Tras varios meses de un silencio casi absoluto, Jair Bolsonaro anunció este martes que en marzo regresará a Brasil para liderar la oposición de la derecha contra el gobierno del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva. El expresidente brasileño abandonó el país con destino a Orlando, Estados Unidos, el 30 de diciembre, dos días antes de terminar su mandato.

"No estoy muerto", sostuvo Bolsonaro, en declaraciones al diario financiero estadounidense The Wall Street Journal, que lo entrevistó en Orlando. 

Además, durante el reportaje, volvió a poner dudas sobre el proceso electoral que perdió ante Lula en octubre.

"No estoy diciendo que hubo fraude pero sí que el proceso electoral fue sesgado", sostuvo el líder ultraderechista, cuyos seguidores asaltaron los edificios de los tres poderes, el pasado 8 de enero, para intentar un golpe de estado que desalojara del poder a Lula por creer que la elección estuvo manipulada.

Y lanzó ironías sobre el ataque a la democracia brasileña, tras el que fueron detenidas más de 900 personas de la ultraderecha. "¿Golpe? ¿De qué golpe me hablan? ¿Dónde estaba el comandante, las tropas, las bombas?", minimizó.

Bolsonaro debe enfrentar en primera instancia judicial al menos cuatro procesos, mientras está siendo investigado por su vinculación con el intento de Golpe de Estado. La causa está a cargo del juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema).