La Dirección General de Aduanas descubrió que dos empresas subfacturaron exportaciones de porotos negros a Brasil apelando a triangulaciones indebidas con firmas radicadas en Estados Unidos. Tras el intercambio de información aduanera, el organismo constató que las operaciones fueron registradas en el país vecino a valores duplicaban los declarados en la Argentina. La Aduana denunció a las firmas penalmente y pretende multas mínimas de más de 28 millones de dólares.

En efecto, el análisis realizado por agentes especializados de la Dirección General de Aduanas advirtió que una de las empresas investigadas subfacturó en un 53 por ciento casi la totalidad de sus exportaciones a Brasil. Mientras que en la Argentina había declarado las operaciones en 1.069.455 de dólares, el valor registrado ante el ingreso de la mercadería a Brasil fue de 2.266.981,90 dólares. De esa manera, 1.197.526,90 dólares no fueron liquidados debidamente en el país.

La situación de la otra exportadora es prácticamente la misma: durante el 2022, exportaciones que en Argentina declaró en 1.816.591,50 dólares luego fueron ingresadas a Brasil a un valor de 3.522.587 dólares. De ese modo, el análisis de la Aduana advirtió que 1.705.995,50 dólares no fueron ingresados a la Argentina por la empresa.

Asimismo, la Aduana advirtió que la operatoria de ambas firmas exhibía similitudes relevantes: exportaban a través de idéntico punto de salida del país, contaban con un mismo despachante de aduanas y compartían un comprador final en Brasil. A su vez, un hombre que forma parte del grupo accionario de la empresa importadora brasileña es el único empleado informado por una de las exportadoras denunciadas.

Asimismo, cabe destacar que una de las firmas investigadas empezó a operar pocos meses después de que la otra cesara sus exportaciones, el 98 por ciento de las cuales apelaron a dos firmas estadounidenses como intermediarias. Por otro lado, entre noviembre de 2022 y mayo de 2023, la segunda firma en iniciar sus actividades trianguló el 100 por ciento de sus ventas a través de una misma firma norteamericana. Así, el circuito revela una vinculación funcional entre las exportadoras y las intermediarias radicadas en Estados Unidos, según establece el artículo 14 del Decreto 862/2019.

Constatado el ardid de las firmas exportadoras de porotos, el organismo que dirige Guillermo Michel las denunció por contrabando en los términos del artículo 863 del Código Aduanero. A su vez, en el marco del artículo 876 de la Ley 22.415, pretende aplicar multas mínimas que, en forma combinada, ascienden a 28.021.513,40 de dólares.

Las denuncias de este estilo son moneda corriente para el organismo que conduce Michel. El jueves, Aduana denunció por una maniobra similar a una pesquera bonaerense que subfacturaba exportaciones de Merluza a Brasil.