“En la actualidad los mercados financieros están sumergidos en la especulación de la vivienda. Construyen edificios con cientos de departamentos y los dejan vacíos para regular su costo. Lo alarmante es que la vivienda es un derecho básico universal y a nivel global su acceso se está restringiendo y de esta manera dejando por fuera a miles de personas al borde de vivir en la calle o amontonados en una sola propiedad” señala Olga Rodríguez Francisco, española, escritora, guionista, investigadora y periodista, quien en estos últimos años se dedicó a contar las historias de ciento de personas que sufren la problemáticas de la vivienda. 

Sus crónicas se suelen leer en el diario.es del cual también es co-fundadora. Junto a su compañero de vida, el actor Juan Diego Botto decidieron llevar a cabo la película En los márgenes, protagonizada por Penélope Cruz, quien retrata la vida de una mujer con un niño pequeño, que junto a su esposo luchan por el derecho a la vivienda evitando su desahucio. En la película se ve la cara más sombría de Madrid: desalojos cruentos, indiferencia por parte del Estado, desesperación, pero también, la importancia de la organización del Movimiento por una Vivienda digna, que ya lleva más de diez años instalada en España, y que funciona como un espacio de contención y una red comunitaria, generando información (por medio de asambleas) sobre los derechos que les ciudadanos tienen para evitar quedar empantanados en los abusivos manejos de los bancos.

Olga, quien también es especializada en Derechos Humanos y en conflictos internacionales de Medio Oriente, cubrió para medios internacionales la revuelta árabe durante el 2011, la crisis de les refugiades de Siria, Afganistán o Palestina y escribió incontables crónicas sobre la invasión de Irak. En esta entrevista señala que es sumamente importante poder llevar a cabo un plan de lucha internacional que logre generar estrategias para detener la mercatilización de la vivienda, que se repite a nivel global, repasa la reciente y primera ley de vivienda en España y da algunos ejemplos de buen acceso a la vivienda, pero sobre todo, apunta que la vivienda es un derecho universal.

Una escena de En los márgenes, con Penélope Cruz

¿Cómo surge la película en “Los Márgenes” dirigida por Juan Diego Botto y guionada por vos?

--Penélope Cruz le pidió a Juan Diego que escribiera algo para que pudiera actuar. Esta conversación surgió luego de que fuera a ver la obra teatral “Un trozo invisible de este mundo” escrita por Juan, que trata sobre el exilio y la inmigración. Penélope le había sugerido que lo que escriba tenga que ver con los celos, y por ese entonces yo como periodista estaba cubriendo la problemática de la vivienda, los desahucios en Madrid, los movimientos por la vivienda y todo lo terrible que sucedía y sucede alrededor de la vivienda. Solía comentar en casa toda esta realidad y a Juan, lo que le surgió fue escribir una escena de discusión de una pareja la noche antes de que sean desahuciados. A partir de aquí, él se involucra mucho con el movimiento por la vivienda y con poder llevar a cabo esta película, que no fue nada sencilla.

¿Esta problemática afecta a toda España o a ciertas ciudades turísticas?

--Es en toda España, en las ciudades grandes afecta aún más, porque la vida es costosa y porque son núcleos donde la especulación financiera pasa por la vivienda y se piensan como fondo de inversión. La vivienda, en estos momentos, está siendo un producto en vez de un derecho y hay un alto porcentaje de especulación: en las grandes ciudades existen edificios enteros que permanecen vacíos para luego reconvertirlos en materia y especular, ya sea para aumentar el costo del alquiler o para la venta, generando así un acceso cada vez más restringido. También aumentan las ofertas de departamento para el turismo lo que contribuye a la suba del alquiler. Hay muchísimas familias que no pueden llegar a fin de mes y sin embargo, lo que establece y lo que recomienda tanto Naciones Unidas como organismos de Derechos humanos, es que el alquiler o pago de vivienda no sea superior a un porcentaje determinado del salario mensual en vivienda y esto no se cumple. La mayoría de las personas dedica, como mínimo, un 40 por ciento de su salario mensual a pagar el alquiler, pero muchísimas veces eso es más y sube al 60 o incluso al 70 por ciento con lo cual, la gente no tiene dinero ni para una buena alimentación, ni para una vida digna. 

Cuándo escribías sobre esta problemática ¿Qué testimonios recogías? ¿Es posible distinguir algún tipo de violencia más que otro?

--Del 2011 al 2013 la problemática sobre el acceso a la vivienda se profundizó y esto tuvo que ver con la crisis económica del 2008. En ese periodo, me acerqué a personas que estaban en riesgo de ser desalojadas y allí conocí a dos compañeras educadoras sociales que me contaban que las mujeres que estaban en esta situación eran las más afectadas. Muchas de ellas sufrían violencias de género, eran migrantes, tenían trabajos precarizados y además, criaban a sus hijes con muy poca ayuda. Es decir, demasiadas presiones sobre sus cuerpos, pero además, el sistema liberal, la especulación inmobiliaria, las lógicas económicas excluyentes, les hacen sentirse menos, operan sobre su autoestima y muchas de estas personas sienten vergüenza por no poder pagar un alquiler o no poder tener una casa, un derecho básico universal cada días más extinguido. Es una violencia económica brutal que muchas veces termina en suicidio. Sin embargo, las redes comunitarias, la organización y las asambleas que se generaron por la lucha al accesos a la vivienda, son espacios de organización ycontención, que se construyen a partir de la fuerza de las mujeres. España es unode los países de la Unión Europa que más sufre la problemática de la vivienda. Lasencuestas arrojan que la preocupación más importante de las personas es sobre elacceso a la vivienda.

¿Cómo surge el Movimiento por una Vivienda digna en España?

--Empieza un poco antes del 2011 y lo interesante es que emerge de personas activistas formadas académicamente, quienes proceden de las facultades de Sociología, Antropología, Ciencias Políticas y muy interesades en investigar cómo la problemática de la vivienda afecta a nuestra sociedad. Las investigaciones que pudieron realizar fueron muy buenas y lo importante, es que a partir de estos estudios, decidieron actuar y además hicieron red con aquellos barrios donde se estaba activando una militancia por la vivienda. Cuando a tu vecine o a vos te van a echar de tu casa y no te dan lo que en España llamamos alternativa habitacional te vas organizando. Este movimiento, también se hizo muy fuerte junto al movimiento de los indignados (15M), cuando el problema principal era la hipoteca. Realmente fue muy cruel lo que sucedía cuando no podías pagar, por ejemplo, podrías haber pagado durante 15 años, pero te faltan 2 meses o 1 año para terminar y no tenías el dinero, te quitaban tu casa, con la tortura de que encima tenías que seguir pagando tu deuda, de una casa que ya no iba ser tuya. Esto pasó en los últimos años de la primera década de este siglo y en los primeros años de la segunda década y fue una lucha muy dura. Ahora, se llega a una negociación más lógica pero los bancos siguen estando presente en esa mediación, sin la garantía de que va a salir todo bien.

Presentación de En los márgenes en Barcelona, junto al director Juan Diego Botto y militantes de PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca)

¿Cómo se organiza la red comunitaria cuando algún vecine queda desalojadx?

--En muchas ocasiones, las familias desalojadas que no pueden pagar o se atrasan con la cuota del alquiler, se amontonan en casas de activistas, familiares y demás. Otra alternativa es que sobre aquellos edificios que son de fondo de inversión con cientos de departamentos vacíos, se ocupan y viven allí con la incertidumbre de no saber hasta cuándo podrán estar. Las personas que quedan desalojadas, tienen muy en claro que no tienen que ocupar el departamento de un propietario, por eso, apuntan a aquellos edificios donde hay especulación financiera. En nuestra película contamos la historia de Richard, quien llevó su caso a Naciones Unidas, quien fue desalojado junto a su mujer y tres menores, no ocupó la casa del señor que le alquilaba, sino que vive (inciertamente) en uno de estos edificios. Naciones Unidas pidió a España en varias ocasiones que ofrezca una alternativa habitacional para Richard y su familia, pero de momento esto no sucedió.

¿Qué respuesta brinda el Estado español?

--La respuesta que dio España años atrás fue invertir para rescatar a los multimillonarios que especulan con el derecho a la vivienda. Con la crisis económica del 2011-2018, cuando gobernaba el Partido Popular que tenía comopresidente a Mariano Rajoy, se inyectaron millones de euros para rescatar al sector financiero prometiendo que ese dinero regresaría a las arcas públicas y esto jamás sucedió. Sin embargo, cuando se trata de familias vulnerables y personas trabajadoras o que necesitan ayuda urgente, no existe ningún rescate, ni alternativas posibles. En un momento era la hipoteca para obtener la vivienda propia, ahora, en esta segunda ola, el problema afecta más a los alquileres y actualmente sigue sin haber alternativas ni derecho a la vivienda.

El Movimiento por el derecho a una Vivienda reclama que se aumente la construcción de viviendas sociales ¿Podrías contarme sobre esto?

--España se encuentra en la cola de los países con menos viviendas sociales y dentro de ellos, es el penúltimo del que menos viviendas sociales tiene para alquilar. Para dar una idea de lo que estamos hablando, España solo tiene construido el 1,1 por ciento de viviendas sociales para alquilar y de un 2,5 por ciento de vivienda social en general. Por ejemplo, en Holanda hay un 30 por ciento de vivienda social y en Austria un 24 por ciento. En nuestro país se puede acceder a estas viviendas cumpliendo algunas condiciones y requerimientos que el Estado te exige. Pero no es que la vivienda termine siendo tuya, se puede alquilar por un monto accesible y luego, cuando puedas irte, esa vivienda es para otra familia. Lo que ocurre en Madrid es que hay muy pocas viviendas sociales, y se sortean alrededor de 150 por año (muy pocas para la demanda que existe), como si fuera la lotería y no llevando a cabo una evaluación más profunda y consciente sobre la necesidades de las personas que lo demandan.

¿Conoces regulaciones sobre el acceso a la vivienda que tengan una perspectiva de derecho?

--Modelos perfectos no hay. Sin embargo, aquí el Movimiento de la Vivienda siempre señala lo que sucede en Viena, la capital de Austria. En reacción a la crisis de la Primera Guerra Mundial el ayuntamiento puso en marcha un programa de construcción de viviendas financiado por impuestos sobre artículos de lujo (grandes riquezas) para proporcionar a la gente trabajadora pisos de alquiler, ¿qué ocurre? Que eso implica que al día de hoy un cuarto de todos los departamentos de la ciudad, alrededor de unas 200.000 viviendas, tienen un costo accesible y además, son pisos cuya construcción estuvo subvencionada por el Estado, con lo cual, son viviendas de muy buena calidad. Es verdad que estamos hablando de hace 100 años atrás, pero se mantienen y esta política estatal generó una muy buena acumulación de viviendas sociales, con lo cual es más fácil pagar un alquiler. Hace poco estuvimos con la película en Lisboa, que intenta regular el precio de la vivienda, pero nos contaban que de momento no se está aplicando. Yo vuelvo a la reflexión de antes, tenemos enfrente un muro muy poderoso, que es el gran poder financiero y tiene una de sus patas metida sobre la vivienda usada como mercancía y como herramienta para un enriquecimiento desmedido sobre los que menos tienen y sobre un derecho básico contemplado por la Carta de Derechos Humanos de Naciones Unidas y por muchas constituciones del mundo.

¿Cómo se puede frenar estos atropellos?

--Yo soy profundamente internacionalista y me gusta que se formen alianzas de movimientos en varios países y creo mucho en ellas. Pienso que nos queda mucho recorrido al respecto, aunque es verdad que en este siglo hemos ido aprendiendo de la fuerza que se da cuando se unen los movimientos en diferentes territorios con problemáticas en común, más allá de que las culturas sean diferentes. El Movimiento por el derecho a la Vivienda es grande y hay muchas conexiones en común que se repiten. Tengo muchas ganas de hablar con la organización de inquilinos agrupados en Argentina, porque buena parte de la problemática, a pesarde que las estructuras de los Estados son diferentes, hay cuestiones comunes.

¿Cuáles son las redes y estrategias que se logran para salvar y contener una situación de desalojo?

--Es clave el asesoramiento jurídico, el informarse sobre los derechos que tenemos. Es importante que en las asambleas existan abogades comprometides. En España, se logró frenar desalojos con estas estrategias, porque existen muchos abusos por parte de los bancos o de los sectores inmobiliarios. Aquí, se arman protestas frente a los bancos cuando se sabe que va a ocurrir un desalojo, se gestionan redes de fuerza para frenar al menos un poco y eso da un margen de maniobra. Lamentablemente en España las personas viven así, a veces en ese mes de margen se encuentra una solución.

En España hubo algunos gobiernos progresistas ¿Pudieron lograr algún avance con el acceso a la vivienda?

--Creo que el problema es tan grande que no hubo la suficiente fuerza de voluntad para tomar medidas de verdad. Hace poco salió la ley de vivienda por primera vez en España.

¿Qué opinión te merece?

--Establece un tope de precios sobre el alquiler en las zonas que se llaman‘tensionadas’ donde el costo del alquiler está descontrolado. Otro punto interesante, es que les propietaries que tengan varias viviendas están obligades a iniciar unprocedimiento de intermediación con el inquiline antes de generar un desalojo encaso de que exista una familia o persona en una situación de vulnerabilidad económica. El problema con esta Ley de Vivienda es que va a depender, en muchos casos, de los gobiernos de las comunidades autónomas de España. Aquí, en Madrid gobierna la derecha....Esta nueva ley de vivienda es un paso, pero un avance insuficiente. Sigo creyendo que una de las apuestas tiene que ser facilitar muchas más viviendas sociales, porque de esta manera, se frenaría la especulación de la vivienda y también, se frena así la concentración de la vivienda en manos de pocas personas.

La película En los márgenes se proyectará el jueves 8 a las 18 hs en la Sala A del 6 piso del Centro Cultural Kirchner. Luego mesa debate sobre “Cómo luchar contra la mercantilización de la vivienda” participan Juan Diego Botto (director, actor) Olga Rodriguez (periodista y guionista) Ofelia Fernández (legisladora) y un integrante de inquilinos agrupados.