Hasta el 31 de julio se podrá completar la primera encuesta autogestionada y anónima dedicada a relevar las condiciones de vida de la comunidad LGBTIQ+ de todo el país. De ella pueden participar todas las personas mayores de dieciséis años residentes en Argentina que se reconozcan dentro la diversidad sexual y de género. Esta encuesta forma parte del primer Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina, un proyecto que une a profesionales universitarios de todo el país y que tiene el objetivo de crear la primera base de datos nacional sobre la comunidad. El único antecedente de un proyecto de este tipo en el país es bonaerense.

“El principal resultado que podemos tener de este relevamiento es la visibilidad. Para poder demandar políticas públicas e insistir que solo tres legislaciones no son suficientes para poner un parate a una historia de represión y marginalización, entendemos que lo principal es ser visibles. En esa visibilidad, es importante saber cómo estamos, si comemos bien, si accedemos a un trabajo, a la escuela o a la universidad. Si bien habitamos un contexto más amigable, con leyes como la de identidad de género, históricamente la orientación sexual o la identidad de género no fueron comprendidas como dimensiones que hacen al devenir de la existencia de los individuos. Lo que nosotres intentamos hacer con este relevamiento es tomar una fotografía de este devenir condicionado primero para visibilizarlo, pero también para empezar a pensar políticas públicas sobre bases más sólidas y no sobre supuestos.” afirmó Alejandro Silva Fernandez, Doctor en Comunicación por la UNLP y responsable de uno de los seis nodos en los que se dividen los más de cincuenta profesionales de todo el país responsables de llevar a cabo este estudio.

El primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina nace de la necesidad de crear una base de datos lo más abarcativa y federal posible que registre las condiciones socioeconómicas de la comunidad LGBTIQ+. A diferencia de otros países latinoamericanos como México, Uruguay o Brasil, que implementaron con éxito encuestas virtuales de este tipo, Argentina no tiene experiencias nacionales y carece de información sólida en este aspecto.

En el año 2012 se realizó en el Municipio de La Matanza la Prueba Piloto de la Encuesta sobre Población Trans, un proyecto único en toda América Latina que buscó crear una primera base de datos articulando organismos del estado con organizaciones sociales. “Fue una experiencia interesante que se hizo en articulación con el INDEC y que pretendía ser una prueba piloto para, luego, llevarla a todo el país. Lamentablemente eso no ocurrió” afirmó Alejandro Silva Fernandez. Desde ese entonces, han habido experiencias municipales o provinciales con mayor o menor éxito. Sin embargo, ninguna de estas buscó crear una base de datos comparable con otras regiones del país ni abarcar la totalidad del espectro de la comunidad LGBTIQ+.

“Hay todo un sector poblacional que nunca ha sido relevado. Recién en el último Censo Nacional que se desarrolló en el país se preguntó sobre la Identidad de Género, por ejemplo. Hasta entonces, nunca se había preguntado. Esto es algo que no señalo a tono de crítica, sino de logro. Se trata de un estado que empieza a ser más coherente con la legislación que posee y las políticas públicas que implementa. Necesitamos saber cuántas son las personas a las que son apuntadas estas políticas públicas y en qué condiciones viven.” afirmó Alejandro Silva Fernandez

Fue este vacío estadístico el que llevó a cincuenta profesionales de todas las provincias a formar uno de los proyectos de investigación académico más ambiciosos del país en convenio con el Ministerio Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y recibiendo financiamiento de la Agencia I+D+i. De este proyecto participan la Universidad de San Martín (UNSAM), Universidad Nacional de Comahue (UNComa), Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), la Universidad Nacional de Salta (UNSa), el Centro de Estudios de Población (CENEP) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Encuesta

De la encuesta virtual, autogestionada y anónima ya participaron más de diez mil personas en todo el país. Hay tiempo hasta el 31 de julio para completarla. Luego de esta etapa, seguirá un amplio proceso en el que se desarrollarán otras líneas de acción que buscarán realizar entrevistas a profesionales, así como seguir recabando datos geográficos sobre las distintas organizaciones sociales y culturales del país y la bibliografía referidas a la diversidad sexual y de género.

Además, realizarán encuestas presenciales que buscarán acceder a aquellos interesados en participar que no tienen acceso a Internet o los conocimientos para completar un formulario. “Queremos llegar a poblaciones más específicas que no estamos llegando todavía en esta primera etapa. A partir del 31 de julio trabajaremos con la articulación de organizaciones de la sociedad civil para ir a relevar específicamente a esta población.” afirmó.

El Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica espera compartir los primeros datos surgidos de su investigación a partir de septiembre de este año. De este modo, buscará incentivar los estudios nacionales y la creación de políticas públicas acordes a las necesidades de cada región y comunidad. “Necesitamos que la información producida por las universidades sirva de insumo para pensar políticas públicas. Queremos que todo el mundo acceda a esta información porque es muy relevante.” concluyó.