golpista desatado este domingo en Brasil, pero relativizó el nivel de influencia positiva que podría tener un pronunciamiento al respecto. “Es mucho más fuerte Lula que la OEA”, sentenció.

La OEA “ha perdido toda credibilidad. Podrá hacer un pequeño aporte pero no creo que sea fundamental”, evaluó el dirigente durante una evaluación de los hechos en la que sostuvo que el respaldo más importante que podría tener el gobierno brasileño es el apoyo de los países de la región.

En su opinión, “es mucho más fuerte el apoyo que den sinceramente presidentes individualmente que lo que haga la OEA, con o sin (su presidente, el cuestionado Luis) Almagro”, consideró Raimundi y adelantó el cónclave previsto para los próximos días.

“Hay países que pidieron una reunión esta semana, y Argentina va a participar, pero no porque la OEA vaya a fortalecer a Brasil. Es mucho más fuerte Lula que la OEA”, sostuvo, además de expresar su “condena y repudio” por los hechos ocurridos en Brasilia, cuando una horda de militantes que responden al ex presidente Jair Bolsonaro tomaron las sedes de los tres poderes de la república.

“Hay una conexión regional internacional de una parte de la derecha"

Por otra parte, señaló que esas manifestaciones incitadas “por mensajes de odio y resentimiento” de la derecha brasileña tiene “conexiones regionales” con otros hechos de violencia. “Indudablemente hay una coordinación de los hechos que tuvieron lugar en Bolivia y del magnicidio fallido” contra Cristina Kirchner en la Argentina, expresó durante una entrevista por El Destape.

“Hay una conexión regional internacional de una parte de la derecha, la ultranacionalista, ultra reaccionaria” vinculada a “un grupo que está buscando un caos sistémico, un desorden generalizado para después justificar un orden neofascista”, analizó.

Frente a este escenario, añadió, las medidas represivas adoptadas por el gobierno de Lula Da Silva “no van a cambiar la tendencia” que propone la derecha. El mejor remedio para combatir esas intentonas, agregó, es tener gobiernos “que mejoren la vida cotidiana” de la gente.

“Uno puede controlar un episodio, pero para controlar una tendencia mundial hay que hacer políticas muy fuertes que satisfagan a los sectores de mayor vulnerabilidad. Mejorarles la vida cotidiana”, de modo tal que no adhieran a consignas golpistas, opinó.

“Lo que la política tiene que hacer es que los pueblos vivan más felices”, agregó el representante argentino ante la OEA, quien por otra parte relativizó también las declaraciones de repudio de sectores de la derecha que, a pesar de haber condenado los hechos de Brasilia, son parte de quienes promueven acciones contra el orden democrático.

Hay una derecha que condenó lo de ayer, pero que es igualmente tributaria del capital financiero globalizado que, aunque tenga mejores modales, se quiere quedar con nuestros recursos”. En ese sentido, concluyó, “mi condena, la que yo exprese desde el sur, no es la misma que viene desde el norte”.