La Asociación de Médicos Municipales (AMM) de la Ciudad de Buenos Aires realizó este martes un paro de 24 horas en reclamo de medidas de seguridad en los hospitales, en los centros de salud comunitarios y en la atención en las calles porteñas. La medida de fuerza se decidió luego de que una médica de terapia intensiva del Hospital Fernández fuera agredida por familiares de una paciente que falleció. "Fue la gota que rebalsó el vaso", dijeron a Página/12 desde la Asociación, que realizó más de cincuenta denuncias por agresiones en un año. Los médicos y médicas, que advierten que el malestar de los pacientes deviene del mal funcionamiento del sistema, piden que el Gobierno porteño revea los protocolos de seguridad.

El hecho ocurrió el sábado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Fernández, cuando una médica terapista de esa unidad salió de la sala para avisar a los familiares de una paciente que la mujer había fallecido. Según pudo saber este diario, la mujer era una adulta mayor que ya cargaba con problemas de salud y fue sometida a una operación en la zona abdominal que no pudo superar. Cuando la médica salió a avisar a los familiares, dos de ellos la agredieron a golpes.

"Lo del sábado fue la gota que rebalsó el vaso, pero venimos registrando múltiples agresiones de manera creciente, tanto a nivel hospitalario, como en los auxilios del SAME y en los Centros de Salud y Atención Comunitaria (CESAC), que muchas veces terminan cerrando por eso", dijo a este diario Ricardo Solari, vicepresidente de la AMM, que realizó el paro de 24 horas desde las 8 de la mañana del martes a las 8 del miércoles. El paro fue sin asistencia de los médicos y médicas a todos los hospitales y centros de salud de la Ciudad, aunque sí se garantizó el mantenimiento de guardias.

Consultado por este diario, Solari aseguró que desde el gremio elevaron los reclamos por los hechos de violencia en múltiples ocasiones: "Lo denunciamos a través de diversas vías al Ministerio de Salud. Hicimos más de cincuenta denuncias en el lapso de un año por hostigamientos, agresiones físicas o amenazas en distintas situaciones, pero no tenemos respuesta", sostuvo el vicepresidente de la Asociación. El reclamo concreto del paro de este martes fue precisamente que el Ministerio abra una mesa de diálogo para rever los protocolos de seguridad que se utilizan para los hospitales, centros de salud y la atención en las calles. 

"Los protocolos de seguridad que existían ya dejaron de usarse, y falta presencia uniformada en el manejo de los hospitales. Hay personal de seguridad privada que tiene otra función: no la de cuidar al personal sino a los bienes del lugar. Pero si se genera una situación de índole personal con un paciente o familiar ellos no intervienen. La seguridad privada no está para eso, es el Estado el que tiene que proteger a los médicos", explicó Solari. Hasta la tarde noche del martes el gremio no había recibido ningún contacto por parte del Ministerio de Salud porteño y avisaban que, si la situación continúa igual, seguirán tomando medidas de fuerza de acá en adelante.

Pero además del reclamo por medidas de seguridad, los médicos y médicas advierten que los hechos de violencia también derivan de un malestar general que los pacientes y sus familiares arrastran por el mal funcionamiento del sistema de salud público. Dificultades para conseguir turnos, turnos que se retrasan por meses o derivaciones mal planificadas terminan en una insatisfacción que se descarga sobre los y las trabajadoras de salud.

"Hoy la demanda en los hospitales públicos es tremenda y hay una insatisfacción de la gente con la atención. Es muy difícil de acceder a turnos porque la línea 147 en la práctica es muy mala", sostuvo Solari en este sentido. El representante de la Asociación agregó que "el paciente viene boyando porque no consigue atención, porque no consigue turno o porque vive a una cuadra del Rivadavia y lo mandan al Argerich. Todo eso genera mucho malestar del otro lado y la violencia se descarga con nosotros".