San Lorenzo dejó pasar una chance de acercarse a River en la cima de la Liga Profesional al igualar 0-0 con Vélez en un partido muy caliente en el que estuvo más cerca de ganar y en el que se vio perjudicado por un gol anulado cuando promediaba la primera etapa, por una supuesta falta de Adam Bareiro sobre Miguel Brizuela. 

"Me siento conforme. Las chances de gol fueron todas nuestras y buscamos ganar hasta el final". La síntesis de Rubén Insúa resulta perfecta para explicar lo sucedido en Liniers, entre un equipo, con limitaciones, que buscó siempre el triunfo y su rival, que se vio superado y se conformó con intentar neutralizar a su oponente. 

El arranque mostró a un Vélez con un poco más de ambición y la búsqueda de manejar la pelota. Pero pasado el primer cuarto de hora, apareció en escena el Perrito Barrios para conducir a los visitantes, con lo que San Lorenzo comenzó a dominar las acciones. De los pies del pequeño mediocampista nacieron las mejores maniobras de esa etapa, aunque la mala tarde de Vombergar impedió que el marcador se abriera.

Y cuando por fin parecía que San Lorenzo se podía poner en ventaja, llegó la polémica: el árbitro Hernán Mastrángelo le sancionó falta a Bareiro en una disputa con Miguel Brizuela, que finalizó en gol. Y desde el sistema VAR, a cargo de Nicolás Lamolina, lo respaldaron, a pesar que no pareció un contacto suficiente como para anular la jugada.

La segunda etapa tuvo un desarrollo bastante parecido, aunque hubo dos factores que emparejaron un poco más la contienda: por un lado, el juego se hizo más peleado y hablado, lo que conspiró contra el atractivo del encuentro y sirvió para que Vélez equilibrara el trámite. Y también surgió la figura de Gianluca Prestianni, que rompió un poco la monotonía del ataque velezano con su talento.

Así, a pesar de haber sumado, ambos llegaron a un cierre con sabor a poco. Del lado de Vélez, porque sigue en la misma intrascendencia en la que estaba sumergido antes de la llegada de Gareca. Y por el de San Lorenzo, porque perdió dos puntos que lo podían haber puesto a tiro de River. "Me voy relativamente satisfecho", fue otra de las síntesis de Insúa para explicar el desarrollo y el resultado.