A menos de una semana de que Diputados emita los dictámenes sobre las modificaciones al actual sistema del Impuesto a las Ganancias que llegarán al recinto el martes 6 de diciembre, los distintos bloques opositores buscan “puntos mínimos de coincidencia” con una premisa común: bajar considerablemente los casi dos millones de trabajadores que hoy tributan el impuesto. Una definición que los aleja de la propuesta que el Gobierno envió al Congreso y que consideran “regresiva”, ya que al no contemplar todo el aumento inflacionario de este año establece pisos salariales bajos para el mínimo no imponible a partir del cual se fija el tributo y terminaría por sumar el año próximo muchos más trabajadores que pagarían el impuesto.
El cronograma legislativo que el Gobierno acordó con la oposición fija para el martes próximo una “reunión informativa” donde se establecerá  cuáles de los 72 proyectos que –originalmente componían la suspendida sesión opositora– serán parte del debate. Allí, Cambiemos se aferrará al proyecto que el ministro Alfonso Prat-Gay envió el martes por la noche al Congreso. En tanto, los bloques opositores insistirían con sus propias iniciativas, aunque ya comenzaron las rondas de consultas y negociaciones entre ellos: ninguno tiene las manos suficientes como para imponerse a un oficialismo que buscará abroquelarse, por lo que necesitarán consensuar propuestas.
Habrá que ver si el massista Frente Renovador termina de plasmar en un proyecto propio las propuestas con que su líder Sergio Massa lanzó su campaña con una “calculadora” en su cuenta de la red social Facebook, donde invita a sus seguidores a comparar cuánto pagaría de Impuesto a las Ganancias un trabajador según el proyecto del Gobierno y el propio. Un cálculo en el que Massa sale siempre victorioso, ya que con un mínimo no imponible de 48 mil pesos para los casados con dos hijos y 34 mil para los solteros, los trabajadores tributarán menos que con los pisos propuestos por el Gobierno: 28700 y 21700, respectivamente.
El Frente para la Victoria buscará unificar las iniciativas de su jefe de bloque, Héctor Recalde, y del neuquino Darío Martínez, cuyo proyecto presentado en marzo ya proponía un mínimo no imponible para la cuarta categoría similar a los presentados por Massa hace una semana. Las diferencias con los renovadores pasa por el financiamiento, donde el FpV-PJ incluye –entre otras– grabar las operaciones de dólar futuro.  
El Bloque Justicialista mantendría el proyecto elaborado por Diego Bossio y el sindicalista mecánico Oscar Romero. Victoria Donda, Libres del Sur, presentó un proyecto en tándem con el ex diputado de Unidad Popular Claudio Lozano, mientras sus socios socialistas tienen el propio. Lo mismo que el Frente de Izquierda y otros bloques menores.  
De todas maneras, los distintos bloques opositores ya comenzaron a definir puntos de coincidencia que debería tener el proyecto que aprobaría la Cámara baja: la meta central estará puesta en la cuarta categoría, que establece el piso a partir del cual los trabajadores comienzan a tributar Ganancias; modificar las escalas que aportan las distintas categorías que arrancarían entre el 2 y el 2 y medio por ciento (y no el 9 como ahora) para la más baja e iría en aumento hasta llegar a entre un 28 y un 35 por ciento para la más alta; además de establecer por ley un mecanismo de actualización automática anual para que la misma no dependa de la voluntad de los gobiernos de turno. 
También existen coincidencias en que los trabajadores que tributan puedan deducir del mismo el valor de los alquileres en caso de no tener vivienda propia y en establecer una deducción 30 por ciento del impuesto para los trabajadores patagónicos que reciben un plus salarial por zona desfavorable. Todavía no hay acuerdo en la propuesta kirchnerista de que se pueda deducir del impuesto por conviviente, que el nuevo Código Civil equipara con el conyugue y que el sistema fiscal no contempla. Tampoco sobre la propuesta de grabar los plazos fijos.
Desde los bloques opositores aspiran a acordar en al menos diez puntos básicos del proyecto. Una discusión contrarreloj ya que el jueves habrá que emitir dictamen para que el 6 de diciembre llegue al recinto.