Desde Santa Fe

La avanzada negacionista en la Legislatura volvió a provocar otro papelón institucional en el intento de banalizar el genocidio. El hecho quedó a la vista el jueves en la Cámara de Diputados, en un debate que declaró su “más enérgico repudio” al presidente comunal de Huanqueros, Roque Ferreryra (UCR) por su “apología del terrorismo de estado”. Antes, la Cámara repudió la última “provocación” de la Policía Federal en Rosario, donde una tanqueta con efectivos con armas largas irrumpió en la marcha del 24 de marzo, en el Día de la Memoria. Los dos proyectos fueron aprobados sobre tablas por amplia mayoría y el voto en contra de tres legisladores de derecha: Amalia Granata, Ximena Sola y Walter Ghione, a quienes -en el caso de la tanqueta- se asociaron sus colegas Natalia Armas Belavi, Juan Argarañaz y Nicolás Mayoraz, que responden a Javier Milei. Mayoraz cuestiona la cantidad de desaparecidos y dice que no son 30.000 sino “una cifra sensiblemente menor”, lo mismo que dijo el jefe comunal negacionista. En la sesión, Granata no pudo contener su enojo que le reprocharon dos sus pares. “¿Me deja hablar?”, le pidió el diputado Carlos del Frade mientras el presidente de la Cámara Pablo Farías hacía sonar el timbre del llamado de atención. “¿Me podés respetar, Amalia? Por favor, sin hacer gestos”, le reclamó la diputada socialista Gisel Mahmud.

Los dos proyectos fueron impulsados por la diputada peronista Matilde Bruera y el repudio al intendente negacionista se unificó con otra minuta de su compañero del PJ, Leandro Busatto. “Lo que ocurrió en Rosario el 24 de marzo es inédito”, dijo Bruera. “Una tanqueta con efectivos de la Policía Federal que exhibían sus armas largas cruzó la marcha de los organismos de derechos humanos por la cabecera. Fue una intimidación, que de ninguna manera se puede justificar como un operativo de seguridad”. “Quienes caminaban las calles en ese día son muchas de las víctimas y sobrevivientes de la dictadura de terror y aquel terrorismo de estado que hoy algunos niegan y otros hacen claras señales de intimidación a las expresiones públicas”, dijo Bruera.

Granata y sus colegas de Juntos por el Cambio: Solá y Ghione anunciaron su voto en contra. Y lo mismo hizo Armas Belavi por el bloque de Milei que comparte con Argarañaz y Mayoraz. El proyecto de Bruera “no está claro”, se quejó Armas Belavi. “Si es un pedido de informes lo acompañamos”, pero si “es un repudio no podemos emitir juicio de valor hasta que no tengamos respuesta”, si la incursión de la tanqueta “fue un operativo o no”.

En el segundo debate, la Cámara repudió al presidente comunal de Huanqueros Roque Ferreyra, quien el 24 de marzo publicó en sus redes que “no eran jóvenes idealistas, eran asesinos” y “no eran 30.000 desaparecidos”. Y después, cuando Hijos Santa Fe lo denunció por “apología del terrorismo de estado” borró los posteos. “Esto es algo más que negacionismo. Es la justificación del asesinato, la tortura y la desaparición de más de 30.000 personas”, advirtió Bruera. Y explicó que la apología del genocidio es más grave en un funcionario público que al asumir su cargo jura respetar la Constitución y las leyes. “Lo que no entiende la oposición o no quiere entender es que el genocidio está probado en la Argentina y reconocido por el Estado nacional”. Por lo tanto, los apologistas incumplen las normas que juraron defender.

Granata, Solá y Ghione ya habían anunciado su voto negativo, pero después de la explicación de Bruera, Granata protestó: “El kirchnerismo y el PJ cuestionan a los que votamos diferente. Si no estamos de acuerdo con ellos, somos negacionistas, homofóbicos y esas cuestiones. Estigmatizan a los bloques que no somos como ellos”. “El proyecto dice que la Cámara repudia (al intendente negacionista). Habla de todos y acá hay tres bloques que votamos en forma negativa. Deberían cambiar el texto…”, siguió Granata, al dejar en evidencia que ni siquiera conoce el funcionamiento legislativo más elemental. Cuando un proyecto se aprueba es de toda la Cámara.

-Diputada, tratamos un proyecto de declaración. Y si el pleno lo aprueba, el texto sale como lo vota la mayoría –le explicó el presidente de la Cámara. Y así ocurrió.

Del Frade coincidió que el genocidio está probado y reconocido por la Argentina. “Entonces, cuando se niega el terrorismo de estado y los 30.000 desaparecidos ya entramos en la apología del delito. No es una opinión. Es lo que se genera. Es como decir que el pueblo judío merecía lo que le hizo Hitler”, dijo. Granata lo interrumpió.  “Diputada, ¿me permite hablar?”, reaccionó Del Frade, mientras Farías hacía sonar el timbre del llamado de atención.

“El genocidio es la historia del pueblo argentino y el que lo niega hace apología del delito, aunque usted no lo entienda”, le dijo Del Frade. Y le preguntó a Granata, pero también Solá y Ghione: “¿Por qué se manifiestan en contra de un repudio a quien niega el genocidio? ¿Por qué lo hacen? No está ese fundamento. No lo escuché”. “Si creen que la memoria es propiedad del kirchnerismo, se equivocan. Nosotros no somos kirchneristas, formamos parte del pueblo argentino”.

Ghione intentó justificar su voto en contra con un discurso confuso y altisonante. Algunas de sus frases: “No hay que ser negacionistas, pero tampoco adoctrinar”. “Es muy poco feliz la comparación que hizo el diputado Del Frade con el holocausto. No tiene nada que ver una cosa con la otra”. “Tenemos que encontrar un punto en común para la reconciliación”. “Yo en la sesión del 24 de marzo, guardé un respetuoso silencio”. “Un color político –como llamó al gobierno- ha querido apropiarse de la memoria, la verdad y la justicia”. “El repudio por el repudio mismo a veces carece de sentido”.

El diputado del PDP Gabriel Real le preguntó entonces a Ghione: “¿Tan difícil es decir que no votan esto, que tienen que salir a explicarlo”. “Esto” era el repudio al intendente negacionista de Huanqueros, que “no es el único”, aclaró Real. “No puede pasar desapercibido que un presidente comunal diga semejante barbaridad”.

El negacionismo es el silencio –dijo Real en otro retruque a Ghione-: “Sería dejar pasar que un presidente comunal se vaya a la miércoles, porque se fue a la miércoles y nosotros no decimos nada. Nosotros tenemos la obligación de decirle: ‘señor usted está totalmente equivocado. No puede decir eso’”.

“Nuestra función como representantes del pueblo de Santa Fe es que cuando un funcionario público dice semejante estupidez, tenemos que corregirlo porque si no todo es lo mismo”, insistió Real. “Tenemos que dar un paso adelante. Por eso, la mayoría votó el repudio” a la apología del terrorismo de estado.