Al gobierno se le van acabando las excusas para justificar su falta de voluntad para esclarecer la desaparición de Santiago Maldonado. Ayer Sergio Maldonado dejó sus muestras de ADN ante la justicia para que sean cotejadas con los rastros de sangre y los cabellos encontrados durante los allanamientos y rastrillajes en los escuadrones de Gendarmería. Estas pruebas serán sometidas a peritaje por parte de los especialistas de la facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. Por otra parte, la fiscalía federal de Esquel informó que tomó declaración testimonial a tres personas en la comunidad mapuche Pu Lof de Resistencia, en Cushamen, con la asistencia de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin).

Ese organismo del Ministerio Público Fiscal detalló que “mientras tanto, se aguardan los resultados de los peritajes dispuestos sobre las muestras de pelos y los rastros hemáticos levantados en la inspección realizada en el escuadrón de la Gendarmería Nacional de la ciudad de El Bolsón”. Esos análisis están encaminados a confirmar o descartar que se trate de sangre y, en caso de confirmación, determinar el perfil genético que luego permita realizar un cotejo con muestras aportadas por la familia del joven.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había declarado que necesitaban “el ADN de algún familiar que nos permita comparar”, y en ese marco sembró sospechas en torno a la familia de Maldonado. En diálogo con PáginaI12, Sergio Maldonado explicó que en Bariloche, donde vive, no hay juez federal, así que hubo que coordinar con el juzgado de Neuquén y el trámite finalmente se realizó ayer cuando le tomaron una muestra de sangre “en papel” y le hicieron un hisopado. 

El fiscal de la Procuración General y cotitular de la Procuvin Félix Crous y personal a su cargo trabajaron en Esquel en las diferentes diligencias dispuestas por la fiscal federal Silvina Alejandra Ávila. 

En tanto, en diálogo con PáginaI12 Fernando Jones Huala, hermano del lonko preso Facundo Jones Huala y vocero de la comunidad Pu Lof en Resistencia donde desapareció Maldonado, desmintió al Gobierno al asegurar que el pueblo mapuche no quiere crear un Estado propio y que su comunidad no pertenece a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). Sobre la disputa por las tierras del Pu Lof, expresó que “el proceso fue iniciado por un grupo de familias y comunidades mapuche el 13 de marzo de 2015, en un predio que le ‘pertenece’ a Benetton, y son sus intereses los que están en juego. La maquinaria del Estado está a su servicio, pasando por arriba de las necesidades de los pueblos originarios. La comunidad ha manifestado muchísimas veces de que no pertenece a la RAM. Por un lado está la palabra de Facundo, que dice que él simpatiza con este grupo. Es su posición personal pero la comunidad (y lo repetiré hasta que los medios no dejen de decirlo), no pertenece a la RAM”.