Tirso Abantos, interpretado de forma soberbia por José Coronado, encarna en Entrevías a un ex militar que es en la actualidad un ferretero que ve derrumbarse su negocio en sintonía con lo acaecido son su vida personal y sus vínculos familiares. Abantos, al igual que sus dos amigos en la ficción, es un veterano de la guerra de Bosnia y Herzegovina, uno de los casi 50 mil españoles que cumplieron funciones entre 1992 y 1995. Los motivos que llevaron a tantos soldados ibéricos a inmiscuirse en conflictos lejanos a sus intereses más inmediatos se explican por una trama en la que Estados Unidos y la OTAN diseñaban la política exterior española. Por cierto, este protagónico rol del ejército español ya conocía antecedentes, y los mismos estaban ligados a tiempos pretéritos en los que España vivía supuestamente momentos de esplendor como fue la ocurrido entre los siglos XVI y XIX, adonde las conquistas españolas extendieron su imperio a los confines del mundo. Fue la argumentación esgrimida en tiempos franquistas para justificar la militarización de la sociedad, cuyos siniestros ecos no terminan de desvanecerse.

La nostalgia de antiguos tiempos gloriosos y de una sociedad en la cual los inmigrantes no tenían cabida es parte central del argumento de la exitosa serie televisiva. Cabe señalar que este sentimiento se extiende a la casi totalidad de los países europeos en la actualidad y es utilizada por la ultra derecha en ascenso como una justificación aglutinadora alrededor de sus postulados. Se trata de la llamada teoría del reemplazo. Una versión conspirativa y paranoica de la historia en la que, gracias a la anuencia de un sector de la elite, los inmigrantes de origen musulmán, africano y latinoamericano reemplazan a los europeos (y estadounidenses) blancos. De ese modo, los inmigrantes se transforman en el chivo expiatorio que explicaría el creciente desempleo, así como el aumento de la pobreza y la desigualdad. El aumento del caudal electoral de partidos de ultra derecha en numerosos países entre los que podemos citar a España, Francia y Hungría, da cuenta de esta problemática acuciante y de cómo esto es aprovechado políticamente.

Un libro central para la difusión de estas perspectivas autoritarias es el escrito por Renaud Camus llamado precisamente El gran reemplazo. Cabe mencionar que este autor no está solo en la difusión de estas ideas. Por caso, el escritor de renombre Michael Houllebecq, sostuvo recientemente que el gran reemplazo no es una teoría, sino un hecho, lo cual significó un verdadero cimbronazo dada su popularidad. Tirso Abantos adhiere a esta perspectiva y percibe que su antigua forma de vida está siendo dejada atrás por la masiva afluencia de inmigrantes en el barrio madrileño de Entrevías, una histórica zona de trabajadores alejada de la modernidad que caracteriza a la mayor parte de esa ciudad. Abantos es un ser hosco, rígido, prejuicioso y desconfiado, en especial con los inmigrantes que pueblan las calles de su barrio. Para agravar su sentimiento persecutorio, su adoptada nieta proviene de Vietnam, aunque el protagonista, fiel a su mirada estigmatizante y prejuiciosa, la llama china. Para las personas que discriminan, todos los inmigrantes son iguales, por eso el epíteto que utiliza para referirse a los colombianos es el de panchito, en referencia al héroe mexicano de la Revolución de 1910, Pancho Villa.

Otro aspecto relevante de la serie es la relación que Abantos tiene con su familia. Con su hijo se encuentra constantemente resentido, puesto que este abandona el negocio familiar para irse a trabajar con un inmigrante de procedencia china, quien vende cosas similares a las de su padre, si bien a un costo mucho menor. Con su hija, la relación es fría y distante, ya que no aprueba las libertades de las que goza su nieta.

La serie muestra la cotidianeidad de un grupo de amigos españoles, veteranos de guerra, que siguen respetando los escalafones militares en su relación, y que no temen ir armados por las calles para poner fin a los crecientes conflictos que tienen lugar en la trama. Estos tienen que ver con el narcotráfico, con una institución policial corrupta y ausente, y con el intento de gentrificación que lleva adelante un empresario inmobiliario, quien pretende deteriorar lo máximo que pueda la calidad de vida del barrio, para comprar a precio de saldo y hacer negocios.

En suma, Entrevías retrata un barrio madrileño en la actualidad, desde una perspectiva ampliamente estigmatizante.

* Doctor en Educación. Universidad Nacional de Hurlingham