Dieciocho segundos. Eso fue el tiempo que tardó Gunn Elizabeth Birkelund, la secretaria General de la Academia de Ciencia y Letras de Noruega, en comunicarle por Zoom al matemático Luis Caffarelli que obtenía el premio Abel por su trabajo con las "ecuaciones diferenciales parciales". Todo eso quedó registrado en un emotivo video en el que también fue partícipe la brillante Irene Martínez Gamba, pareja de Caffarelli: ambos científicos celebraron este prestigoso galardón, denominado el "Nobel" de Matemática.

"Es muy emocionante, muchas gracias", comenta, al borde de las lágrimas, Caffarelli, tras el anuncio de Birkelund.

Se trata del primer sudamericano en recibir este prestigioso premio noruego, que comenzó a entregarse en el año 2003, y su dotación es de 7,5 millones de coronas noruegas (676.500 euros).

Matemático sumamente prolífico, Cafarelli realizó más de 130 colaboraciones y asesoró a más de 30 estudiantes de doctorado durante medio siglo. Además, obtuvo numerosos galardones, como el Premio Leroy Steele a la trayectoria otorgado por la Sociedad Matemática Americana, el Premio Wolf y el Premio Shaw.

Las ecuaciones diferenciales

Las ecuaciones diferenciales son herramientas utilizadas por los científicos para predecir el comportamiento del mundo físico y aparecen como leyes de la naturaleza para describir fenómenos tan diferentes como el fluir del agua o el crecimiento de las poblaciones, precisó la Academia Noruega a través de un comunicado.

Estas ecuaciones han sido objeto constante de intenso estudio desde la época de Isaac Newton. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por parte de numerosos matemáticos durante siglos, las soluciones de algunas de las ecuaciones clave siguen sin resolverse.

Las ecuaciones diferenciales desempeñan un papel de primer orden en numerosas disciplinas, entre las que se incluyen la física, la economía y la biología.

Los aportes de Caffarelli

El trabajo del matemático se refiere en gran parte a asuntos de frontera libre, como el problema del hielo que se derrite en el agua, donde la frontera libre es la fase intermedia entre el agua y el hielo, que es parte de lo desconocido y que está por determinarse.

Caffarelli aportó soluciones esclarecedoras
a estos problemas con aplicaciones a las interfases sólido-líquido, a los flujos de chorro y de cavitación, a los flujos de gases y líquidos en materiales porosos, así como a las matemáticas financieras, según se indicó.

"Pocos otros matemáticos vivos han contribuido tanto a nuestra comprensión de las ecuaciones diferenciales
parciales como Caffarelli", agregaron en el texto.

La academia del país nórdico destacó en particular las contribuciones del laureado durante más de 40 años a la teoría de la regularidad, que refiere a la regularidad de las soluciones, algo esencial en los cálculos numéricos, ya que la ausencia de regularidad "mide la salvajez con que la naturaleza puede comportarse", se explicó.

"Al combinar su brillante conocimiento geométrico con ingeniosas herramientas analíticas y métodos, ha tenido y continúa teniendo un impacto muy importante en el campo", afirmó Helge Holden, presidente del comité Abel.

El premio Abel, el "Nobel de las Matemáticas"

Bautizado en homenaje al matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829), el premio está financiado por el Gobierno del país escandinavo. Caffarelli recibirá la distinción en Oslo el 23 de mayo durante el acto de entrega.

Caffarelli sucede al estadounidense Dennis Parnell Sullivan, quien había ganado el premio Abel el año pasado por sus trabajos en materia de topología y teoría del caos.