Un estudiante de Medicina inteligente, impecable, respetuoso y responsable. Eso solía decir la familia de Marcos Vitor Aguiar Dantas Pereira hasta que un día se enteraron de su personalidad oculta: sometía sexualmente a adolescentes familiares. Llegó a confesar los abusos, pero escapó de Brasil, se mantuvo prófugo durante largos meses, y en las últimas horas fue detenido sorpresivamente en pleno centro de Mar del Plata, frente a un reconocido shopping, durante un operativo de la Policía Federal Argentina (PFA).

Aguiar Dantas Pereira vivía en la zona este de Teresina, una ciudad ubicada dentro del estado Piauí de Brasil. En 2019, se mudó a Manaus con la idea de estudiar Medicina y gracias a esa distancia una prima reunió fuerzas para romper el silencio y dar a conocer el horror que había vivido con él durante un viaje a Uruguay. Los familiares no dudaron y pronto se acercaron a la Justicia para denunciar los hechos pero al principio no vieron grandes movimientos en la causa.

Entonces, a mediados del 2021, decidieron exponer la aberrante historia en las redes sociales para presionar a las autoridades judiciales y acelerar la detención del denunciado, ya que desde ese momento era incierto su paradero. La naturaleza del caso conmovió a la opinión pública de inmediato y estalló en los principales medios de Brasil.

La hija de una abogada familiar de la madrastra del acusado, recibía tratamiento psicológico desde los seis años, había tenido cambios de conducta e incluso intentó suicidarse. Recién a los trece años pudo contar las agresiones que sufrió. Y con su testimonio empezaron a salir a la luz más casos de abuso sexual infantil asociados a otra prima y dos hermanas suyas de tres y nueve años.

Según los testimonios recabados en la Delegación para la Protección de la Niñez y la Adolescencia, las niñas denunciaron abusos frecuentes en el hogar y durante viajes familiares. Los mismos relatos detallaron que el estudiante de Medicina solía someterlas sexualmente cuando se encerraba con ellas en una habitación, jugando videojuegos, o en el baño, mientras se duchaban.

“Me tiraba la sábana de madrugada y manipulaba mucho mis partes íntimas, me dolía mucho, me pasaba la noche llorando, asustada, angustiada. Y me decía que si se lo contaba a alguien nadie me iba a creer porque él era considerado un muy buen chico”, describió una de las niñas abusadas.

El denunciado aparentaba una vida juvenil absolutamente normal: además de estudiar Medicina, había llegado a mostrarse con dos novias “estables” frente a su familia en los últimos años. “Nadie sospechaba, no bebía, no fumaba, siempre tuvo una novia estable. Salió durante varios años, se separó cuando se fue a Manaus y ya tenía otra novia ahí. No era de ir a fiestas, no estaba encima de los niños. En toda mi familia nadie pensó que pudiera hacer eso. Y las chicas dicen que lo hizo innumerables veces”, reconoció la abogada.

En la misma sintonía, la madrastra del joven aseguró que Aguiar Dantas Pereira “siempre fue criado como un hijo” y coincidió en que tampoco había elementos para sospechar de él aunque, después de conocer las denuncias, recordó algunas actitudes extrañas: "Una vez, un médico publicó en Instagram una foto de un bebé con un tumor en la región sacra. Luego me preguntó si tenía la foto original en la que aparecía el paciente desnudo".

Por su parte, Rodrigo Araújo, el abogado de la familia, también insistió en declaraciones al diario brasileño O Globo que Marcos Vitor era considerado un “joven impecable, educado, respetuoso, inteligente y estudioso”. Inclusive, comentó que en sus redes sociales solía defender el rigor de las condenas frente a los violadores.

La confesión por WhatsApp

En el transcurso de la investigación, la madrastra presentó a la policía brasileña copias de mensajes de WhatsApp donde Aguiar Dantas Pereira le confesó las aberraciones que cometió. "Esa fue una parte oscura de mi vida de la que me avergüenzo mucho y de la que nunca quise volver. No hay nada que justifique lo que pasó, nada que me detenga”, escribió el joven.

En la misma conversación, Aguiar aseguró que su sueño era llevar a sus hermanas a estudiar a Estados Unidos y concluyó: “Solo puedo pedir perdón por ti y toda la familia que me acogió tan bien, hago lo que sea para tratar de revertir todo el impacto negativo que causé, lo que sea para dejar este pasado a un lado. Entiendo si no me perdonan; yo tampoco sé si me perdonaría a mí mismo, pero quiero que sepas que ese no soy yo”.

Condena

A principios de noviembre del año pasado, el joven fue condenado a 33 años, ocho meses y siete días de prisión. Si bien recibió cuatro denuncias en su contra, y hasta no se descarta que haya sido mayor el número de víctimas, el titular del Juzgado Penal en lo Criminal Nº5 de Teresina, Raimundo Holland Moura Queiroz, encontró pruebas suficientes para condenarlo por dos casos de abuso sexual infantil.

Por la violación de su propia hermana, Aguiar Dantas Pereira recibió una pena a 23 años y cuatro meses de cárcel mientras que por la de su prima, fue sentenciado a 10 años, cuatro meses y siete días.

La vida de fugitivo

Un mes antes, la Justicia brasileña había dictado la prisión preventiva de Aguiar y desde esa fecha se lo considera oficialmente prófugo. Su destino de fugitivo terminó increíblemente en pleno centro de Mar del Plata, cuando agentes federales lo encontraron el miércoles caminando por Belgrano y La Rioja, en inmediaciones del shopping Los Gallegos. El reciente hallazgo no fue una casualidad sino el resultado de una compleja investigación por parte de los detectives.

En el marco de las tareas que se desplegaron por la orden de captura internacional emitida desde Brasil, la División Federal de Fugitivos y Extradiciones de Interpol pudo verificar en los últimos días que Dantas, con una nueva identidad, permanecía escondido en Argentina, en una vivienda de Mar del Plata ubicada en la calle Almafuerte al 3400. Las autoridades corroboraron que solía andar por el centro marplatense, por lo que se coordinó rápidamente un operativo con la Superintendencia de Cooperación Policial Internacional de la Policía Federal para atraparlo en la misma zona.

Cuando finalicen las diligencias judiciales de extradición, Marcos Vitor Aguiar Dantas Pereira sería trasladado a Brasil para cumplir su condena. Por el momento, permanece detenido en la División Unidad Operativa Federal de Mar del Plata de la PFA.