“No hay salida para la Argentina sin un proyecto industrialista”, afirma Fernando “Pino” Solanas y sostiene que “solo un traidor a la patria como Mauricio Macri puede justificar la privatización de Arsat”. El candidato a senador por el Frente Creo –una alianza bonaerense que conformó junto al titular de la CTA Autónoma Pablo Micheli–, afirma que estamos “gobernados por un grupo mafioso” y que la represión desatada contra los trabajadores “es la pendiente definitiva del régimen reaccionario de Cambiemos” porque en la Argentina “no hay lugar para una reforma laboral a la brasileña”. 

–¿Por qué decidió ser candidato en la provincia siendo senador por la ciudad de Buenos Aires?

–Somos una fuerza nacional con representación en seis provincias. Pero la madre de las batallas en esta elección se da en la provincia de Buenos Aires: están los pesos pesados y jefes de los distintos partidos políticos. Entonces, una manera de participar en ese debate en un momento muy delicado de la Argentina y empujar tu propia fuerza política es estar ahí. Acá si no participas en las elecciones sos un muerto civil. Especialmente en este contexto sumamente polarizado, que es una trampa mortal.  

–¿Cómo se propone romper esa polarización?

–Las dos fuerzas dominantes tienden a convencer al ciudadano que esta es una disputa polarizada por la continuidad o el cambio de modelo, y no es así. En esta elección de medio término lo máximo que puede hacer es cambiar un poquito la composición de los cuerpos legislativos, para refrescar la política y que empiecen a surgir fuerzas nuevas y jóvenes.      

–¿Cómo es presentar como líder de una fuerza joven a un hombre con una larga trayectoria política, que participó de distintos frentes políticos que terminaron en fracaso?

–La batalla es por generar un verdadero proyecto nacional, esa llama está viva. Hoy lo que domina en la política es el vaciamiento de ideas emancipadoras y una enorme unificación de cosas que no se pueden cambiar porque son “sagradas”. Los bancos acá ganaron a tasas de más del 40 por ciento como no sucede un ningún país del mundo. Esto es (Domingo) Cavallo, (Alfredo) Martínez de Hoz puro. Argentina no tiene destino si no pone sobre la mesa la defensa del proyecto industrialista. ¿Alguien puede justificar la privatización de Arsat? Sólo un traidor al país como Macri. La Argentina de hoy es peligrosa: seguimos gobernados por mediocres, mentirosos y corruptos.         

–¿Se puede revertir esa situación con una oposición dispersa?

–Basta para que la mayoría del país le vote en contra para votar contra el Gobierno. Esta no es una elección ejecutiva para gobernar donde se gana por un voto, porque es proporcional y son votos para el Parlamento. Seguramente habrá una gran mayoría en contra del gobierno de Macri, sin necesidad que sean de un solo partido o fuerza política.     

–¿Cómo debería expresarse ese rechazo en el Parlamento?

–Con una gran concertación económica, política y social. Porque el conflicto social no lo asume nadie y no se puede retrotraer a la Argentina a épocas conservadoras sin un costo social muy grande, que puede ser una gran represión. No hay lugar en la Argentina para una reforma laboral a la brasileña. Aunque ya mostraron la hilacha y (Patricia) Bullrich tolera que tiren gas pimienta frente a las cámaras como en la represión a los trabajadores de PepsiCo. Esa es la pendiente definitiva del régimen que representa la alianza Cambiemos con el proyecto reaccionario, neocolonialista que ha venido gobernando la Argentina. 

–¿Incluye las gestión kirchnerista? 

–Lamentablemente, del otro sector, el sector popular, en temas esenciales de base se coincide con ese proyecto como fue el acuerdo con China. El gestor de esos acuerdos es el papá de Mauricio, es negocio de la familia Macri. Es un grupo mafioso el macrismo. Estamos gobernados por un grupo mafioso. Y otra muestra de esas coincidencias es el soterramiento del Sarmiento con Odebrecht, que es una estafa para el pueblo argentino.