Restos fósiles humanos incompletos que pertenecerían a la civilización incaica y piezas arqueológicas de 40 o 60 centímetros de altura, ollas omaguacas o incas, fueron encontradas por obreros de la construcción en el domicilio de la familia de Aldo Cruz, ubicada en el sector norte de Santa Bárbara, en la ciudad jujeña de Humahuaca.

Los restos pertenecerían a unos enterratorios, podrían datar de la civilización incaica, se estima que serían de 1300 a 1500 años después de Cristo. La arqueóloga Clarisa Otero explicó que antiguamente, cuando una persona fallecía en determinada lugar luego de que las partes blandas del cuerpo habían desaparecido y quedaban solo huesos, los pueblos originarios “trasladaban esos huesos en paquetes funerarios, y los colocaban cerca de lugares de vivienda”. Es lo que se supone que es lo pudo haber pasado con los restos encontrados ahora en Humahuaca.

A solicitud de la Dirección de Patrimonio de la provincia, Otero junto a un equipo técnico de la UBA y al Instituto Interdisciplinario Tilcara empezaron la excavación el jueves último. También se sumaron estudiantes y docentes de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU).

En la propiedad de Cruz los obreros Ricardo David Ríos Soto, Germán Alexis Soto y Kevin Soto alertaron sobre el hallazgo, comprendiendo el valor arqueológico de las piezas y por eso mismo no dudaron en parar la construcción.

(Imagen: gentileza Gustavo Ontiveros).

En la excavación arqueológica constataron que había restos de dos individuos, un niño y otra persona cuya edad será más difícil de determinar debido a que se encontraron menos piezas. Los “restos tenían una vasija de cerámica en la cabeza, muy poco tejido, unos pulidores de arcilla, y en el resto del terreno se pudo observar que había cerca de tres terrazas como andenes que aparentemente eran de viviendas y se encontraron 7 ollas, con sus asas la mayoría para cocinar llenas de hollín”, detalló Otero.

También se encontraron fragmentos de cerámicas negras sobre rojo, características de la Quebrada de Humahuaca, y otra cerámica Yavi, que no es local. “La cerámica Yavi tiene inclusiones blancas. Otra cerámica con mika, estaba junto al individuo cuya edad no pudimos determinar” señaló la investigadora. 

La arqueóloga también señaló que la arcilla de la zona tiene “pirca”, es del tipo “chamote”, “se rellenaba la arcilla con piedra molida, y (en cambio) la que se halló tenía mika. Es por ello que todo está en estudio para determinar si usaron arcilla de ríos de la zona que tengan mika o de otro lugar”, indicó.

La excavación es en un sitio que es parte de un lugar sagrado, está muy vinculado al pucará de Santa Bárbara, en la misma ciudad de Humahuaca. Estas zonas de la Quebrada que se van urbanizando, sin que haya un ordenamiento ambiental de territorio de la provincia. “Los rescates arqueológicos que han aparecido en el barrio, son contemporáneos a la ocupación que pudo haber tenido el pucará de Peña Blanca o el de Coctaca, o Calete, podríamos determinar que es incaico", sostuvo Otero.

En la Quebrada se hallaron varios antigales, y en julio de 2021 se encontraron en Peña Blanca, también en Humahuaca, restos de un oso perezoso. Otero explicó que esta investigación quedó a cargo de paleontólogos que trabajaron para la Dirección de Patrimonio, aunque afirmó que deconoce lo que sucedió en torno a ese hallazgo. 

Respecto a los materiales hallados en el domicilio de la familia Cruz, se informó que serán llevados al Museo Arqueológico de Tilcara, que no saldrán de la provincia. “Es patrimonio de Jujuy, se va estudiar aquí, se harán todos los análisis y luego la familia Cru  ya lo convino para que se le restituyan todos los materiales, se hará un inventario y más adelante expondrán las piezas”, explicó al respecto la arqueóloga. Mientras tanto, el museo Arqueológico de Tilcara se ocupará del estudio.

Otero destacó que “el hallazgo tiene mucho valor", porque aporta información sobre una "población tan antigua que ha resistido la conquista del español por estos sectores". "Consideramos que la Quebrada de Humahuaca ha sido refugio de muchas poblaciones, no solo la Omaguaca, sino de otros pueblos que han venido a refugiarse aquí”, sostuvo. En este sentido puso énfasis en el valor de los antigales: “Son lugares de los ancestros, son lugares de memoria y de resistencia”.

(Imagen: gentileza Gustavo Ontiveros).

A 20 años de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, la Quebrada de Humahuaca sigue demostrando el gran tesoro histórico y de gran identidad cultural que alberga. “No solo son sus paisajes, sino su historia, se distingue la larga trayectoria, ocupaciones tan antiguas, sus cerámicas, los metales, las herramientas, y cuidaban la tierra, sabían sembrar aprovechando los recursos cuidando la flora y la fauna. Tenemos mucho para aprender de los ancestros”, aseguró Otero. 

Originarios, pero de otro lugar 

Lo inédito del hallazgo en la casa de Cruz es que son varias piezas de cerámica prehispánicas, algunas con características de origen alóctono, de diferentes zonas.

Al respecto el antropólogo Gustavo Ontiveros, integrante de las culturas omaguacas o humahuacas, destacó que “son cerámicas alóctonas (es decir, orgiginarias de otro lugar), es el principal entierro en vasijas de característica tubular", dijo y lo diferenció de ollas circulares amplias que se encontraron en otro momento y que han sido características de esa zona.

En cambio, “las tubulares no parecen ser de la región, hay una en Tilcara y está en Humahuaca no hay más y es extraño". "Esta vasija es diferente, es tubular y tiene una arcilla con mucha mika. Un preparado distinto y a la vista es distinta la cerámica”, observó.

Así también comentó que se trataría de una obra omaguaca "y capaz hubo culturas anteriores, pero sí se sabe que la cultura omaguaca siguió existiendo a pesar de los incas, permaneció. Aun hoy se conserva esa identidad en la gente, su cultura”.