Desde Santa Fe

Aguas Santafesinas SA (ASSA) pidió ayer un aumento de tarifas del 80% para 2023 con el mismo argumento que en 2022 logró un incremento del 60%, en tres tramos. Esto es: mantener la misma proporción de aportes para solventar el costo del servicio: el 60% a cargo del Estado provincial y el 40% con los ingresos de la empresa. Lo que significa que de cada 100 pesos invertidos en la operación de los servicios, 60 los aportan “todos los santafesinos, sean o no usuarios de Aguas Santafesinas”. Para amortiguar el anuncio, ASSA esgrimió un planteo político: explicó que en 2019 la facturación propia cubría el 80% del servicio (20% a cargo del Estado); en 2020 y 2021 mantuvo congeladas las tarifas y en 2022 el aporte de la provincia saltó al 60%, que es lo que se quiere mantener en 2023. “Si planteara el objetivo de recuperar la proporción” de 2019 con “el 80 % de cobertura de gastos con la facturación propia, la tarifa debería aumentar más del 300 %”, agitó. “Por el contrario, lo que se pretende es sostener en 2023 una proporción de aportes del Estado similar a la de 2022: 60 %”. Por lo tanto, si el gobierno acepta la propuesta, “el 74 % de los usuarios residenciales pagará menos de 2.600 pesos bimestrales, es decir 1.300 pesos por mes”, justificó la empresa.

En el primer día hábil de febrero, Aguas Santafesinas impresionó con un pedido de aumentos de sus tarifas del 80% para el año 2023, pero sin especificar la forma de pago. En 2022, había solicitado un incremento del 60% en dos tramos (40 y 20), que el Ministerio de Infraestructura de la provincia autorizó, pero en tres cuotas: el 30% en marzo, el 20% en setiembre y un 10% en noviembre. Fue la primera actualización después del congelamiento del precio del servicio en la pandemia, en 2020 y 2021.

La empresa justificó el aumento del 80% para que el costo del servicio se financie en la misma proporción que el año pasado: el 60 con aportes de la provincia y el 40% con la facturación propia. “En el año 2020 –recordó-, el Estado provincial aportaba el 41% de los gastos operativos de Aguas Santafesinas. Pero en el año 2022, ese aporte estatal se elevó al 59 %. Es decir que, cada 100 pesos” que demanda el costo del servicio, 60 salen de los bolsillos de “todos los santafesinos, sean o no usuarios de Aguas Santafesinas”.

En consecuencia, si la empresa “se planteara como objetivo recuperar la proporción del 80 % de cobertura de gastos con la facturación propia –como sucedía en 2019-, la tarifa debería aumentar más del 300 %. Por el contrario, lo que se pretende es sostener en 2023 la misma proporción de aportes del Estado a la de 2022: el 60 %", explicó.

El pedido de la empresa fue elevado al Ministerio de Infraestructura, que deberá resolver, como ocurrió en 2022. Según Aguas Santafesinas, “el 74 % de los usuarios residenciales pagarán menos de 2.600 pesos por bimestre, es decir 1.300 pesos por mes por el servicio de agua potable y desagües cloacales”.

La “estructura de costos” de Aguas Santafesinas está compuesta por “rubros críticos” sujetos al aumento de precios relativos “por la inflación y el tipo de cambio”, señaló. Pero también, por nuevas obras, entre ellas la ampliación de los acueductos Desvío Arijón y Reconquista, el nuevo acueducto San Lorenzo y otras inversiones para amortiguar “la bajante extraordinaria” del río Paraná y “mejorar la calidad" del agua.

“En estos tres años, Aguas Santafesinas ejecutó y tiene en ejecución más de un centenar de obras destinadas a mejorar y ampliar los servicios de agua potable y saneamiento a su cargo, tanto en las 15 ciudades servidas en forma directa como en los sistemas de acueductos que opera". "Entre esas obras se encuentran en ejecución las ampliaciones de las plantas potabilizadoras de la ciudad de Santa Fe y el Acueducto Gran Rosario, destinadas a optimizar y extender el servicio en beneficio de 1.500.000 habitantes, con un horizonte de servicio de 30 años. Solo estas dos obras implican una inversión cercana a los 15.000 millones de pesos de los gobiernos nacional y provincial”, fianlizó.