Tres peritos declararon en el juicio por el femicidio de Lucía Pérez, la adolescente asesinada y violada en 2016 en Mar del Plata, que la principal hipótesis sobre la causa de muerte de la adolescente apuntó a una falla cardíaca vinculada al consumo de cocaína y que no era posible descartar un abuso sexual pese a la falta de signos de un ataque de ese tipo.

Los primeros en declarar ante el Tribunal Oral 2 marplatense fueron las médicas Silvina Cabrera y Gabriela Tinto y el bioquímico Sebastián de los Reyes, miembros de la Asesoría Pericial de Suprema Corte provincial. Estos peritos fueron quienes durante la instrucción de la causa determinaron que la muerte de la adolescente de 16 años se habría producido a partir de una "asfixia tóxica con congestión y edema pulmonar" debido a una falla cardíaca.

Los tres declararon de manera conjunta durante más de tres horas en el sexto piso de los tribunales y apuntaron en el mismo sentido en el que lo hicieron en el primer juicio, en 2018.

A partir de los resultados de la autopsia, los peritos aseguraron que Lucía mantuvo relaciones entre 15 minutos y media hora antes de morir, y aunque indicaron que con los elementos analizados no hay indicios de un abuso, tampoco es posible descartarlo.

Por otra parte, los testigos declararon que no encontraron marcas de resistencia a una posible agresión en el cuerpo de la chica y entendieron que el cadáver no fue lavado antes de ser trasladado a una sala de salud del barrio Serena, en el sur de la ciudad, donde se constató la muerte a las 15.30 del sábado 8 de octubre de 2016.

También brindó sus testimonio Adalberto Bonvicini, médico del Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio Público Fiscal, quien dijo que tenía marcas compatibles con una relación sexual "brusca o violenta", no una "normal", sin poder afirmar si fue o no con consentimiento. 

En la audiencia se exhibieron imágenes de la autopsia, por lo que no estuvo permitida la presencia de público ni periodistas.