La realización de la marcha del 22 está en veremos. El escenario electoral no resultó como esperaban en la CGT y a partir de eso un sector de la central, referenciado en los “gordos” y los “independientes”, considera que no están dadas las condiciones para realizarla. El moyanismo, en tanto, insiste en respetar el acuerdo del plenario realizado hace dos semanas. Desde afuera, porque no forma parte de la conducción de la CGT, la Corriente Federal exige su ratificación, mientras que el MASA, del taxista Omar Viviani y el ferroviario Sergio Sassia, prefiere esperar al resultado de la reunión del consejo directivo prevista para hoy y que se anticipa como tensa y complicada.

En rigor, la idea de levantar la medida ya venía cocinándose en las reuniones que la semana pasada mantuvieron los sindicatos enrolados en los “gordos”. La justificación venía, como ahora, desde la política. Estaban convencidos de que el triunfo de Cristina Kirchner iba a ser contundente y, por lo tanto, la “movilización popular” se produciría el día de las primarias. Si bien CFK ganó a pesar de las triquiñuelas implementadas por el Gobierno, no resultó todo lo contundente que esperaban. A eso se le suman las derrotas peronistas en provincias que gobiernan, como Entre Ríos, La Pampa y San Luis, lo que les permite recurrir a la situación política para recomendar la suspensión porque consideran que “el pueblo emitió su opinión”.

Esta postura debilita la intención de este sector de unificar la conducción de la CGT en una persona y dar por fenecida la vida del triunvirato. Sobre todo porque el sector que lidera Pablo Moyano insiste con la movilización.

Por caso, el triunviro Juan Carlos Schmid, integrante del ala moyanista, aseguró que “la probabilidad de que se haga la movilización es de un 100 por ciento” e indicó que aquellos sindicatos que desistan de movilizarse “vulneran la decisión que tomaron en el último plenario nacional”. El también moyanista Jorge Sola, secretario de Comunicación de la CGT, recordó que el acuerdo alcanzado en el plenario realizado en el microestadio de Ferro incluía, además de la movilización, la convocatoria a un Comité Central Confederal: “Son los pasos necesarios para ver si luego establecemos el plan de lucha, en cuyo diagnóstico todos estamos de acuerdo”, dijo.

Andrés Rodríguez, de UPCN, reconoció ayer la existencia de lo que denominó como “opiniones divergentes” dentro de la CGT, luego del resultado de las PASO. En ese sentido dijo que, durante la reunión prevista para hoy a las 14 en la sede de la CGT, Azopardo 802, se intentará “unificar a través de una síntesis que contenga a todos”.

El canillita Omar Plaini también opinó. Dijo que “habría que cumplir el compromiso asumido” pero pidió también “escuchar al resto”. En cuanto al resultado de las PASO, el dirigente sindical dijo que aunque es “evidente que un tercio de la población le ha dado respuesta” favorable al Gobierno, también resaltó que la ex presidenta Cristina Kirchner “sigue siendo un actor político más que importante en la Argentina y es la cabeza de la oposición en la provincia de Buenos Aires”.

El tenor de las opiniones vertidas anticipa que la reunión se realizará en un clima complejo. Tan es así que, a diferencia de otras oportunidades, han decidido que aquel dirigente que no pueda participar deberá enviar con anticipación el nombre de su reemplazante y hasta por quién estará acompañado. Un dato que muestra el nivel de tensión interna que existe y, por otra parte, que buscan controlar la posibilidad de que se filtre información mientras se realiza la reunión.

En tanto, la Corriente Federal de los Trabajadores emitió ayer un comunicado rechazando la posible suspensión: “Las condiciones por las que la movilización fue decidida no variaron”, aseguró el sector donde militan dirigentes como Sergio Palazzo (Bancarios), Walter Correa (Curtidores) y Héctor Amichetti (Gráficos), entre otros. Señalaron que “la política económica del Gobierno continúa empeorando la situación de los trabajadores. Además, la decisión explícita de imponer una reforma laboral, previsional y tributaria regresiva sobre los derechos de trabajadores y sectores más vulnerables de la sociedad representa una amenaza insoslayable”.

Otro sector que veía con buenos ojos la movilización es el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que tiene como principales referentes a Omar Viviani (Peones de Taxi) y Sergio Sassia (Unión Ferroviaria). Por ahora ellos prefirieron no expresarse hasta tanto se realice la reunión del consejo directivo de la CGT; decidirán qué hacer el jueves cuando sus integrantes se vean las caras. Mientras tanto, coinciden en la necesidad de transitar hacia la unificación de la conducción de la central obrera, pero reclaman armar un plan de acción y un proyecto común que permita ordenar la CGT y el camino a desarrollar.