Integrantes de la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cushamen, Esquel, contaron cómo fueron los instantes previos a la represión de la Gendarmería, cuando los efectivos ingresaron violentamente a la comunidad el martes 1 de agosto tras desalojar el reclamo en la ruta 40, y cómo fue que los gendarmes se llevaron a Santiago Maldonado, el joven de 28 años que estaba en la comunidad y está desaparecido desde ese momento, hace 14 días ya. “Agarren a uno” y “tirales, tirales” fueron los gritos que escucharon los integrantes de la comunidad cuando los efectivos entraron a los tiros y, junto a Santiago, corrieron para escapar de las balas.
“Escuchamos los motores desde el sector de guardia y cuando alumbramos, inmediatamente empezaron a disparar”, contaron los integrantes de la comunidad a la revista Cítrica. Según su relato, se defendieron con “ondas de revoleo y piedras”.
Los integrantes de la comunidad vieron cómo entre varios efectivos agarraron un cuerpo (se presume que el de Santiago) y lo subieron a una camioneta. “El compañero (Santiago) nadó hasta una parte y al ver que las piedras llovían de arriba y los tiros no cesaban, decidió volverse para la orilla. Y ahí es donde hay otro peñi (como se llaman entre los hermanos de la comunidad) que lo ve al compañero Santiago agarrado de una rama, con el agua hasta las rodillas y los gendarmes arriba. Y después hay otro peñi más que también ve a tres efectivos de la Gendarmería que están golpeando a alguien que no logra reconocer”, continuaron con el relato.
La Gendarmería había llegado hasta la comunidad el lunes 31 de julio para desalojar el corte de la ruta 40 que realizaban para reclamar por la libertad del longo Facundo Jones Huala. Pero el desalojo no terminó ahí: los gendarmes volvieron a la comunidad a la madrugada siguiente y traspasaron directamente el ingreso de las tierras ancestrales que reclaman como propias.
“Siguieron tirando. Formaron una línea a lo ancho de la ruta. Los del medio con escopetas y a los costados, dos o tres gendarmes tirando con nueve milímetros. Nos replegamos al territorio. Pensamos que sólo venían a desalojar la ruta y que entonces iba a cesar el fuego. Pero siguieron tiroteando para adentro. Se vinieron para el alambrado”, continuó el relato de los integrantes de la comunidad, que contó por primera vez cómo fueron los instantes previos a la captura de Maldonado.
“Y ahí nos corren hasta el río, unos setenta metros. Donde nos tirábamos por diferentes partes, por donde podíamos, porque la lluvia de balas no cesaba. Ahí es donde el compañero Santiago no logra cruzar. Porque mientras nosotros íbamos nadando por el río, la Gendarmería igual nos seguía tirando adentro del agua. Nos tiraban con 9 milímetros, con escopetas y con piedras algunos. No les importaba nuestra vida a la Gendarmería. Ellos vinieron a matar a uno acá”, contó uno de los testigos, que prefirió preservar su identidad.
Después de la persecución en el río, los integrantes de la comunidad ven como el Unimog de la Gendarmería sale cargado con la persona capturada hasta el cruce de la ruta y allí se cruza con una camioneta blanca, donde desde la comunidad pudieron ver cómo entre varios efectivos cubren lo que pasa; “hacen como una pantalla”, dijeron. “Por eso no hay la menor duda de que se lo llevó la Gendarmería. Que ellos lo tienen y que ellos son los responsables de que el compañero no aparezca”, afirmaron.
Tras la desaparición de Maldonado, los organismos de derechos humanos internacionales exigieron la aparición con vida del joven y le pidieron al gobierno argentino "acciones urgentes" en la investigación. En medio de las exigencias de las organizaciones de derechos humanos locales, como Madres de Plaza de Mayo, el CELS, la APDH y la Comisión Provincial por la Memoria, y la masiva marcha que se realizó el viernes pasado, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich defendió a la Gendarmería y acusó a la comunidad mapuche de obstaculizar la búsqueda. También acusó al pueblo originario de querer una "república separatista".