Las familias afectadas por el incendio de Pedro de Mendoza 1447, en La Boca, donde murieron cuatro personas, acampan desde el jueves en la calle frente al inmueble que, según el peritaje que realizó el Gobierno porteño, tiene peligro de derrumbe. Son 33 familias en total, con treinta hijos, varios de ellos bebés. Para los vecinos, los daños del incendio intencional fueron superficiales y el inmueble no está en riesgo. Sin embargo, las autoridades locales no les permitieron ingresar a sus viviendas con un arquitecto para comprobar el estado del edificio, por lo cual denunciaron un “desalojo de facto”, y adelantaron que acudirán a la Justicia y acusarán al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, por “abandono de persona”.  

“Desde el jueves estamos en la calle, con los chicos, el frío y la lluvia. Sólo pedimos que nos dejen entrar. Ahí están todas nuestras cosas. Todas las casas son de material y lo único que se quemó es una medianera de madera. No queremos ni un subsidio ni nada, queremos volver a nuestras casas”, dijo a Página/12 María de los Ángeles Bustos, quien vive en la antigua casona desde el 2001, junto con su marido y sus cinco hijos.

Bustos cuenta que tanto ella como su esposo trabajan como encargados de edificios y que con ese ingreso pudieron remodelar su casa y cambiar la loza del techo. “No queremos ni subsidios ni paradores, solo queremos entrar. Es mentira que esté en peligro de derrumbe”, insistió la mujer en la puerta de la casa, bloqueada por una custodia policial. Las imágenes del interior del conventillo se conocieron este fin de semana, luego de que el legislador Gustavo Vera hiciera un recorrido por el inmueble, acompañado por un vecino, visita que fue registrada con un celular. El único daño que se observa es el del piso en la habitación donde habría comenzado el fuego.

“Yo fui uno de los primeros en llegar cuando recibimos la alerta y vimos el incendio generalizado en una de las piezas. El incendio fue provocado intencionalmente con un colchón y lo que se puede ver afectado es el piso donde estaba el colchón”, explicó Eduardo Pelegrino, bombero voluntario de Barracas. Según su experiencia, el inmueble no parece estar en riesgo. “No hay ninguna grieta ni rajadura. Además, la misma arquitecta dijo que no hay riesgo en la casa que está exactamente debajo de la planta que se podría llegar a derrumbar”, sostuvo Pelegrino.

Según el relato del bombero, los vecinos se autoevacuaron apenas sintieron el humo. “Estas casas viejas son de un material muy bueno. Lo único que reventó fue el revoque nuevo. Por eso había que esperar unas horas hasta que se enfriara. Pero el fuego no se extendió a otros cuartos”, completó Pelegrino.

Para Vera, el Gobierno porteño usó el incendio como un “desalojo de facto”. “No hay ninguna faja de clausura, no hay número de causa judicial ni ninguna notificación. Sospechamos que están usando esta cortina de humo para sacar a los vecinos. La gente salió por sus propios medios y después dibujaron un dictamen de una arquitecta que ni entró al lugar. Se asomó desde la puerta”, denunció el legislador. 

Vera también anticipó que presentará un amparo contra el Gobierno porteño “por impedir que las familias ingresen a sus hogares”. Hasta ahora los vecinos pasan los días a la intemperie. Sólo consiguieron un micro prestado para que los más chicos duerman bajo techo.