El presidente chileno Gabriel Boric anunció la semana pasada la estrategia nacional que llevará a cabo para desarrollar el litio chileno en los próximos años, con foco en la participación del Estado en todo el ciclo productivo y la apuesta por el desarrollo científico y tecnológico para agregarle valor dentro del país. Dada su similitud con Argentina, por su ubicación geográfica, calidad y cantidad de recursos que posee, PáginaI12 consultó a distintos actores del sector en Argentina para mensurar el impacto que puede tener el anuncio al desarrollo de la cadena productiva en el país, que destacaron por un lado cómo Argentina se vuelve más atractiva para atraer inversiones, a la vez que puede quedarse atrás en la carrera por el agregado de valor dentro de la región

Boric eligió Antofagasta, la capital regional del área minera del Desierto de Atacama, para transmitir por cadena nacional uno de los puntos más fuertes de su plataforma de campaña: la política estratégica para desarrollar el litio en el segundo país productor de derivados de ese mineral en el mundo. Los puntos más fuertes tienen que ver con la creación de una Empresa Nacional del Litio y la promoción y desarrollo de productos de litio con valor agregado."En Chile hoy el litio solo se extrae en el Salar de Atacama y, aun así, la producción de nuestro país representa más del 30 por ciento del mercado global", afirmaba en su presentación de quince minutos, "el potencial que tenemos es enorme. Además del Salar de Atacama, existen más de 60 salares y lagunas salinas". 

Chile contiene la tercera reserva de litio del mundo, detrás de Bolivia y Argentina. Es, asimismo, el segundo productor mundial de derivados de litio. El Salar de Atacama es el depósito más relevante y explorado, con más del 90 por ciento de las reservas del país. Actualmente hay solo dos empresas privadas que extraen litio en Chile: SQM (65 por ciento) y Albemarle (35 por ciento), que tienen contratos de arrendamiento de las tierras con la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), la institución que administra las reservas de litio, hasta 2030 y 2043, respectivamente.  

El impacto en Argentina

La minera SQM ocupa un lugar particular en la historia política chilena. Con más de cincuenta años de antigüedad, nació como una sociedad mixta privada-estatal y fue privatizada durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Actualmente se encuentra un familiar del ex dictador chileno en su Junta Directiva. Además, fue acusada en 2015 de corrupción por el financiamiento ilegal de candidatos y partidos políticos opositores a la entonces presidenta Michelle Bachelet. Para el investigador de Fundar y ex director de Economía Minera en la Secretaría de Minería Nacional Víctor Delbuono, "el punto central del anuncio tiene que ver con la pronta finalización de la concesión de SQM. Quedan menos de siete años para definir el futuro productivo del mejor salar del mundo, que es el de Atacama", asegura en diálogo con PáginaI12

En este sentido, el primer paso del Plan tiene que ver con la participación del Estado antes del vencimiento de los contratos vigentes: "Acá en Chile y el mundo, sabemos que somos un país serio y confiable, hemos respetado y seguiremos respetando los contratos vigentes y sabemos que recién el año 2030 termina el contrato de arrendamiento a privados de una parte importante del Salar de Atacama", confirma la hipótesis Boric en cadena nacional, "Si decidiéramos no hacer nada esto seguiría sencillamente así. Por ello, he instruido a Corfo mandatar la búsqueda de los mejores caminos para lograr la participación del Estado chileno", asegura. La herramienta de negociación de Corfo es ser arrendataria del área en que SQM explota el litio. Desde el anuncio, la cotización de las acciones de SQM cayeron un 15 por ciento en la Bolsa de Nueva York. 

Asimismo, el ejecutivo mandará un proyecto de ley para crear la Empresa Nacional del Litio que tendrá prioridad para participar en todas las operaciones relacionadas con la actividad: "La Argentina adquiere una posición más competitiva en términos de recepción de inversión privada y al mismo tiempo mayor margen de negociación a partir de las condicionalidades que ahora anuncia Chile", asegura Del Buono. 

"Argentina es el país que más inversión está recibiendo en el mundo", sigue en esta linea José Alioto, gerente de asuntos externos de Allkem, la minera austrialiana que explota uno de los dos únicos salares activos en el país y exporta la mayor cantidad de carbonato de litio de Argentina. De acuerdo a Alioto, el resto de los países que conforman el triángulo del litio cuentan con regulaciones negativas para atraer inversiones por ser muy "estatistas". Las consideraciones de Alioto fueron previas al anuncio del presidente chileno.

Según Alioto, las regulaciones de Argentina son hoy "muy favorables": "Es fácil en términos de permisos. Hay mucho control pero se encuentra bien planteado. Además la ley de inversiones mineras nos da estabilidad fiscal, que es clave para una inversión costosa y a tan largo plazo. Que sea federal suma porque el gobierno provincial ayuda y tenemos un régimen de regalías razonables", concluye. Mientras que el país cuenta con un tope de regalías de 3 por ciento de boca de mina, que reportan las propias empresas y de la que pueden deducir muchos de sus costos, en Chile se establecen regalías a través de una tasa de comisión escalonada, progresiva y marginal, que va del 6,8 al 40 por ciento, según los distintos compuestos de litio. 

Los fundamentos del sector privado para invertir en el país, del que Chile se aleja un poco más con el anuncio del plan, son sin embargo los más cuestionados por las provincias y actores influyentes del sector reunidos en la Mesa del Litio, que elaboran un proyecto de ley para quitar el techo a las regalías y los derechos de exportación y el establecimiento de cupos de carbonato a precio diferencial para proyectos de industrialización en las provincias. 

Este es el punto que Hernán Letcher, director Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y vicepresidente de YPF litio, alerta con respecto al anuncio: "Más que la nacionalización yo me preocupo por el foco que le van a dar al agregado de valor. Tenemos que ser inteligentes porque lo que no nos puede pasar es que Chile tenga una estrategia donde finalmente el carbonato de litio se explote en la Argentina y termine procesándose en Chile. En ese sentido, Argentina tiene que acelerar su trabajo para tener rápidamente una ley adecuada que obligue a que ese procesamiento se haga acá", asegura. 

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