¿Cómo le va, lector, cómo anda? ¿Y a su cuñado neoliberal, ese que mira el suple de ojito pero jamás compra el diario, porque tiene que ahorrar costos y prefiere gastarse el dinero del rubro “esparcimiento” en ir a  ver los monólogos de  Esteban B, o de Duran B, o Mariu V (la única “V” que quieren  los prófilos –o sea, partidarios o cercanos al pro–)?  ¡Qué cómicos serían, si no fueran tan trágicos, no?

Pero bueno, lector, ya se que usted no gasta plata en esas cosas, ni aunque fueran gratis. Porque sabe, claro que usted lo sabe, que cuanto más gratis sea, más costoso termina siendo. 

Supóngase, el año pasado, usted escuchaba gratis el discurso de Alfonso PG, y al día siguiente se despertaba con una deuda de miles de palos verdes. Solamente por dar un ejemplo.

Hablando de eso, ¿se acuerda de Alfonso? Claro, en esta época de tantas series, ¿quién se puede acordar de uno que se fue de la escena hace varios meses, no? Bueno, le recuerdo, era una de las estrellas de “House of caraduras” en la temporada anterior, la 2016.  Y él fue quien dijo “Si hacemos todo bien, el dólar va a estar más o menos a 10 pesos, pero si hacemos todo mal, va a estar cerca de los 16”. Considerando que esta semana el dólar superó los 17, nos cabría preguntarle si hicieron todo excesivamente mal, si en realidad el dólar está a 10 y el resto es un invento de Cristina para desprestigiarlos. 

No sería raro que digan eso, y que Duran B lo “pruebe” diciendo que “el dólar está unos 6-7-8 pesos más caro de lo previsto, lo que “demuestra” la culpabilidad de CFK. Luego un medio amigo lo publica, un juez más amigo aún abre la causa, y ¡ya está, argentinos, no nos hagamos más problemas, ya tenemos a la culpable! 

A decir verdad, esa estrategia a largo plazo es nefasta  (a corto, también), pero de un gobierno en el que los funcionarios creen que “el problema en la Segunda Guerra fue que los líderes fallaron en unir a sus pueblos”, o que “Hitler era un tipo espectacular” (¿se acuerdan, lo dijo don Jaime), no nos cabe esperar mejores tácticas. Además, mientras esta les sirva…

Entonces, ahí van.

Y tienen la respuesta para todo. Y es siempre la misma : “la culpa la tiene el gobierno anterior”

Y ahora, se les complica y duplica, porque como hay elecciones, el problema es que “encima, los del gobierno anterior quieren ser el gobierno posterior”. No importa que la elección sea de autoridades legislativas, que inciden, pero no pueden tomar decisiones. Ni que se elija solamente a una parte de los legisladores. La idea del gobierno, y del “opobierno” es “frenar” a quien de hecho no tiene cargo alguno.

No quiero ser psicoanalista berreta, pero “frenar” es sinónimo de “detener”, y ahí se mete lo judicial, y hace una ensalada que ¡Otra que mezclum de verdes!

Y mientras, el verdadero mezclum de verdes, sigue subiendo, tipo vendedor y comprador, para engría de nuestros queridos bancos

Y la gente, contenta. Y si pierde su laburo, que se dedique a la cerveza y se ponga más contenta todavía. Tendremos así una sociedad rubia, una negra y una roja, como las cervezas, y como los colores de Alemania. ¡miente, miente, que algún chop quedará!

Y mientras tanto, para que la gente no hable de la economía, que es un tema feo y desagradable, porque jamás se habla bien. Hay un dicho que sostiene que “cuando está todo bien se habla de política, cuando esta todo mal, de economía”. 

Como están las cosas, mejor cambiar de tema. Y eso es lo que hacen “allá arriba”. Fijan la agenda., Deciden de qué tenemos que hablar. No importa si decimos lo mismo, o lo contrario, lo que importa es que hablemos de eso, y no de otra cosa. 

Y así, van demonizando a sus opositores, le adjudican toda la corrupción, el narcomenudeo, el dólar plus quam perfecto y los diferentes males que azotan a la Humanidad.

Pero ahora ya no es solamente Cristina, también “los que la votan”.

Seguramente van a decir que

  • Los que votan a Cristina son ignorantes: no saben distinguir el salmón del kanikama.
  • Los que votan a Cristina son maléficos: comen sandía con vino y no les pása nada.
  • Los que votan a Cristina son fundamentalistas: creen ciegamente en el Aguinaldo, las Vacaciones y la Indemnización, viejas divinidades ya perimidas.
  • Los que votan a Cristina son locos: creen que, por el mero hecho de haber perdido su trabajo, pagar mas de luz, gas y alquiler, tomar menos leche  y pagar por los huesos de pollo, la gente está peor.
  • Los que votan a Cristina son vagos: quieren fútbol gratis, medicamentos gratis, aire gratis.
  • Los que votan a Cristina son feos: por eso eligen a los candidatos por sus ideas, y por su look.
  • Los que votan a Cristina son antiguos, quieren volver al pasado, pero no a 1989 ni a 1876, ni a 1930… ¡ni siquiera a 1813, quieren volver, cuando había buenas leyes laborales.
  • Los que votan a Cristina son sucios: se bañan con agua, no con champagne o vino de alta gama.
  • Los que votan a Cristina son ridículos: creen que el Estado tiene que encargarse de que la gente esté vacunada, y no de que cada uno tenga los anticuerpos que merece.
  • Los que votan a Cristina son necios: creen que corrupto no es solamente el funcionario que recibe coima, sino también el empresario que se esfuerza e invierte dinero comprando funcionarios nacionales.
  • Los que votan a Cristina son artificiales: quieren que el estado forme científicos acorde a nuestras necesidades, en vez de  preguntarle al FMI cuales son nuestras necesidades.
  • Los que votan a Cristina son tontuelos: creen que Argentina puede producir algo más que cerveza artesanal.

¿Se da cuenta, lector? ¿Se da cuenta, cuñado neoliberal que nos lee de ojito? Todas esas barbaridades van a decir de los que votan por Cristina.    O tal vez otras.

De algo de todo esto trata este suplemento. Hasta el sábado que viene.

@humoristarudy