El comisario Álvaro Rosales, imputado el último día de 2022 por abuso sexual en perjuicio de una cadete dentro del Instituto de Seguridad Pública (ISEP), pasará el verano tras las rejas. Así lo resolvió el camarista Guillermo Llaudet en la audiencia donde se confirmó la prisión preventiva hasta marzo. Se trata del policía que cumplía funciones en Villa Constitución y que ya estaba imputado en libertad por el delito de abuso de autoridad, pero que en los últimos días sumó la acusación por un hecho contra la integridad sexual, cometido el 4 de marzo de 2021, y fue detenido en el marco del caso que está a cargo del fiscal José Luis Caterina. Por otro lado, en las últimas horas se conocieron datos en relación a que su nombre está bajo la lupa de la Justicia Federal en el marco de una causa tráfico de drogas.
La audiencia realizada en feria en la Cámara Penal tuvo que ver con el pedido de la defensa para que se revise lo resuelto diez días antes, en primera instancia, cuando Caterina, fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación, hizo la imputación al comisario por un hecho contra la integridad sexual y abuso de poder, cometido en las dependencias de Alem al 2000, donde la víctima era cadete del Isep.
"Abuso sexual mediando abuso coactivo e intimidatorio de una relación de autoridad o poder, agravado por ser cometido por personal perteneciente a las fuerzas policiales o de seguridad, en ocasión de sus funciones en calidad de autor", es la figura achacada.
En aquella audiencia, realizada el 31 de diciembre pasado, la jueza Verónica Lamas González hizo lugar al pedido de Fiscalía, por lo que dispuso la detención por 90 días para el comisario acusado, que se desempeñaba como jefe de una de las compañías femeninas en la fecha del hecho. Esa decisión fue ratificada este lunes por la tarde.
Según indica la imputación, dentro de la oficina denominada “Detal”, el acusado abusó sexualmente de la víctima, cuando le habló de una sanción por lo que entendió como una contraorden, y le aclaró que lo podían "arreglar por otro lado". En ese contexto se cometió el hecho, hasta que la víctima retrocedió y se retiró del espacio. El comisario le espetó que “todas las decisiones que tomamos tienen consecuencias”.
Tras aquella primera audiencia, se supo que cuando fue detenido, el 29 de diciembre pasado, se le secuestró un vehículo Mercedes Benz 250 Compressor que había estado secuestrado en dependencias de las las TOE -en el marco de una causa a una corredora de granos- hasta que se dio oficio desde una fiscalía para que sea entregado al comisario, supuestamente para afectarlo a la función. Esa situación llamó la atención y también está en investigación.
Sumado a ello, en las últimas horas trascendió información que Rosales y otros tres policías, dos de ellos de alto rango también, están bajo investigación en una causa que investigan la Justicia Federal y la provincial en relación al ingreso de droga desde la zona de Campana a Rosario. En los últimos días un funcionario responsable del área de inteligencia en Rosario fue interceptado por personal de Gendarmería por orden del juez federal Vera Barrios para secuestrarle su celular aunque no se lo privó de la libertad. La medida está relacionada a la sospecha de que el funcionario de inteligencia filtró información sobre vehículos en los cuales se movilizaba al menos uno de los policías investigados.