La explosión del cohete Starship, la semana pasada, no es la primera en la historia de la carrera espacial. La buena noticia es que no hubo que lamentar pérdidas humanas. Lo mismo repecto de la misión Hakuto-R, sin tripulantes, que Japón envió a la Luna y se perdió en estas horas. Los viajes al espacio registran varios casos trágicos.
Incendio en la Apolo I
La primera tragedia se dio el 27 de enero de 1967 en la simulación de lanzamiento de la misión Apolo I. A bordo iban Virgil "Gus" Grissom, Edward White y Roger Chaffee. Para Grissom era su tercer vuelo al espacio. Era un hombre clave, ya que había formado parte del Proyecto Mercury, que seleccionó a los primeros siete astronautas.
La Apolo I tenía previsto despegar de Cabo Kennedy el 21 de febrero. Un fallo en la tensión provocó un incendio durante el ensayo del 27 de enero. White logró quitarse las correas y trató de abrir la escotilla, pero no pudo conseguirlo, según demostraron los peritajes posteriores. Los técnicos tardaron cinco minutos en poder abrir la nave desde el momento en que, por radio, White había alertado del fuego.
Nunca se demostró de manera fechaciente la causa del incidente, que se atribuyó a problemas de diseño. Lo cierto es que la NASA quedó en el ojo de la tormenta y corrió serio riesgo de percibir fondos. Finalmente, el Congreso deslindó responsabilidades de la agencia espacial y así se continuó con el programa.
Komarov, el primer muerto en el espacio
El astronauta ruso Vladimir Komarov murió por un fallo en el paracaídas de la cápsula Soyuz 1. Ocurrió tres meses después del accidente de la Apolo I, en Novoorsk.
El 24 de abril de 1967, la nave se estrelló y fue encontrada envuelta en llamas. Komarov era el primer ser humano elegido para un segundo viaje al espacio, tras su experiencia en el Vosjod 1, tres años antes. Su muerte significó el primer fallecimiento de un astronauta en una misión al espacio. El astronauta tenía 40 años recién cumplidos.
La Apolo XIII
Las misiones Apolo coronaron con éxito la carrera espacial al poder llegar a la Luna. La Apolo XI y la Apolo XII arribaron al satélite en la segunda mitad de 1969. En abril de 1970 se lanzó la Apolo XIII, que no pudo tocar la superficie lunar y casi le cuesta la vida a sus tripulantes.
Un cortocircuiuto alteró el plan de vuelo antes de llegar a la Luna. Se produjo una fuerte pérdida de oxígeno y el cálculo de los ingenieros de la Nasa fue más que preocupante: aun si se abortaba la misión, no tenían garantías de que los astronautas llegaran vivos a la Tierra.
James Lovell, Jack Swigert y Fred Haise lograron propulsar la nave. Rodearon la Luna y comenzaron el viaje de vuelta contrarreloj, hasta que la cápsula amerizó en el Pacífico, con la tripulación sana y salva.
La tragedia de la Soyuz 11
Otra tragedia afectó al principal competidor de Estados Unidos después de la muerte de Komarov. Se trató del incidente de la Soyuz 11, en lo que significó la muerte de tres astronautas en el espacio.
La nave fue lanzada el 6 de junio de 1971. Regresó a la Tierra el 30 de junio, en lo que significaba un récord de permanencia en el espacio. Vladislav Volkov, Georgi Dobrobolski y Víktor Patsayev iban a ser recibidos como héroes. Los cosmonautas viajaron al espacio sin trajes espaciales, una decisión temeraria.
Pese a los resquemores de algunos funcionarios, y como no había habido problemas de presión en misiones anteriores, los tres astronautas viajaron en esas condiciones. Cuando se introdujeron en la nave para el vuelo de regreso, tras desacoplarse de la estación espacial Salyut 1, comprobaron que el cierre no era hermético. En el viaje a la Tierra se produjo una despresurización. Como la tripulación no llevaba trajes espaciales, no hubo manera de evitar la muerte por asfixia. Llegaron muertos y fueron enterrados con honores.
El desastre del Challenger
El 28 de enero de 1986 se produjo un desastre que fue visto en vivo y directo por millones de televisión. La era de los transbordadores había comenzado en 1981 con el Columbia. El Challenger inició su misión por TV con un agregado que volvía llamativa a esa misión. Por primera vez, un civil viajaba al espacio.
Se trataba de Christa McAuliffe, de 37 años. La Nasa impulsó un proyecto para que un maestro de escuela fuera parte de la tripulación del Challenger. McAuliffe, que enseñaba en una escuela de New Hampshire, fue seleccionada en 1985 entre 11 mil postulantes y se sometió a un duro entrenamiento.
Lo que resultó el mayor siniestro de la carrera espacial se produjo a los pocos segundos del despegue. El Challenger se desintegró un minuto y 13 segundos después de haber salido de Cabo Kennedy. Los restos cayeron al Océano Pacífico. Murieron los siete tripulantes.
De acuerdo a la investigación de la Nasa, el trágico hecho fue causado por la falla de una junta tórica del cohete acelerador sólido.
2003: el Columbia
La última gran tragedia sucedió el 1º de febrero de 2003. El Columbia, el primer transbordador, que había comenzado a operar en 1981, regresaba a la Tierra después de una misión iniciada el 16 de enero.
La nave se volvió inestable al reingresar a la atmósfera. La causa del accidente estuvo en el despegue de enero, cuando se desprendió una pieza de aislamiento de espuma, que golpeó el ala izquierda. Cuando la nave se acercaba a la Tierra, los gases de la atmósfera rompieron la estructura interna del ala. En pocos minutos, el Columbia se desintegró y murieron los siete tripulantes.