La Biblioteca Popular Constancio C. Vigil convoca a toda la comunidad a movilizarse hoy a las 11.30 en la esquina del Jardín 51 (Alem y Gálvez, Rosario) en defensa de La Vigil y sus escuelas. Los reclamos son: "Una recomposición del alquiler equivalente al valor originalmente pactado; que el Estado se responsabilice por los daños a los edificios y realice las obras de mantenimiento para que funcionen correctamente las escuelas, y una Ley de Reparación Histórica por el genocidio cultural que sufrió la institución".

Roberto Frutos, su director, dio algunas precisiones. "Al problema lo hicimos público hace un mes", recapitula y envía copia de dos documentos que el Concejo Municipal de Rosario sancionó en respuesta el 18 de mayo: el de una resolución por la cual solicita a la Legislatura de la provincia de Santa Fe la confección de un proyecto de ley de reparación histórico-patrimonial que permita destinar presupuesto para recuperar todos los bienes propiedad de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil Social, Cultural y Mutual, y el de un decreto por el cual encomienda "al Departamento Ejecutivo Municipal que solicite al gobierno provincial una revisión de los términos establecidos por el Decreto N° 1.055/2022, de actualización de montos a abonar a la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, Cultural Social y Mutual, por el alquiler de diversos espacios pertenecientes a la misma con fines educativos". Pero la respuesta del Estado provincial es insatisfactoria. "El origen del problema tiene que ver con cómo se devuelve La Vigil", narra su director. "Se hizo después de treinta y cinco años de intervención, a través de una ley de la Legislatura provincial que se dictó por unanimidad en donde solamente se restituyen los bienes que habían quedado en poder de la Provincia. Esa devolución no implicó ningún presupuesto ni subsidio para solventar todos los gastos que se necesitan para sostener y recuperar La Vigil. En reemplazo de eso, lo que se convino fue un alquiler".

De aquel contrato firmado por primera vez en 2013, donde el locador es la persona jurídica de la Biblioteca Vigil en su carácter de Mutual y el locatario es el gobierno provincial, son objeto los edificios donde funcionan las escuelas de Artes Visuales, de Cine y TV y de Teatro (dependientes, las tres, de la Secretaría de Educación Artística del Ministerio de Cultura; situadas donde antes estaba la Universidad Popular) y cinco escuelas más que dependen del Ministerio de Educación: el Jardín Nº 51, el Jardín Nº 71, la Escuela Primaria Nº 1235, la Escuela Secundaria Nº 338 y la Escuela Técnica Nº 8057. "Eran escuelas fundadas por La Vigil en los años 60 y 70, el barrio las necesita y nosotros nunca pretendimos que se fueran", expresa Frutos y denuncia "un desfasaje entre lo que representaba ese presupuesto en 2013 y lo que representa ahora. Son 23.000 metros cuadrados en total y el alquiler les depara 70 pesos por metro cuadrado, en una zona donde el precio está alrededor de mil: "Nosotros se lo planteamos al Ministerio de Cultura provincial hace dos años. Ahora estalla esta cuestión porque, en el medio y más allá de todas las conversaciones que hemos tenido, más o menos formales e informales, con el Ministerio y distintos funcionarios, se genera un expediente y en la resolución del expediente, la secretaría administrativa del Ministerio nos dice que con La Vigil lo único que tienen es un contrato de alquiler y que si a La Vigil no les conviene seguir alquilando, no lo alquile más cuando se venza el contrato". Este contrato vence en diciembre de 2024. 

Evoca Frutos que les ofrecieron un subsidio por funcionamiento institucional por única vez. En 2021, les sugirieron la idea de una posible licitación de las escuelas. Rechazaron ambas sugerencias. La licitación, porque no querían ser responsables de dejar a las escuelas sin lugar. Y mientras durase el proceso (al cabo del cual, de ganarlo, podrían determinar el monto de alquiler que quisieran) ¿cómo sostener el funcionamiento de La Vigil? ¿Y cómo sostenerlo con un subsidio que a su vez no se sostuviera en el tiempo? "Dependemos en una parte importante de ese alquiler", arguye Frutos y detalla lo que se hizo y hace en el edificio que ocupa la manzana de Alem y Gaboto: "2013-2014 fue un año de acomodar los espacios, limpiar, ponerlos medianamente en estado. Hoy hay más de 40 talleres culturales y de oficios, y funcionan a pleno el servicio bibliotecario, la editorial, la imprenta, el teatro, un montón de otras actividades: presentaciones de libros, muestras culturales, muestras artísticas. Entonces esto no solo pone en jaque cómo seguimos sosteniendo La Vigil, sino que la otra pregunta es qué va a pasar con las escuelas, en una comunidad que necesita que sigan en el barrio. Por lo tanto, lo que nosotros estamos pidiendo es: primero, al Ministerio de Educación, y en segundo lugar al Gobierno, al Estado Provincial, que se hagan cargo de esta situación", resume Frutos.

En cuanto a una posible Ley de Reparación Histórica, La Vigil constituye un caso especial por ser persona jurídica y no física. Desde 2012, hay una causa de delito económico, dentro del juicio penal por delitos de lesa humanidad cometidos contra los socios; este integra la Causa Feced 3 que lleva adelante la unidad fiscal de Derechos Humanos.  "Estamos próximos a llegar a imputaciones", comenta Frutos, cuya paciencia, al igual que la de sus compañeres, le juega una mala pasada: esperar a las imputaciones seguro demoraría el reclamo de una ley en el que ya cuentan con apoyo del Estado municipal. Tampoco les gusta la idea de iniciar juicio civil al Estado provincial, como se les aconsejó.

Miles de rosarinos y rosarinas agradecen a La Vigil que les haya dado una educación de calidad y haya contribuido a hacer de la ciudad un faro cultural. Ojalá quienes hayan progresado no dejen sola a la institución de educación popular, que vive de modestas cuotas societarias y de talleres accesibles. En la página de inicio funciona un botón amarillo: "Colaborá con la Vigil. Hacé una donación".  

La muy querida Biblioteca Popular Constancio C. Vigil nació en 1944 como sección de la Sociedad Vecinal de los Barrios Tablada y Villa Manuelita. Creció respondiendo a las necesidades del barrio. En los '60, abrió el Jardín de infantes, el Servicio Bibliotecario, la Editorial, el Museo de Ciencias Naturales, el Observatorio Astronómico, la Universidad Popular, un Centro Recreativo, Cultural y Deportivo, la Caja de Ayuda Mutua, la Guardería y el Centro Materno Infantil; en 1970, el Instituto Secundario y en 1972, la Escuela Primaria. La Vigil en 1977 contaba con 650 empleados, 2.700 vendedores y cobradores de rifas, 3.000 alumnos en escuelas formales y no formales, y unos 20.000 socios. La Editorial Biblioteca había editado más de 90 libros y discos. La mañana del viernes 25 de febrero de 1977, camiones del ejército y la policía de la provincia rodearon el edificio de Gaboto y Alem, comandados por el genocida Agustín Feced. La devastación incluyó la biblioclastia y la detención de sus directivos y personal. Con el retorno de la democracia, se formó una Comisión por la Recuperación. En 2008 se restituyó la personería jurídica original y en 2012 se dio fin a la intervención. En 2013, la Biblioteca recobró parte de los bienes que la provincia había adquirido en 1981 en una dudosa compra a la intervención cívico-militar. Desde 2015, La Vigil es Sitio de Memoria.