Desde 1995, cada 7 de mayo se celebra el Día Internacional de la Masturbación, con el objetivo de visibilizar y reconocer esta práctica como parte de los derechos sexuales y (no) reproductivos de todas las personas, así como su implementación en el sistema educativo. Se habla cada vez más de masturbación, pero hay ámbitos donde continúa siendo un tema tabú, especialmente cuando se trata de personas con vulva frente a aquellas con pene, señalaron especialistas.

La fecha quedó institucionalizada por iniciativa de la firma estadounidense de juguetes sexuales Good Vibrations, en apoyo a la primera mujer afrodescendiente cirujana general de Estados Unidos, Joycelyn Elders, quien había sido despedida en 1994, tras declarar en una conferencia de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA que la masturbación es "parte de la sexualidad humana, y tal vez debería enseñarse".

"Hay cuatro palabras que fueron vedadas históricamente para la mujer: la vulva, la masturbación, la menopausia y la menstruación. Cualquier acto vinculado con estas palabras para las mujeres es un tabú", afirmó a Télam Sandra Magirena, ginecóloga infanto-juvenil y sexóloga por la Universidad de Buenos Aires.

"Todo eso durante mucho tiempo estuvo muy mal visto: vivimos en una sociedad que entiende a la sexualidad como pene en vagina para favorecer la reproducción. El placer propio y personal no es algo de lo que se nos haya hablado, incentivado a escuchar y a procesar", sostuvo Tati Español, educadora sexual y autora del libro Todo sobre tu vulva. Apuntes sobre el placer.

Español también recalcó que la masturbación promueve la "independencia sexual". "Con frecuencia nos quedamos en vínculos que no queremos solo porque estamos calientes. También puede pensarse cuando estamos en pareja y nuestra pareja no tiene ganas. Es muy raro que el deseo coincida siempre con el de esa persona", dijo.

"Muchas veces masturbarse en un encuentro sexual está mal visto o se ve como una falla de la otra persona. Y la verdad que no: la masturbación nos ayuda un montón. Hay gente que solo encuentra sus orgasmos tocándose ella misma. Es un complemento muy interesante para disfrutar con otres", añadió la divulgadora.

Según las especialistas, la autoestimulación genera placer y favorece el conocimiento del propio cuerpo, pero "no hay una receta" única para todas las personas, sino que "es una cuestión de probar, explorar y de divertirse". Asimismo, tiene que ver con actos por fuera de la penetración: el frote, el roce o la presión en los genitales.

Algunos de sus beneficios son: relajar los músculos, fortalecer el sistema inmunológico, reducir el dolor premenstrual, mejorar la química del cerebro y la circulación sanguínea de la zona pélvica.

"Tener la mano más en el cuerpo y menos en el celular"

"La mujer que pasa los 50 años hoy está mucho mejor conectada con su sexualidad que las mujeres más chicas. Yo sigo viendo mucha dificultad en la conexión con la sexualidad de las jóvenes y las adolescentes y las mujeres de edad cíclica", advirtió Magirena.

Al respecto, la médica conjeturó que "tanta exposición, tanto acceso a la información directa y tanta habilitación de la pornografía hace que las personas no tengan un espacio para permitir el desarrollo de la fantasía erótica, que es el motor fundamental para dar funcionamiento a la respuesta sexual".

"Nosotras no teníamos celular, nos teníamos que imaginar todo. Cuando nos encontrábamos con nuestros noviecitos hacíamos de todo en el zaguán pero no nos sacábamos la ropa. Entonces el erotismo se iba a mil y después te quedabas en el cuarto sola y te masturbabas sí o sí porque era la única forma de descargar la tensión sexual", explicó.

Un juguete para cada etapa

Magirena recomendó el uso de distintos juguetes sexuales según la edad y experiencia de quienes los usen. "Primero, las balas vibradoras. Luego los masajeadores intravaginales, que permiten trabajar la presión sobre el cuello del útero y conocer el orgasmo vaginal. Y, por último, el succionador de clítoris", explicó.

"El succionador lo dejaría para las más grandes o para una persona que ya conoce su respuesta sexual. Muchas chicas jóvenes que usan el succionador cuando van a tener relaciones con otra persona, empiezan a tener problemas porque dependen del juguete", agregó.

En la pubertad ocurre la "irrupción hormonal", la cual "estimula áreas del cerebro que invitan a investigar las zonas erógenas" por lo que es "normal" que las y los adolescentes se masturben frecuentemente, aseguró la médica.

Con la llegada de la menopausia y postmenopausia para las personas con vulva se da un proceso invertido, ya que "baja el tenor hormonal y tanto el cerebro como el aparato genital empiezan a sentir el efecto de la pérdida de hormonas".

Durante esta etapa, Magirena destacó la importancia de hacer una prevención de la sequedad vaginal, a través de la "humectación, medicamentos u óvulos y el masaje vaginal repetido".