Esta foto forma parte de una nota titulada “Cómo festejan las fiestas patrias en los barrios porteños”, que se publicó el 9 de julio del año 1938 en la revista Caras y Caretas. Aunque el título sugiere una suerte de recorrida interbarrial, solo aparecen fotos de San Telmo, según explica el periodista: “La sugerencia de la época colonial que presta la edificación del barrio de San Telmo, fué el principal atractivo de las rememoraciones”. El relato que construye la revista a través de cuatro fotos refleja, sin proponérselo, las implicancias particulares del racismo estructural en las mujeres, conectando la desigual situación de aquel entonces con la de 1816.

Debajo de esta imagen se puede leer: “La negra vendedora de pasteles era solicitadísima por la preferencia que tenían en aquellos años, y aún hoy, por todas clases de frituras”. Aunque en este caso utiliza como referencia el fenotipo y el oficio, a la mujer que aparece en la foto posterior la llama: “La gentil damita”. Por otro lado, en la frase misma, el periodista deja implícito un sujeto, que serían las personas que tenían preferencia por las frituras. El misterio se desvela en la foto que aparece en el margen superior, donde se pueden ver un grupo de personas: “Vistiendo trajes de la época, un grupo de jóvenes recuerda con emoción las reuniones de nuestros abuelos”.

La referencia familiar del periodista para definir a los festejantes, es un eufemismo para decir suavemente que la nación la forjaron los eurodescendientes, a la par que invisibiliza la esclavitud y úbica a la mujer de la foto no como protagonista, sino como objeto al servicio de los sujetos del festejo patrio. Este relato racista de la argentinidad ha sido producido y repetido por los propios resortes del Estado a lo largo del siglo XX, e incluyó invisibilización estadística y simbólica, blanqueamiento y/o ocultamiento de próceres, entre otras prácticas. Una concepción excluyente y falsa de la nación.

Finalmente, vale la pena destacar que aunque la venta ambulante era una actividad que hacían tanto mujeres como hombres, la presentación de una afroargentina trabajando en un contexto de fotos de mujeres festejando con trajes de la época colonial refleja toda una decisión editorial. Revisitar la foto en estas fechas no puede ayudar a pensar los debates actuales en torno a la raza, el género y la clase.