Una serie de huelgas paralizaron el tráfico ferroviario en toda Alemania y afectaron la actividad de cinco aeropuertos, entre ellos los de Düsseldorf y Colonia/Bonn. Los representantes de los trabajadores de trenes reclaman un aumento salarial del 12 por ciento o al menos 650 euros (714 dólares) en 12 meses para compensar los efectos de la inflación sobre el poder adquisitivo. 

La huelga ferroviaria, la segunda en un mes, demuestra que "la voluntad de lucha sigue siendo alta" entre los empleados, declaró el sindicato de transportes EVG en un comunicado. "Más de 25 mil empleados de unos 1.800 centros" participaron en la huelga según EVG, que representa al personal del operador ferroviario estatal Deutsche Bahn y de unas 50 empresas de transporte en Alemania.

El paro es "innecesario", ya que las negociaciones salariales están en marcha y hay propuestas sobre la mesa, respondió el viernes el vocero de Deutsche Bahn. La protesta de los ferroviarios coincidió además con el segundo día de huelgas del personal de seguridad y controles en los aeropuertos de Düsseldorf, Colonia-Bonn, Hamburgo, Stuttgart y Karlsruhe, éste último de ámbito regional.

Las terminales de cada uno de estos aeródromos aparecieron desiertas y se estima que los paros parciales obligaron a cancelar aproximadamente la mitad de los vuelos en Düsseldorf y Colonia-Bonn o provocaron retrasos en toda la jornada.

La protesta se produce en el marco de las negociaciones entre el sindicato Verdi y la patronal de la seguridad aeroportuaria para incrementar los complementos por nocturnidad y festivos y mejorar la remuneración de las horas extraordinarias. 

Las huelgas han ido en aumento en Alemania en los últimos meses, desde las escuelas a los hospitales, pasando por correos. En marzo la inflación alcanzó el 7,4 por ciento anual, con un aumento del 22,3 por ciento en los precios de los alimentos.