El club Corinthians fue sancionado este miércoles por cantos homofóbicos de sus hinchas en el clásico ante San Pablo, en el que empataron 1-1 el mes pasado, en una decisión aplaudida por organizaciones defensoras de los derechos de la comunidad LGBTIQ+.

El "Timao" ahora deberá jugar sin público el próximo partido de local del campeonato brasileño, contra Red Bull Bragantino, el 2 de julio, según consignó a la agencia de noticias AFP una fuente del tribunal superior de justicia deportiva (STJD). De todas formas, la medida será apelada en primera instancia, afirmaron desde el club.

En caso de confirmarse la sanción, sería un golpe a las ya difíciles finanzas de la entidad paulista, sumado a la crisis de resultados que lo tiene penúltimo y en zona de descenso en el Brasileirao y eliminado en la fase de grupos de la Copa Libertadores.

Cantos homofóbicos de los hinchas de Corinthians

La sanción contra uno de los equipos más populares de Brasil se debe a los gritos homofóbicos por parte de sus hinchas contra los jugadores del San Pablo en el clásico paulista, disputado el 14 de mayo, por la fecha 6 del Brasileirao, en su estadio Neo Química Arena.

Algunos simpatizantes gritaron "bichas" a los futbolistas del equipo visitante, un término peyorativo para referirse a los homosexuales en Brasil y con el que históricamente se refirieron a su rival.

Estas expresiones discriminatorias que ocurrieron en el minuto 17 del segundo tiempo obligaron al árbitro Bruno Arleu de Araújo a detener el juego durante cuatro minutos. Los cánticos sirvieron para advertir el incidente en el reporte del encuentro, algo que contribuyó como base para la sanción del STJD.

"Una histórica medida"

"Aunque aún falta mucho para derrotar la homofobia es una medida histórica si se tiene en cuenta el simbolismo y la importancia de un equipo tan popular como Corinthians", explicó a la agencia AFP Onã Rudá, fundador del colectivo de hinchas LGBTI Canarinhos.

Según un estudio de esa organización, el año pasado hubo 74 actos homofóbicos relacionados con el fútbol brasileño, un aumento del 76% frente a 2021.

Fundamentada en la normativa del STJD, la sanción es la primera de esta índole desde que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) endureció en febrero los castigos contra el racismo, la xenofobia y la homofobia en sus campeonatos.

La entidad que rige el fútbol en Brasil se convirtió en "la primera en el mundo" en adoptar en su reglamento general sanciones deportivas contra actos discriminatorios de hinchas, futbolistas, directivos, árbitros o entrenadores durante los encuentros.

La normativa prevé multas de hasta 103.000 dólares al cambio actual, pérdida de puntos, prohibición de registro o transferencia de deportistas, entre otras sanciones. Según el reglamento, la CBF puede imponer "administrativamente" alguna de esas puniciones a los infractores.

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