"Tengo el agrado de dirigirme a Su Honorabilidad con el objeto de someter a su consideración un proyecto de ley que propicia la aprobación del Programa de Facilidades Extendidas arribado con el Fondo Monetario Internacional". Así comienza el mensaje que hace un año entró al Congreso bajo la firma del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán. Por primera vez en la historia le tocaba al poder legislativo debatir, cuestionar y aprobar un proyecto de ley que iba a marcar el sendero económico del país por los próximos dos años y medio. 

Varias sesiones maratónicas después, primero a través de la escucha a analistas especializados para dar dictamen en Comisiones  y finalmente en el recinto, fue aprobado en tiempo récord. En las últimas horas del 17 de marzo el proyecto se convertía ley y salía directo a Washington para conseguir la firma definitiva, la del Directorio del Fondo Monetario Internacional. La premura era por un nuevo vencimiento de capital, el 21 y 22 de marzo, que era de imposible cumplimiento dadas las escasas reservas con las que contaba el Banco Central. El FMI concedió una prórroga y el primer desembolso se dio el 25 de marzo.

"Era aceptar las condiciones del FMI o caer inmediatamente en default, pero luego de haber dilapidado 42.000 millones de dólares de un préstamo que el organismo le había otorgado a Macri en 2018 con el doble objetivo de financiar la fuga de capitales y la campaña para la reelección de 2019", asegura a PáginaI12 el economista del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) Diego Kofman, "para esa fecha, el gobierno ya le había pagado al organismo unos 4500 millones de dólares en concepto de capital y otros 3000 millones de dólares en concepto de intereses, dando muestra de una estrategia negociadora que podríamos sintetizar en el concepto bíblico de poner la otra mejilla", agrega.

¿El mejor acuerdo posible?

- Reformas estructurales

Una de las cartas que más utilizó el equipo de Martín Guzmán fue el de haber conseguido "el mejor acuerdo posible", aunque dentro de las reglas del organismo. "A la luz de la situación relativa de fuerzas, fue un bastante buen acuerdo", refuerza uno de los especialistas que mayor seguimiento le hizo al FMI, el investigador del Conicet con sede en la Universidad de San Martin y Flacso Pablo Nemiña. "Es un acuerdo que en primer lugar contempla que el equilibrio fiscal se alcanza aumentando ingresos y no bajando el gasto real, reconoce la multicausalidad de la inflación y tiene muy pocas reformas estructurales. Sí incluye condicionalidades de tipo preparatorias como hacer estudios o relevamientos en temas sensibles, pero no implican reformas. Muchos de estos relevamientos incluso se han demorado", refuerza. 

Las condicionalidades que quedaron plasmadas en el acuerdo incluyen desde la fleixibilización de los acuerdos cambiarios, que no se llevaron a la práctica hasta la fecha, hasta la preparación y publicación de un estudio que describa las opciones y recomendaciones para "afianzar la equidad y la sostenibilidad a largo plazo de nuestro sistema de jubilaciones y pensiones, focalizado en los regímenes especiales de pensiones (como especificados en la Ley 27.546) así como en los mecanismos para incentivar la prolongación voluntaria de la vida laboral de las personas" para diciembre de 2022, según calendariza el propio acuerdo, pasando por la reducción de los subsidios a la energía. Consultada por este diario, la titular de la Anses Fernanda Raverta aseguró que "no está en agenda de Anses discutir la edad jubilatoria". Sin embargo para diciembre de 2022, en coincidencia con las suspensiones de más de 150.000 planes Potenciar Trabajo, el calendario sugería la "evaluación integral de los programas y estrategia de apoyo social, con el objetivo de identificar opciones para mejorar las políticas". 

La doctora en economía y autora del libro "Historia de la deuda externa argentina. De la dictadura hasta nuestros días" Noemí Brenta, coincide con la narrativa de que fue un acuerdo más laxo que otros, pero asegura que "el acuerdo igual es recesivo, porque todo acuerdo con el Fondo es recesivo. El punto más controvertido de nuestro acuerdo es la reducción de los subsidios a las tarifas de energía como principal rubro del gasto. Se empezaron a anunciar el año pasado y ahora en febrero- marzo estamos sintiendo más el enfriamiento de la economía. Es una estrategia del Fondo, que las medidas mas duras se anuncien con tiempo y la gente se vaya acostumbrando a la idea, de a poco".

- Metas cuantitativas

Las metas cuantitativas de acumulación de reservas, emisión monetaria y déficit fiscal pautadas para el primer año del acuerdo fueron sobre cumplidas por el gobierno. La consultora PxQ estimó que el BCRA terminó el 2022 con 622 millones de dólares por encima de los 5000 millones previstos. La meta de emisión monetaria fue la que se alcanzó con mayor margen, en torno a 34.000 millones de pesos. "El cumplimiento de la meta monetaria se explica por la buena performance del Tesoro en el mercado de deuda en pesos", asegura un informe de la consultora. La meta de reducción del déficit fiscal también fue sobre cumplida por 0,1 puntos del PBI, debía ser 2,5 por ciento y fue 2,4.

A pesar del sobrecumplimiento de los resultados cuantitativos, Diego Kofman observa: "A un año del acuerdo, tenemos una moneda mas débil, un mayor ritmo inflacionario y es nula la acumulación de reservas internacionales. Con el diario de un año después quizá podamos entender mejor la posición de quienes, aún siendo parte del oficialismo, se negaron a votar el acuerdo logrado por el ex-ministro Guzmán". 

"El primer año del acuerdo es generalmente más liviano que el segundo, porque además el segundo ya trae un precedente anterior de ajuste. Entonces el ajuste sobre el ajuste sobre el ajuste se va sintiendo más", complementa Brenta. En efecto, a pesar del sobrecumplimiento de las metas 2022, el acuerdo a nivel técnico se está retrasando en la comitiva que el ministerio de Economía envió a Washington, y es porque habrá un recálculo de las metas de acumulación de reservas para el segundo año. No es la primera vez que esta meta sufre alguna modificación en el año de vida del acuerdo. El año pasado hubo un recálculo del objetivo anual de 2022, que bajó de 5.800 millones a 5.000 millones de dólares.

De acuerdo al plan original, el BCRA debía acumular hacia el 31 de marzo 5.500 millones de dólares de reservas netas. Sin embargo en los primeros dos meses del año, las reservas internacionales netas cayeron 3300 millones de dólares de acuerdo a la consultora PxQ. "En enero el principal motivo de caída de las reservas fue el pago de intereses a los acreedores privados, mientras que en febrero la venta neta de divisas al sector privado generó salida por casi 900 millones de dólares. Para cumplir la meta de reservas internacionales netas acordada para el primer trimestre del año, el BCRA debería acumular 3.700 millones de dólares netos durante marzo, cifra que no se alcanzó ni en el mejor resultado histórico del mercado cambiario para ese mes, que fue en 2007 con 1627 millones", asegura la consultora.

Volver al futuro

"A futuro lo que yo recomendaría es salir del acuerdo, pagarlo anticipadamente y acordar con otros acreedores. Vender petróleo a Vaca Muerta a cuenta u otras cosas para sacarnos de encima este condicionamiento", sentencia Noemí Brenta. "Es un acuerdo exigido, en la medida en la que hay crecimiento es pagable pero incluso con crecimiento también aumentan las importaciones, se exigen más dolares y eso hace difícil el cumplimiento de algunas metas. Hay que sacárselo de encima", insiste.

Una de las mayores amenazas de este acuerdo tiene que ver con la potestad que el FMI tendrá, como mínimo hasta septiembre de 2024 cuando se cumplan los treinta meses pautados, de conectar o desconectar al país del sistema financiero internacional en la medida que apruebe las revisiones trimestrales que implican erogaciones para pagar el acuerdo tomado por Mauricio Macri en 2018.

Dentro de las alertas sobre el acuerdo que celebra su primer aniversario, Brenta hace foco en la tasa de interés y el crecimiento. Con respecto a las tasas de interés, las mismas son altas y pueden crecer en la medida que las autoridades emisoras de las monedas que componen los DEG (moneda del FMI) endurezcan su política monetaria y suban la tasa de interés. El FMI cuenta con una moneda propia, los DEG, que fluctúa según el valor de las cinco monedas que se toman en cuenta con diferentes ponderaciones para tomar su valor: el dólar, la libra esterlina, el yuan chino y el euro. Cada una es emitida por el Banco Central de su país, con distintas tasa de interés. La tasa que se paga cuando se abona al Fondo es el promedio ponderado de las que establece cada autoridad. Y empeora con los sobrecargos de alrededor de tres puntos que paga el país por haber tomado deuda por encima de lo que corresponde de acuerdo a su cuotaparte. Hoy en día, la tasa del DEG son de 3,437 por ciento y Argentina paga alrededor de 7 por ciento de intereses.

"Un tema no menor es el crecimiento", asegura Brenta, "porque las metas se calculan como un  porcentaje del PIB. Entonces si el gasto publico baja con respecto al PIB, pero el producto crece no quiere decir que haya un ajuste. Esa es la apuesta: si hay crecimiento el ajuste es mas liviano. La cuestión en juego este año es esa: ¿se puede sostener el crecimiento con la situación de guerra, aumento del precio del petróleo, fletes, restricción externa, entre otras?

Pablo Nemiña le agrega un grado de complejidad al futuro del acuerdo: "El vínculo del FMI con Argentina tendría que continuar en la búsqueda del apoyo de aliados regionales que fortalezcan la posición de poder. Hoy Brasil, México, Chile y Perú son acreedores del Fondo porque invirtieron parte de sus reservas en el organismo. Eso generó cierto cambio en la relación de poder dentro del FMI porque empiezan a abrirse espacios para que Argentina construya alianzas con países con afinidad política y económica q sirvan para negociar. Por ejemplo, una posición muy confrontativa del Fondo con Argentina podría afectar a países como Brasil, que no va a querer que eso suceda y tiene un peso relativo importante dentro del Directorio".