El titular del fondo especulativo NML Capital, Paul Singer, se ufanó en un reportaje de las fabulosas ganancias que obtuvo con los títulos de deuda argentinos, con la llegada de Mauricio Macri al gobierno. “La idea es ganar dinero todo el tiempo, y no nos fue difícil sostener los bonos argentinos durante todos esos años, porque hasta la llegada del actual gobierno nadie se sentó a negociar con nosotros”, sostuvo el representante emblemático de los fondos buitre que especularon contra Argentina y su deuda en default desde diciembre de 2001. Según una investigación realizada, entre otros, por el economista argentino Martín Guzmán para un centro de estudios canadiense, NML Capital había pagado 177 millones de dólares por los bonos argentinos que ya estaban en default, y llegó a cobrar 2426,6 millones de dólares en abril de 2016 cuando el flamante gobierno de Cambiemos apuró un acuerdo para cerrar el conflicto y volver a endeudarse. Una ganancia bruta de 1270 por ciento, sin descontar los gastos por las campañas en contra de Argentina, incluido el pago de favores a representantes parlamentarios y medios de comunicación. 

 En la entrevista de Singer con la televisión norteamericana, que ayer reprodujo la agencia Bloomberg, el financista que se hizo millonario gracias a la compra de “bonos basura” de países en situación de insolvencia para ganar luego en los tribunales de Nueva York con los fallos arbitrarios en contra de los deudores, se expresó además “preocupado por la situación en la que estamos, por el escenario del sistema financiero, la economía norteamericana y la global, después de nueve años (a partir de la crisis de 2008) de lo que considero un conjunto de políticas distorsivas, completamente orientadas hacia lo que yo llamo un extremismo monetario”. 

 Singer es un fiel representante de la casta dominante del capitalismo financiero mundial, que con su voracidad llevó a la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos, que luego se desplegó en una crisis financiera y económica de carácter global. Lejos de haber sido castigados, estos grupos financieros dominantes fueron los grandes beneficiarios de las políticas de rescate instrumentadas por los gobiernos centrales occidentales para salir de la crisis. 

 Volviendo al tema del gran negocio que realizó NML con los bonos argentinos, Singer responsabilizó a los gobiernos kirchneristas de prolongar una solución que, finalmente, llegó a su favor con el triunfo electoral de Macri. “A veces la necedad del adversario hace que no se pueda llegar a un buen acuerdo, pero como el reclamo avanza, el resultado es potencialmente un retorno de la inversión aun mayor”, dijo complacido.