El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció un paquete de medidas orientadas a “aliviar” las dificultades que enfrentan los inquilinos en la Ciudad de Buenos Aires. Se otorgarán créditos para que los inquilinos puedan ingresar a una vivienda y para refacciones de las mismas, así como también una serie de exenciones impositivas para los dueños de las unidades alquiladas. El anuncio se dio en medio del debate sobre la suspensión de la Ley nacional de alquileres que, aclaró el funcionario, “debe ser derogada”.

Las medidas

· El programa “Garantía más fácil” bonificará hasta el 70 por ciento del seguro de caución para que los inquilinos lo presenten en lugar de una garantía propietaria. Es un tipo de garantía que otorga una compañía de seguros, más confiable para propietarios pero más caro para inquilinos que de esta manera podrán afrontarlo. En caso de incumplimiento de parte del inquilino es la aseguradora quien responde. Se aplicará para alquileres de hasta 150.000 pesos aproximadamente.

· El programa “Alquilar más fácil” consiste en un crédito para mudarse que cubrirá los gastos del primer mes de alquiler, depósito, mudanza y garantía. El monto máximo es hasta 3 meses el valor del alquiler al momento de la inscripción y dependerá de la capacidad de pago del solicitante. En ningún caso superará los 440.000 pesos, con topes de actualización y devolución en 12, 24 o 36 meses.

· El “Refacción más fácil” financiará reformas en viviendas desocupadas para aumentar la oferta, también con topes de actualización y bonificaciones posibles. Es curioso que también contemple el fondeo a inquilinos, sostienen desde Cels. Los tres programas serán ofrecidos por el Instituto de la Vivienca de la Ciudad (IVC).

· Habrá beneficios impositivos para propietarios también con la intensión de incentivar la oferta son la exención en Ingresos Brutos cuyo tope se incrementará hasta 220.000 pesos y como máximo hasta tres propiedades (en lugar de los 75.000 hasta 2 propiedades que está vigente), y también del ABL y el impuesto inmobiliario por hasta 36 meses o la duración del contrato con similar tope que IIBB. Estas modificaciones deberán ser aprobadas por la Legislatura porteña.

Polémica

"Hoy el mercado de alquileres está roto y la ley actual es un problema para los propietarios y para los inquilinos, por lo cual esto busca dar orden y previsibilidad para colaborar con la clase media porteña", dijo Rodríguez Larreta en diálogo con la prensa, calibrando con amplio optimismo el alcance de sus medidas, las cuales buscan "ofrecer soluciones a los inquilinos, aumentar la oferta de viviendas en alquiler y generar incentivos para el desarrollo de nuevas opciones". El jefe de gobierno aprovechó además la exposición pública para expresar su rechazo a la Ley de Alquileres y dejar así planteada su posición en un debate que inició la semana pasada a partir de rumores de que el propio gobierno evalúa derogar la ley.

“Estas medidas que se anuncian como una solución, en realidad aumentarán los costos que tienen que afrontar les inquilines y profundizarán su endeudamiento” indicaron desde Cels Argentina en su cuenta de Twitter. Según una encuesta realizada en conjunto la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Idaes de la Universidad de San Martín y otras universidades, “casi el 40 por ciento de quienes alquilan en la ciudad (de Buenos Aires) está endeudado”. La encuesta también muestra que quienes alquilan destinan una porción cada vez más alta de sus ingresos a pagar el alquiler, de modo que el pago de nuevos préstamos aumentará los costos fijos que deben afrontar para sostener su vivienda.

Respecto de la posición del alcalde hacia la Ley de Alquileres, también del lado de los inquilinos y con tono crítico, Gervasio Muñoz, presidente de Inquilinos Agrupados, expresó que "hoy la 'inmobiliaria Larreta' hizo unas supuestas propuestas que van a beneficiar a propietarios e inquilinos, pero lo primero que dejó en claro es que hay que suspender la Ley de Alquileres". Pero "es la Ley de Alquileres la que hace que no paguemos un montón de costos de ingresos, aumentos trimestrales o semestrales por encima de la inflación y que tengamos contratos de tres años", sostuvo Muñoz.