Un estudio de la World Weather Attribution (WWA) publicado este viernes aseveró que la ola de "calor extremo" que azotó a fines de abril a España, Portugal y el norte de África, sería "casi imposible sin el cambio climático".

La WWA es una red mundial de científicos que evalúa la relación entre eventos meteorológicos extremos y los trastornos del clima, consignó la agencia AFP.

"La ola de calor excepcionalmente temprana provocó temperaturas de hasta 20 grados superiores a lo normal y récords para el mes de abril superados en hasta 6 grados" en algunos lugares, indicó el informe realizado por diez expertos de WWA.

Una masa de aire seco y caliente procedente del norte de África trajo récords históricos de temperaturas para abril en Portugal y España continental, con 36,9 ºC y 38,8 ºC respectivamente, unos niveles más típicos de los meses estivales de julio o agosto.

En Marruecos, el mercurio sobrepasó por primera vez en abril los 41 grados en varias ciudades, mientras que en puntos de Argelia superó la barrera de los 40 ºC.

"Dicho calor habría sido casi imposible sin el cambio climático", afirmó el estudio de la red fundada por prestigiosos climatólogos, cuyos resultados no siguen el largo proceso de publicación de las revistas científicas, pero sí se elaboran a partir de una metodología científica.

Por su parte, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de España, publicó en su Twitter: "Abril de 2023 ha sido, en media, el mes más cálido y seco en la España peninsular" desde el inicio de la serie histórica, que comienza en 1961".

La investigadora del Instituto Meteorológico de Países Bajos e integrante de WWA, Sjoukje Philip, advirtió que "la región del Mediterráneo occidental verá olas de calor más frecuentes y más intensas en el futuro mientras avanza el calentamiento global".

El calor se produjo además en medio de "una sequía histórica de varios años" en esta región, que "amplifica las temperaturas extremas", apuntó el informe de la WWA.

En España, el principal sindicato de agricultores, Coag, estimó que el 60% de las tierras agrícolas españolas están actualmente "asfixiadas" por la falta de precipitaciones.

Los embalses del país se encuentran actualmente a menos del 50% de su capacidad, e incluso a una cuarta parte en algunas zonas, como Cataluña.

En tanto, el gobierno español salió a defender a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), al ser blanco de insultos y amenazas por parte de personas anónimas a través de las redes sociales, por correo electrónico o por teléfono.

Debido a ello, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tuiteó: "Es hora de decir basta a estos ataques porque mentir, dar alas a la conspiración y al miedo e insultar nos empobrece como sociedad".