Transcurre el tiempo previo a las elecciones, cuando todas las agrupaciones internas partidarias miden sus fuerzas y la izquierda no es la excepción. Tras el temprano lanzamiento de la precandidatura de Myriam Bregman y Alejandro Vilca a presidenta y vice respectivamente, postulada por el Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS) dentro del Frente de Izquierda, fue anunciada la fórmula Celeste Fierro-Alejandro Bodart por parte del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), y ahora se lanzaron Gabriel Solano y Romina del Plá, por el Partido Obrero (PO) dentro de esa coalición de partidos del trotskismo. Las pocas expresiones por afuera, algunas instan a la unidad de la izquierda (Nuevo MAS) y otras aún no hay llegado a dar este debate (AyL). "Creemos necesario plantear nuestros precandidatos y precandidatas para no dar la disputa en desventaja, que nuestra propuesta se vaya consolidando y posicionando", expresó Bregman en aquel momento.

Corría junio y poco antes del inicio del invierno el Congreso anual del PTS propuso como precandidatos a la fórmula Bregman-Vilca, a propuesta de Nicolás del Caño. En ese encuentro también se votó un "manifiesto programático para la organización y la pelea para derrotar el ajuste del FMI, el Gobierno, la oposición derechista y los empresarios, además del apoyo activo a las luchas del Sutna, Bagley y las organizaciones de desocupados opositores". Pasados los meses, Guillo Pistonesi explica que esa decisión se tomó "convencidos de que no podíamos dejar que la danza electoral que había comenzado Juntos por el Cambio y el oficialismo quedara en manos de las dos coaliciones que defienden en ajuste y el pacto con el FMI". El dirigente admite ante Página12 que desde el PO fueron cuestionados por haberse "anticipado" y ser "electoralistas", y replica que "el pueblo trabajador no sólo tiene que escuchar al gobierno y a la oposición de derecha sino también nuestra voz". Y confirmó que pronto comenzarán los encuentros entre estos partidos, junto con Izquierda Socialista (IS) y el Movimiento de Trabajadores Socialistas (MST), que también integran el Frente, para definir "cuál es la mejor fórmula".

El fin de semana pasdo, el PO, segundo socio del FIT-U por su volumen de militantes, proclamó a Gabriel Solano como precandidato a presidente para las próximas elecciones y a Romina del Plá para la vicepresidencia, en un plenario nacional que tuvo lugar en el microestadio de Lanús. También proclamó las precandidaturas de Néstor Pitrola como gobernador de la provincia de Buenos Aires y de Vanina Biasi para la Jefatura de Gobierno de Ciudad de Buenos Aires. "Tenemos una visión crítica de la actual política del FIT-U, no está siendo un factor disruptivo y no queremos que el lugar contestatario y de denuncia del régimen quede en manos de la derecha reaccionaria de Milei", dijo Solano a Página12. "Necesitamos una izquierda que se plante, que pelee, que luche, que sea independiente de los políticos del sistema, no una izquierda light que se conforme con conseguir una banca parlamentaria más", agregó el diputado trotskista. Para eso desde el PO proponen "un Congreso Abierto del Frente de Izquierda-Unidad para que participen miles y miles de luchadores de todo el país".

El tercer socio del FIT-U, IS, planteó una propuesta unitaria con la fórmula Bregman-Solano, en contra de "la división del FIT-U en las PASO". El legislador Juan Carlos "Gringo" Giordano dijo que "desde Izquierda Socialista, integrante fundador del Frente de Izquierda desde el 2011, estamos en contra de la división del FIT-U presentando distintas fórmulas presidenciales para las PASO". En esa línea, reiteró su "posición discordante con los otros tres partidos del Frente de Izquierda y las/los Trabajadores-Unidad (FIT-U) sobre que cada partido haya lanzado su propia fórmula presidencial".

Por su parte, el ex legislador y secretario general del MST, Alejandro Bodart, destacó en diálogo con este diario que "el FIT-U es un logro muy importante ya que ha permitido que la izquierda se transforme en un actor político de peso en el país", y consideró como "lógico que haya tres fórmulas presidenciales lanzadas" en ese espacio. "Hemos anunciado la precandidatura a presidente de mi compañera Cele Fierro, acompañada por mí como vice, como un sector que quiere superar lo meramente electoral y transformar el frente en un gran movimiento político permanente que debata como intervenir juntos y unitariamente en cada lucha política y social". 

Bodart planteó que aspiran a una mayor apertura aún con la convocatoria a "referentes sociales de izquierda, independientes y la intelectualidad que nos apoya y no está organizada en alguno de los cuatro partidos y una política más ofensiva hacia el resto de las pequeñas organizaciones de izquierda que todavía no se han incorporado". Para el dirigente del MST, el FIT-U "no debe ser sectario, debe ampliar su base militante". En cuanto a las candidaturas, expresó: "Estamos abiertos a buscar un acuerdo para listas comunes, de no lograrse las PASO son una instancia válida para resolver todo y luego ir juntos a las elecciones generales". 

Afuera del FIT-U

Desde el Nuevo MAS (Movimiento Al Socialismo), Manuela Castañeira expresó que "semanas atrás hemos realizado un llamado a las fuerzas del FIT-U para unificar a la izquierda en Neuquén y Rio Negro donde habrán elecciones pronto, y la respuesta ha sido el rechazo. Incluso en cada caso que tratamos de lograr la unidad el año pasado en diversas elecciones sindicales o estudiantiles, se negaron". A su criterio, "el FIT-U sigue encerrado en su interna eterna de espaldas a la realidad, Bregman lanzó su candidatura hace un año y no hacen otra cosa que pelearse entre ellos". Castañeira afirmó que seguirán "tratando que exista una expresión unificada de la izquierda" y a fines de marzo lanzarán su precandidatura presidencial”. Página12 quiso saber si nuevamente será ella la candidata, pero esa respuesta quedó postergada para dentro de un mes.

En tanto, en las filas de Autodeterminación y Libertad (AyL), la agrupación fundada por Luis Zamora, informaron que aún no comenzaron a debatir las cuestiones vinculadas a las próximas elecciones.

Por su parte, Política Obrera (ex PO-Tendencia) manifestó, en la voz del ex legislador Marcelo Ramal, que están discutiendo "un programa para intervenir en la campaña electoral", y comentó que en breve terminarán el trámite en la justicia para obtener la personería nacional del partido, una escisión del PO cuando en 2019 fue expulsado su histórico referente, Jorge Altamira. "Eso nos va a habilitar a la presentación de candidaturas en todo el país, y en abril haremos un congreso para determinar quiénes serán nuestros candidatos".

PASO o no PASO

Pistonesi, del PTS, explicó que sí llegaron a acuerdos y no habrá PASO en Neuquén y Río Negro, donde presentarán listas comunes. Sin embargo, planteó que "a nivel nacional las PASO son un recurso valido". No piensan lo mismo en el PO, se inclinan a que se decida en un congreso donde participen también los movimientos sociales como el Polo Obrero. Para el PTS, en ese tipo de "movimientos reivindicativos" hay luchadores de todas las ideologías. "Los respetamos pero consideramos que a los candidatos los tiene que proclamar la militancia de izquierda consciente de nuestros partidos o sino que sean las PASO", apuntó el dirigente.

Para Solano, "la deliberación y el debate democrático entre luchadores no es una PASO, que es una interna organizada por el Estado y manipulada por los medios de comunicación, donde participa un electorado que no tiene que ver con el socialismo, mientras que el método histórico de la izquierda es el congreso, la asamblea y el plenario, eso le daría más fuerza al FIT".

A esta posición le salió al cruce el dirigente nacional del PTS, Christian Castillo. "El PO "ratifica una orientación movimientista donde se reduce la construcción de la izquierda revolucionaria" a "la intervención en un movimiento reivindicativo como es el movimiento piquetero, disolviendo cada vez más al Partido Obrero en el Polo Obrero, lo que los ha llevado a dejar de intervenir en numerosos terrenos de lucha". Y señaló que "el planteo que ya hemos criticado de un 'movimiento popular con banderas socialistas' es la concreción de una estrategia verdaderamente light para la izquierda, desapareciendo la clase trabajadora como el sujeto dirigente y central de la emancipación social".