"¿La globalización ha muerto? No. La globalización se está revisando y tiende a reforzar regiones", sostuvo el presidente Alberto Fernández en su intervención en la reunión de jefes de Estado de la Unasur que se realiza en Brasil, por impulso del mandantario Lula Da Silva, y convocó a que la unidad regional sea una política de Estado en cada país para lograr un organismo que fortalezca a todos los países en materia de producción, defensa y salud. 

"Unasur no es un espacio ideológico sino de intereses comunes que debemos desarrollar y profundizar", sostuvo Fernández en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería brasileña, en el diálogo con sus pares de Bolivia, Luis Arce; Chiele, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Guillermo Lasso; Paraguay, Mario Abdo Benítez,  Venezuela, Nicolás Maduro; y Uruguay, Luis Lacalle Pou; entre otros.  

El presidente argentino recordó la capacidad de acción conjunta que supo tener la Unasur a través de su Consejo de Defensa, cuando intervinó en el intento de golpe en Bolivia en 2008; y en el conflicto entre Colombia y Venezuela, cuando Néstor Kirchner era secretario general del organismo. Y denunció cómo la oleada de gobiernos de derecha --como los de Mauricio Macri en la Argentina y Jair Bolsonaro en Brasil-- se alinearon a la política de Donald Trump para aislar a Venezuela y formar el ya extinto Gurpo de Lima. 

Esa política respecto de Venezuela atravesó como controversia la cumbre convocada por Lula, ya que el presidente uruguayo Lacalle Pou --parte de la oleada de gobiernos de derecha en la región-- criticó los dichos del mandatario brasileño durante el encuentro que mantuvo ayer con Maduro  y denunció que la declaración de la cumbre contaba con un párrafo de respeto a la institucionalidad y los derechos humanos, en referencia a la visión contraria que Montevideo tiene de Venezuela.

En un fragmento de su discurso, Fernández convocó a dirimir las diferencias con sus pares por mayoría y no por consenso, para avanzar en asuntos urgentes.

La nueva globalización y el rol de América Latina

"La globalización no es la globalización que conocimos. Se está revisando a sí misma; lo que antes era relocalización de industrias hoy son deslocalización de industrias. Primero se fueron de Estados Unidos a México o China y ahora están volviendo, lo mismo en Europa, advirtiendo la importancia social del trabajo", señaló el presidente argentino buscando fortalecer el rol estratégico que la Unasur puede tomar para la región. 

"La globalización tiene otra dimensión. Debemos admitir la nueva dimensión y la importancia de reunirnos como región", explicó Fernández y abrió el capítulo de la producción de materias primas frente a la demanda de alimentos y energía que demandan la nueva apertura de mercados con la multipolaridad y la emergencia de China. 

El jefe de Estado dijo coincidir con su par Lula Da Silva sobre la "oportunidad en América Latina" como proveedora de energía y la producción de alimentos. "Somos grandes proveedores de alimentos, ¿por qué no dejamos de mandar semillas e industrializamos esta producción por alimentos para humanos para agregar valor y darle otra dimensión?", planteó.

En cuanto al potencial del litio como negocio para la transición energética impulsada desde Estados Unidos, Europa y China, Fernández insistió con que "Argentina, Chile y Bolivia tenemos el 66 por ciento del litio que el mundo tiene" y consideró que "tenemos una oportunidad formidable". En ese tramo del discurso, el presidente también habló del cambio climático como amenaza para la producción primaria y señaló los efectos de la sequía en las exportaciones de commodities de la Argentina. 

"Debemos aprender de lo vivido"

Fernández recuperó como experiencia exitosa de la Unasur su intervención en la crisis que escalaba entre Colombia y Venezuela, en 2010, y cómo el Consejo de Defensa sudamericano de la Unasur que se ha desactivado y que preveía la cooperación en acciones militares.

"Debemos garantizar una zona de paz y hacer algo para generar un sistema de defensa en América del Sur y no esperar lo que diga el Comando Sur sobre lo que tenemos que hacer en América Latina", sostuvo el jefe de Estado. 

Destacando aquel nivel de coordinación entre países, Fernández recordó lo ocurrido durante la pandemia de Covid-19 y la competencia internacional por el suministro de vacunas. "Todos corrimos buscando vacunas", lamentó el mandatario e invitó a sus pares a "concertar intereses, integrarnos físicamente" para poder garantizar la derechos como la salud en toda la región. 

En ese sentido, el mandatario destacó que Argenina está desarrollando su propia vacuna contra el Covid-19.  "Ningún país sea un paria mendigando salud para su gente. Debemos aprender de lo vivido, lo bueno es la experiencia que nos queda", valoró. 

"Unasur no es un espacio ideológico sino de intereses comunes que debemos desarrollar y profundizar", sostuvo ante sus pares regionales y les pidió animarse a que la unidad regional sea una política pública en todos los gobiernos.