El 2022 fue el quinto año más cálido desde que existen registros, por debajo de 2016, 2020, 2019 y 2017, según un informe realizado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Entre las consecuencias, se encuentra el aumento del nivel del mar y la pérdida de volumen de los glaciares. 

El aumento de la temperatura que se registró en 2022 se situó peligrosamente cerca de los 1,15 grados establecidos por el Acuerdo de París como límite, indicaron, mientras que enumeraron como algunas de las consecuencias del cambio climático a "las sequías en el Cuerno de África, las devastadoras inundaciones en Pakistán y las históricas olas de calor en Europa, China y América".

A su vez, indicaron que las temperaturas pudieron haber sido incluso superiores a las registradas, pero fueron amortiguadas por el fenómeno La Niña, que provoca cíclicamente una disminución. Si bien su influencia continuará en el primer trimestre de 2023, este efecto de enfriamiento será "efímero" y no invertirá la tendencia de calentamiento a largo plazo provocada por "los niveles récord de gases de efecto invernadero" que atrapan el calor en la atmósfera, añadieron. 

Consecuencias de las altas temperaturas

El nivel del mar siguió subiendo hasta alcanzar en 2022 un nuevo récord. Desde enero de 2020, aumentó casi 10 milímetros, lo que supone aproximadamente el 10% del aumento global desde el inicio de las mediciones por satélite en 1993.

También los glaciares fueron perjudicados. La escasez de nieve en el invierno de 2021-2022, combinada con un verano excepcionalmente cálido en Europa, provocó una pérdida récord del volumen de estas masas de hielo en Suiza, con una bajada del 6% en doce meses. En los últimos 21 años, la caída ha sido de más de un tercio, de acuerdo con la OMM.

Un dato alentador: la capa de ozono se recupera

Un dato alentador es que hay posibilidad de revertir los daños. Ejemplo de ello es la capa de ozono, donde la acción humana para salvarla funcionó como se esperaba y es posible que se recupere en solo unas décadas, según señala la ONU. Un acuerdo internacional firmado en 1987 para dejar de usar los productos químicos nocivos que dañan la capa tuvo éxito, indicó la evaluación del organismo internacional.

Fue en 1985 cuando científicos descubrieron un gran agujero en la capa de ozono, y dos años después se firmó el Protocolo de Montreal, en el cual 46 países se comprometieron a eliminar gradualmente los químicos dañinos. Posteriormente, el acuerdo se convirtió en el primer tratado de la ONU en lograr la ratificación universal, y casi el 99% de las sustancias prohibidas que agotan la capa de ozono ya se han eliminado.

La capa de ozono es una parte delgada de la atmósfera terrestre que absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta del sol. Cuando se agota, esta radiación puede llegar a la superficie y causar daños potenciales a los humanos y a otros seres vivos.

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