La sequía que atraviesa Argentina, la más grande en su historia, es el mayor condicionante de una economía que ya venía golpeada por la pandemia y la guerra en Ucrania. El mayor golpe de la tierra seca es que el país perderá, según cálculos del sector agroindustrial, más de 20 mil millones de dólares en liquidación de exportaciones granarias y de procesados. 

En ese escenario, el derrumbe de las cosechas de soja y maíz le restan, por si solas, 2 puntos al PBI de este año. En este escenario, según adelantaron a Página I12 fuentes del sector exportador, el nuevo "dólar agro" que adelantó el ministro de Economía, Sergio Massa, desde Washington, parece, además de un beneficio a sectores que pujan por una devaluación, una bocanada de aire fresco para un Estado que pena por el faltante de divisas. 

Según las estimaciones, a las que accedió este diario, entrarán unos 3000 millones de dólares en la ventana de 30 días que habrá para los productores sojeros; y otros 3000 millones en los 90 días de tipo de cambio diferencial que tendrán las economías regionales. Esos 6000 millones de dólares, que muchos consideran hubiesen rendido más a mitad de año, le resuelven al Gobierno el cuello del botella del primer trimestre. Sobre todo porque en el sector aseguran que sin dólar agro, habría menos de la mitad de las liquidaciones. 

Como laa Argentina tiene aún un perfil exportador altamente primarizado, la agroexportación de granos o procesados (aceite y harinas) representa el 65 por ciento del total de ingreso de dólares por ventas externas. En pocas palabras, el país es rehén de un sector que políticamente le es esquivo al peronismo y tiene la manija para presionar por mejorías cambiarias. 

El lunes, Massa informará cuál es el valor del nuevo dólar agro. Si bien AFIP, Agricultura y Economía trabajarán todo el fin de semana para dar el número final, las especulaciones de diferentes sectores hablan de un dólar entre 280 y 300 pesos, alrededor de un 30 por ciento de mejora en relación al valor del dólar oficial.

Vale decir que la perdida de 20 mil millones de dólares por la sequía representa cuatro meses de exportaciones perdidas. Un escenario altamente delicado. En este escenario hay que leer también que en la reciente reunión que Massa tuvo en Washington con Ghita Gopinath, la mano derecha de Kristalina Georgieva en el Fondo Monetario (FMI), el organismo aceptó que el gobierno argentino tome medidas extraordinarias para hacerse de reservas que refuercen la caja del Banco Central (BCRA). 

Este, consideran en el Gobierno, es uno de los avances logrados en la negociación, dado que el propio FMI tiene prohibido en su estatuto este tipo de dólares paralelos. Tanto es así que en las primeras ediciones del dólar soja debió darle a Argentina un waiver (perdón) para justificar la decisión de darle más precio a un sector para seducirlo a que adelante liquidaciones.