La fiscalía de El Salvador acusó formalmente al expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994) por su rol en la matanza de seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres cometido por el ejército salvadoreño durante la guerra civil (1989-1992).

"Este día, se ha presentado el dictamen de acusación en contra de los imputados en el asesinato de los jesuitas. Consta en las investigaciones que el expresidente Alfredo Cristiani estuvo presente en la reunión donde se coordinó el crimen y autorizó su ejecución", anunció la fiscalía en Twitter.

Uno de los fiscales vinculados al caso del crimen de los jesuitas declaró a la prensa que al exmandatario y otras siete personas se les imputan los delitos de "homicidio, actos de terrorismo y conspiración para cometer actos de terrorismo".

La matanza de los jesuitas

La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de una ofensiva guerrillera sobre San Salvador, efectivos del ahora proscrito batallón Atlacatl cometieron el múltiple crimen en el campus de la UCA.

Las víctimas fueron el hispano-salvadoreño Ignacio Ellacuría (rector de la UCA), los españoles Ignacio Martín Baró (vicerrector), Segundo Montes, Amando López y Juan Ramón Moreno, además de los salvadoreños Joaquín López, Elba Ramos y su hija Celina, entonces menor de edad.

En el patio central de la universidad se encontraron los cuerpos de cinco de los sacerdotes, que fueron colocados boca abajo mientras eran ejecutados. En una de las habitaciones del lugar fue hallado otro cuerpo y los cadáveres de la mujer y la niña estaban en otro cuarto anexo. 

El ejército salvadoreño consideraba al Centro Pastoral de la UCA como un "refugio de subversivos", según pudo reconstruir el informe de la Comisión de la Verdad​ de El Salvador. Los jesuitas eran partidarios de un acuerdo negociado entre el gobierno y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

El rol de Cristiani en los crímenes de los jesuitas

Según informó la fiscalía, la investigación determinó que días antes de la masacre, Cristiani sostuvo "varias llamadas telefónicas" con el rector de la UCA, Ignacio Ellacuría.

"En una de las llamadas, Cristiani le asegura que no debe preocuparse por el registro que se ejecutaba en la UCA (días previos a la masacre) y le pide que permanezca tranquilo y en el lugar. Son más de 20 testigos los que confirman estos hechos", detalló la fiscalía".

Uno de los fiscales del caso, cuyo nombre no fue proporcionado por seguridad, señaló que varios testigos ubican a Cristiani en el lugar en el que supuestamente se planificó el asesinato y "él estuvo de acuerdo o autorizó los hechos que desencadenaron en esa muerte".

Cristiani, prófugo

Actualmente se desconoce el paradero de Cristiani, quien firmó la paz en 1992 y llegó al poder bajo la bandera de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

El exmandatario fue acusado también el pasado jueves por la fiscalía de encabezar una operación "de extinción de dominio" de sus propiedades, tras ser señalado de presuntos actos de corrupción.

Según el fiscal Rodolfo Delgado, el expresidente "huyó" del país.

La impunidad en El Salvador

En septiembre de 1991, un tribunal juzgó a nueve militares que figuraban como autores materiales sin tomar en cuenta a los autores intelectuales, según organismos humanitarios.

En ese juicio, solo el coronel Guillermo Alfredo Benavides fue declarado culpable de todos los asesinatos, y el teniente Yusshy René Mendoza fue responsabilizado de la muerte de Celina.

Ambos oficiales recobraron su libertad con la ley de amnistía de 1993, pero Benavides fue encarcelado nuevamente para completar su sentencia de 30 años. Esto sucedió tras la anulación de la amnistía por un fallo constitucional de 2016, lo que permitió también que una corte de paz ordenará en 2017 la reapertura del proceso a petición de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).