La precandidata presidencial de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich continuó en su espiral sobre la represión a las protestas callejeras y este jueves propuso que quienes ejerzan el derecho a la protesta paguen multas. Bullrich volvió a hablar del tema para atacar al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, sugiriendo que por falta de mano dura "el centro de Buenos Aires hoy está muerto".

La ex ministra de Seguridad mantuvo el eje de su campaña en el ataque a Rodríguez Larreta y mencionando las decisiones que tomaría como presidenta para la Ciudad de Buenos Aires, el único gobierno que está en manos del PRO en la actualidad y desde el 2007. "El centro de Buenos Aires hoy está muerto, es una zona muy importante. Es una zona que siempre tuvo mucha vida. Hay que animarse a hacer las cosas", eligió decir la precandidata presidencial durante un recorrido en Lomas de Zamora, sur del conurbano.

Bullrich fue recibida en Lomas de Zamora en "Las Lomitas", la zona comercial más exclusiva del partido, por vecinos de la zona con banderitas argentinas. Recorrió las calles junto a su compañero de fórmula, Luis Petri; su precandidato a gobernador bonaerense, Néstor Grindetti, y su precandidato a senador, Maximiliano Abad. En la localida del sur del conurbano, Bullrich lleva como candidato al consejero escolar Nicolás Bari y a Juan Manuel Mercuri como primer candidato a concejal. 

Allí la precandidata presidencial eligió seguir hablando del modelo represivo que aplicaría en caso de llegar a la Casa Rosada para diferenciarse de Larreta, a quien busca marcar como "tibio".  

Bullrich ejemplificó que seguirá el ejemplo de provincias como Mendoza, donde gobiernan los radicales que tiene de aliados, y Neuquén capital, donde es intendente el macrista Horacio "Pechi" Quiroga. "En Mendoza cuentan con un código de convivencia, que cuando se hacen las marchas y bajan a las calles, las organizaciones pagan. Y ayer estuve en Neuquén, donde el intendente hizo lo mismo. Si bajás a la calle las organizaciones terminan pagando multas", celebró. 

Bullrich podría haber mencionado como ejemplo al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien se mostró como alumno ejemplar de ese modelo en los últimos días reformando la Constitución para limitar el derecho a protesta y persiguiendo a quienes protestan contra esa decisión con causas arbitraria y multas contravencionales. Pero eligió no mencionar al precandidato a vicepresidente de Larreta. 

Además, la ex ministra de Seguridad extendió la polémica que cruzó a la interna de Juntos por el Cambio respecto de los cortes de calle en la Ciudad de Buenos Aires, y tomó los argumentos de un mensaje de redes sociales de la ex diputada Silvana Giudici al sostener que: "A mí nunca me tocó la Ciudad, lamentablemente. Pedí que me den la responsabilidad pero nunca la tuve. Pasamos la Policía a la Ciudad el día 6 de enero de 2016".

La respuesta fue un dardo para el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, quien ayer desacreditó las críticas de Bullrich al decir que "cuando ella (Bullrich) fue ministra tampoco se terminaron los piquetes ni (los manifestantes) dejaron de ingresar por los accesos de la Ciudad".