Los restos recuperado del submarino Titan, que implosionó el fin de semana pasado durante una inmersión destinada a visitar el área de naufragio del Titanic, desembarcaron este miércoles en Canadá, tras finalizar la recuperación de la nave.
Entre los fragmentos recuperados del sumergible turístico las autoridades encontraron "presuntos restos humanos" que serán minuciosamente analizados en las próximas horas.
Estos restos podrían aportar "elementos cruciales para entender la causa de esta tragedia", declaró Jason Neubauer, a la cabeza de la investigación de los guardacostas estadounidenses.
Respecto a los fragmentos del submarino, según las imágenes que se difundieron, entre las piezas recuperadas está lo que parece ser la nariz del sumergible y un panel lateral con componentes electrónicos y cables que cuelgan. Se pudo observar mientras se izaban los restos desde un barco hacia un camión de plataforma en una terminal de la Guardia Costera canadiense, en la localidad de St. John's.
"Hemos terminado nuestras (actividades) en altamar y básicamente nos estamos desmovilizando ahora y devolviendo el equipo a sus seres queridos...", dijo a AFP el vocero de Pelagic Research, la empresa dueña del vehículo que encabezó la búsqueda.
Jeff Mahoney dijo también que la búsqueda y recuperación de los restos había sido "una operación extremadamente arriesgada". "Fue extremadamente exigente y agotador para el equipo que estuvo trabajando día y noche casi sin dormir todo este tiempo, durante 10 días de trabajo. Fue un proceso muy solemne", resaltó.
Por su parte, los funcionarios canadienses se negaron a comentar sobre los restos recuperados del sumergible.
Titan fue reportado como desaparecido el 18 de junio y la Guardia Costera de Estados Unidos dijo el jueves pasado que las cinco personas a bordo habían muerto después de que la embarcación sufriera una implosión catastrófica.
Se encontró un campo de escombros en el lecho marino, a unos 500 metros de la proa de los restos del transatlántico británico Titanic —accidentado y hundido en 1912—, que están a casi cuatro kilómetros por debajo de la superficie del océano y 650 kilómetros de la costa de la provincia de Terranova, en Canadá.
Tanto autoridades estadounidenses como canadienses abrieron sendas investigaciones para determinar la causa de la implosión.